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Cara a cara sobre el cupo vasco: ¿privilegio o ejemplo a imitar?

Los economistas Alain Cuenca (i) y Pedro Luis Uriarte (d)

Marina Estévez Torreblanca

El acuerdo para renovar el Concierto Económico que regula las relaciones tributarias entre el País Vasco y el Estado se ha producido este año con más ruido que nunca. Acusados de privilegiados por grupos parlamentarios y por expertos del “comité de sabios” sobre financiación autonómica, el PNV y otros economistas rebaten que Euskadi es un ejemplo de buena gestión y responsabilidad que debería ser el modelo a imitar ahora que está abierto el melón de la financiación autonómica.

Para obtener algo de luz, planteamos las mismas cinco cuestiones al exconsejero de Economía vasco Pedro Luis Uriarte por el PNV, en buena parte artífice del Concierto, y a quien fuera designado como experto por Aragón (PSOE), el profesor y economista Alain Cuenca, que fue Director General de Coordinación Financiera con las Entidades Locales (2005-2008) y con las Comunidades Autónomas (2008-2011) en el Ministerio de Economía y Hacienda.

El lehendakari ha asegurado que el Concierto vasco “no es un régimen de privilegio”, sino “un sistema justo y solidario”, que “puede ser una referencia para el sistema de financiación de las comunidades”. ¿Cree que es un modelo que puede extenderse a todas las comunidades de régimen común?

PLU: Desde una perspectiva técnica, sí, y así lo vengo defendiendo desde hace años. Lo demuestra un hecho que no admite discusión: Gipuzkoa y Bizkaia, que tienen una economía más compleja y un tamaño que supera al de varias Comunidades Autónomas, pusieron en marcha sus Haciendas Forales el 1 de junio de 1981, tras 43 años de haber perdido el Concierto por decisión del dictador Francisco Franco.

Sin embargo, es obvio que en estos momentos existe un clima político que lo impediría. Pero eso, como todo en política, puede cambiar y lo que hoy es impensable mañana puede ser una realidad.

Además, existe otro obstáculo: una interpretación del Tribunal Constitucional de la Disposición Adicional Primera de la Constitución. En 1987, el alto Tribunal determinó que los Derechos Históricos de los Territorios Forales que “ampara y respeta” la Constitución, se refieren exclusivamente a los de Álava, Gipuzkoa, Navarra y Bizkaia. Dentro de ellos, los más destacados son el Concierto vasco y su hermano gemelo, el Convenio navarro.

Superado lo anterior, aunque sea difícil, la extensión del Concierto tendría indudables ventajas. Entre ellas, que requeriría que, por fin, España contara con un modelo adecuado para garantizar el principio de solidaridad.

AC: El Concierto es un modelo que teóricamente puede extenderse a todas las CCAA de régimen común. No obstante, para que eso fuera viable, sería necesario que se calculara de forma correcta y con la misma metodología para todas, incluidas País Vasco y Navarra. Eso pondría de manifiesto, una vez más, que el actual cálculo no es justo, ni es solidario, como sostiene erróneamente el Lehendakari. Además supondría compartimentar aún más las administraciones tributarias.

La actual situación, en la que Álava, Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra tienen su propia administración tributaria, independientes de la del Estado, dificulta la lucha contra el fraude. La dirección correcta es la contraria, construir una administración tributaria integrada, tal como recomendamos los expertos el pasado verano.

En concreto, se ha hablado mucho de la posibilidad de que se establezca un modelo similar en Catalunya, a pesar de que en su día fue rechazado por Jordi Pujol (según dicen algunos porque no quiso asumir la responsabilidad de poder manejar todos sus impuestos). ¿Lo considera viable sólo para Catalunya?

PLU: Ante todo, debo señalar que el ofrecimiento de un Concierto a Catalunya se produjo en mi presencia, en una reunión a la que asistimos tres personas en el verano de 1980. No lo rechazó Jordi Pujol, sino el Conseller de Economía, Ramón Trías Fargas, que era también Presidente de Convergencia Democrática de Catalunya. Fue un error estratégico monumental, aunque por la dramática situación que entonces todos padecíamos fue explicable. Hoy volver a esa idea no solamente no sería un disparate, sino que podría ser conveniente, en mi modesta opinión. Porque a lo mejor contribuiría a resolver un gravísimo problema.

Obviamente, la extensión de un Concierto Económico a esta y a todas las Comunidades Autónomas de régimen común tendría complejidades técnicas. Las juzgo superables. Además requeriría establecer, en paralelo y como he señalado, un mecanismo muy potente para garantizar el principio de solidaridad. Debe ser transparente y estar bien dotado, definido y orientado, porque hay quien confunde “solidaridad” con “donativo”. En estos momentos es algo que se echa en falta, pues el actual es opaco y falto de control, entre otros varios graves defectos.

AC: Mi respuesta es la misma que en la pregunta anterior: si se calcula bien, sí. Pero al limitarlo a una comunidad autónoma más, los incentivos para un cálculo privilegiado aumentarían. A mi juicio un concierto para Cataluña podría ser viable si se concertaran solo los impuestos directos y, en consecuencia, se hiciera lo mismo con el País Vasco y Navarra.

Recuperar para el gobierno central el IVA y los impuestos especiales, a cambio de ceder a Cataluña, País Vasco y Navarra todo el IRPF y el impuesto sobre sociedades podría acercarnos a una solución justa. Nos encontraríamos con el problema de las administraciones tributarias que señalo en mi respuesta anterior. Esto se se encauzaría integrando las vascas y navarra en una sola agencia tributaria, cuya dirección fuera nombrada por consenso entre todas los gobiernos, autonómicos y central.

Los críticos del sistema vasco de financiación afirman que el problema no es el concierto, sino un cálculo “oscuro” del cupo y vinculado a las necesidades políticas del partido que gobierne en Madrid cuando se negocia. ¿Está de acuerdo con esta afirmación?

PLU: No. O quizá sería mejor decir que es tan “oscuro” como la determinación del actual modelo de financiación de las Comunidades Autónomas de régimen común.

Se habla mucho del Cupo, pero se oculta que hay un problema infinitamente mayor, el de la financiación de estas quince Comunidades, donde viven el 94% de los españoles.

Todos ellos padecen un modelo malísimo y, para demostrarlo le voy a recordar algunos calificativos de personas ilustres que saben más que yo:

  • Cristóbal Montoro:“Opaco, dificilísimo de entender, absurdo e injusto socialmente. Divide y enfrenta a unas Comunidades Autónomas contra otras.”(2013).
  • Mariano Rajoy:“Yo voté en contra del actual modelo, que no me gusta y que tiene sus dificultades”(2014).
  • Cristina Cifuentes:“Es satánico y hay que reformarlo con urgencia”(2015).
  • Luis Garicano: “Es una locura”(2015).
  • Inés Arrimadas: “Es opaco, arbitrario, injusto e ineficaz”(9 de mayo 2016).
  • José Manuel García-Margallo: “Es el problema más grave que tiene España y un auténtico disparate”(27 de febrero 2017).

El problema más grave que tiene España es este y no el Cupo, tal y como dice García-Margallo. Estas Comunidades, además de estar infrafinanciadas, deben al Estado 216.380 millones de euros. ¿Cómo los van a pagar?

AC: Sí, todos los estudios publicados lo confirman. También lo señaló la comisión de expertos para la reforma de la financiación autonómica. El cálculo del Cupo que se acaba de aprobar lo ilustra muy bien. Fíjese, en mayo de 2017, al hilo del pacto político para que el PNV apoyara el presupuesto del Estado para este año, se acordó, entre otras cosas, que el nuevo cupo sería de 1.300 millones.

Posteriormente, en julio de 2017 se reunió la comisión mixta de nuevo y aprobó los cálculos que, “mágicamente”, dan lugar a la cifra pactada dos meses antes: 1.300 millones.

El PNV repite que Euskadi aporta un 6,24% de las cargas no asumidas y aporta ese mismo porcentaje al Fondo de Compensación Interterritorial. Ese 6,24% de aportación vasca al Estado se encuentra muy por encima tanto del peso relativo de la población vasca, que representa el 4,67% del total, como por encima del peso relativo de la riqueza o participación en el PIB, que se encuentra en el 6%. ¿Esto es rebatible?

PLU: Yo no sé cómo se puede decir que Euskadi no es solidaria si paga el 6,24% de los gastos del Estado y este porcentaje es superior a lo que pesa su PIB sobre el estatal y, sobre todo, a lo que representa su población sobre la del Estado, un 4,66%. Por lo tanto, pagamos de los gastos del Estado un 33% más de lo que nos correspondería por población.

A veces se dice también que solo contribuimos al Fondo de Compensación Interterritorial y que este es muy bajo. Puede que lo sea, pero esa es una decisión del Estado, porque está claro que si el Fondo de Compensación Interterritorial en vez de ser de 400 millones de euros, alcanzara los 40.000 millones, Euskadi tendría que pagar el 6,24% de esa enorme cantidad.

En otras palabras, Euskadi aporta a la solidaridad lo pactado con el Estado, aprobado por las Cortes, no lo que determina unilateralmente.

AC: Sí, es rebatible por qué no se calculan, ni se han calculado nunca desde 1981, las cargas no asumidas. En la Ley de metodología del Cupo se infravaloran de forma sistemática, a conveniencia de cada pacto. Por eso, decir que pagan 6,24% de una cantidad fijada ad hoc es como no decir nada.

Por otra parte, en cuanto al FCI, ya se ha aprobado que las diputaciones forales pagaran el 6,24% del fondo durante los próximos 5 años, o sea la ridícula cifra de 27 millones anuales. Pues bien, si en la reforma de la financiación autonómica se decidiera un incremento sustancial del FCI, tal como ha propuesto la comisión de expertos, los vascos no pagarían el incremento hasta al menos 2022, porque ya se calculó con el presupuesto de 2017 para el periodo 2017-21.

Este año el sistema del Concierto se está cuestionando más que nunca en toda España ¿a qué se debe el cambio? ¿Qué tendría que cambiar para que dejasen de producirse estas críticas?

PLU: Desde mi punto de vista, esto ha surgido ahora por varias razones coyunturales que espero que, con el tiempo y la razón, se vayan diluyendo.

La primera es que el problema con Catalunya ha provocado en España una reacción emocional de fuerte rechazo, y ese rechazo se ha extendido sorprendentemente a todo lo que venga de Euskadi, cuando el comportamiento social e institucional vasco ha sido ejemplar. Por otro lado, Ciudadanos sólo tiene dos cargos en Euskadi, entre los más de dos mil de este territorio. Por lo tanto, ni está aquí ni se le espera. No tiene nada que perder, y dar leña a los “pérfidos nacionalistas que están robando a la pobrecita España”, da muchos votos “allende del Ebro”. Por último, no hay que olvidar que se van a celebrar elecciones en Catalunya el 21 de diciembre, y también el ataque al Cupo da votos allí porque los catalanes no lo tienen.

Además, y en este caso respondiendo a una razón real, las Comunidades Autónomas de régimen común están en una situación financiera crítica. En conjunto deben al Estado 216.380 millones de euros. Euskadi no debe nada y lo que se está planteando, burda y maniqueamente, es algo así como que “si nosotros estamos mal, vosotros tenéis que estarlo también”. No se plantea, por tanto, que hay que mejorar decisivamente las dotaciones que les concede el Estado, sino rebajar las vascas.

Se olvida con ello un principio esencial: detrás del gasto público hay personas. Rebajando sustancialmente el gasto público vasco se haría un gravísimo daño a la educación, la sanidad, y la protección social de centenares de miles de personas. Y ello, sin beneficio para ninguna de las quince Comunidades de régimen común. Porque el Estado, por aplicación del modelo vigente, aprobado por ellas y en las Cortes, las financia independientemente de lo mucho o poco que paguen la Comunidad Autónoma Vasca y la foral de Navarra.

AC: Los profesores y expertos que criticamos la metodología del Cupo no cuestionamos el Concierto. Creo que Ciudadanos y Compromís, que se opusieron en el tramite de la Ley, tampoco. No es el Concierto lo que se discute, sino el cálculo que se incluye en la Ley de metodología.

Para que no se criticara, tendría que calcularse correctamente, y darse una explicación comprensible, como sí se hace con la financiación autonómica. Por ejemplo, en las CCAA de régimen común, el índice de consumo que se utiliza para repartir el IVA se calcula cada año por el INE, aplicando una metodología que es pública. En el caso vasco se hace figurar en la Ley una cifra sin ninguna base técnica, que no responde, ni de cerca, al valor del consumo en Euskadi.

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