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Este blog se ocupará de las series más influyentes del momento, recomendará otras que pasan más desapercibidas y rastreará esas curiosidades que solo ocurren detrás de las cámaras.

'The Affair' reescribe su historia en su nueva temporada

Póster de la cuarta temporada de 'The Affair'

Belén Gómez

Ha llovido mucho desde que conocimos a Noah y Allison. Cuando les vimos por primera vez, él –interpretado por Dominic West–, era un padre de familia de cuatro hijos casado con Helen –Maura Tierney–. Su vida no le disgustaba profundamente, pero durante unas vacaciones en Montauk la conocía a ella: Allison –Ruth Wilson–. Una mujer misteriosa que intentaba recomponer los pedazos de su vida, hecha añicos por una tragedia. Juntos iniciaban una aventura extramatrimonial que cambiaba sus vidas por completo.

Eso fue en 2015, cuando The Affair se convirtió en una de las series del año, alabada por la crítica, respaldada por una cada vez mayor legión de fans y recompensada con tres Globos de Oro a mejor serie dramática y a mejores actrices (uno para Tierney, el otro para Wilson). Sin olvidar sus nominaciones a los Emmy, los Satellite o los Critics Choice Awards.

Unos cuántos años después, The Affair estrena su cuarta temporada en Movistar + renovando su carácter y demostrando su madurez dramática. Así, lo que empezó siendo la historia de una infidelidad, se ha convertido en la exploración de la psicología de personajes más mordaz de la ficción televisiva.

Pasar página para empezar de nuevo

En esta nueva temporada, The Affair empieza a caminar por sendas aún por explorar. Las consecuencias de una infidelidad que destrozó dos matrimonios, las heridas abiertas por haber renunciado a un futuro determinado, y las ansias de reiniciar sus vidas mueven ahora a nuestros protagonistas hacia un desarrollo dramático incierto y fascinante.

Noah, Helen, Alison y Cole –Joshua Jackson– se nos presentan hoy con la firme voluntad de tomar las riendas de sus vidas. De superar quienes una vez fueron, y olvidar a quién amaron. Cada vez más alejados entre sí e implicados emocionalmente en nuevas relaciones, tendrán que aprender de lo que les separó para aceptar que había algo que los unía. Aunque eso conlleve preguntarse si están preparados para dejar el pasado atrás. Para reescribir su historia.

Pasar página, sin embargo, significa afrontar nuevos retos. A través de las anteriores temporadas pudimos conocer varias versiones de un mismo hecho, profundizando cada vez más en la psique de unos protagonistas complejos y llenos de contradicciones y dudas. También de autoengaños.

Ahora, los cuatro parecen dispuestos a quitarse la máscara y ser ellos mismos. Aunque tengan que mirarse al espejo y descubrir que no les gusta lo que ven. Aunque tengan que enfrentarse al pasado cuando vuelva para recordarles que siempre hubo cuentas pendientes.

El ‘Cómo’ importa más que el ‘Qué’

The Affair siempre se ha preciado de ser una serie compleja en su estructura narrativa, al abordar un mismo hecho desde distintos puntos de vista. La infidelidad en sí nunca fue más que la premisa, pues importaba más el cómo que el qué.

En la primera temporada, la infidelidad era narrada a través de las versiones de Noah y Alison. En la segunda y en la tercera, el abanico de voces narrativas abrazaba también las de Helen y Cole e incluso otras que alteraban nuestra perspectiva –como espectadores– de lo que les ocurría. Convirtiendo su visionado en un estimulante puzzle mental.

La serie, creada por Hagai Levi y Sarah Treem, responsables de la israelí En terapia, cuenta a los mandos del guion con Eric Overmyer, conocido por su trabajo en series de culto como Treme o The Wire –donde también estaba Dominic West, allí interpretando al eterno McNulty–. Él parece haber sido uno de los principales responsables del cambio de rumbo de esta temporada.

Esta vez, la trama se divide en cuatro historias independientes con un solo punto de vista para cada personaje. La subjetividad absoluta de su mirada marca el tono de una serie que ha superado el juego de la búsqueda de la objetividad y su falsa moral.

Esta vez, el relato asimila que pasar página significa algo más que hacer avanzar la historia: también es hacerla evolucionar y madurar. De la misma forma que sus personajes quieren superar sus pasados, The Affair quiere reescribir su historia y elegir su propio camino. Aunque la senda sorprenda al espectador, por ser la más inesperada y la más difícil. Pero como le decía el gato Chesire a la Alicia de Lewis Carroll “si no sabes a dónde vas, no importa el camino que tomes”.

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