El juez vuelve a suspender el aval de la Generalitat al Valencia CF
El Juzgado de lo Contencioso número 3 de Valencia ha suspendido cautelarmente el aval del Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), el banco público de la Generalitat, a la Fundación del Valencia CF, que compró con ese respaldo económico la mayoría accionarial del club gracias a un préstamo de Bancaja (ahora Bankia) en 2009.
El juez señala con claridad el quebranto que la ejecución del aval causaría al “interés público”. “Destinar al pago del crédito otorgado para la compra de acciones de un club de fútbol recursos necesarios para atender servicios públicos esenciales dada la actual coyuntura económica” iría contra la “indiscutible preeminencia del interés público” frente a las motivaciones del acreedor, Bankia.
La decisión, que puede ser recurrida por el banco, tiene ahora un interés menor. Bankia ha anunciado públicamente su intención, como principal acreedor del club, en pilotar la venta de la entidad a inversores que garanticen su solvencia y, cómo no, la recuperación del dinero invertido en ella. Bancaja, en su momento, prestó casi 300 millones al Valencia: 72 para la compra de las acciones y 220, contra la propiedad de la parcela del actual campo de Mestalla, para gastos diversos.
Un aval responsabilidad de Camps
En febrero de 2013 la Generalitat, que apenas atiende sus obligaciones con los proveedores, pagó 4,5 millones a Bankia por el aval que en 2009 le concedió el banco de la Generalitat –el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF)- a Bancaja para que la Fundación del club pudiera suscribir la ampliación de capital.
En aquel momento, el club, en quiebra técnica, no podía pagar a sus acreedores, ni siquiera sus pagos corrientes. El gobierno valenciano, entonces presidido por Francisco Camps, urdió con Bancaja una ampliación de capital que evitaba el concurso de acreedores de la entidad o su toma por inversores de dudosas intenciones, los conocidos como fondos buitre.
Lógicamente, el banco sólo prestó ese dinero con el aval de la Generalitat a través del IVF. La Fundación, ahora propietaria del club con el 70% de las acciones, no puede hacer frente a sus obligaciones. Bankia se planteó ejecutar el aval, pero tras varias resoluciones judiciales contra el aval –y vista la renuencia de la Generalitat a asumirlo en caso de poder evitarlo- ha optado por la venta del club.