En Sabin Etxea, la sede del PNV en Bilbao, se ha vivido una noche de infarto, con tensión y caras largas hasta el último momento. Dos horas largas de comerse las uñas hasta que el presidente del partido, Andoni Ortuzar, se ha subido al escenario y ha dicho eso de “el PNV ha ganado las elecciones” y se ha desatado la locura, con los militantes cantando 'ari ari ari, Imanol lehendakari'. “Ganamos, pero como el Athletic, a los penaltis, con la emoción hasta el último momento”, dice una militante, sonriente y ya aliviada dejando claro que este partido es cada vez más vizcaíno, ya que EH Bildu se ha impuesto en Álava y en Gipuzkoa.
El PNV ha ganado en votos a EH Bildu, 368.239 frente a los 340.366 que han ido a la coalición abertzale. Y ha empatado en escaños con la formación de Pello Otxandiano, 27 escaños. “Eso nos vale”, es el sentimiento general entre los militantes concentrados en la sede que en un primer momento se temían lo peor, con unas encuestas que “lo ponían muy mal” y con un arranque del escrutinio que daba ganador, aunque por un escaño, a los de Otxandiano.
Finalmente, aunque por la mínima, Pradales ha tenido un final feliz para el día de su cumpleaños y ha escuchado emocionado una militancia volcada en cantarle primero el “Zorionak zuri” alentados por Andoni Ortuzar, y luego coreando su nombre, “Imanol, Imanol, Imanoool!”, mientras se enlazaban en el escenario Pradales, Ortuzar, el candidato por Álava, Joseba Díaz Antxustegi, y Bakartxo Tejería, presidenta del Parlamento. Pradales, que ha prometido un Gobierno que tenga en cuenta la pluralidad de Euskadi, ha agradecido a Iñigo Urkullu su labor y le ha buscado en el escenario desde el que se estaba dirigiendo a la militancia, pero Urkullu ya no estaba, aunque sí ha compartido escenario y fotos con Pradales y Ortuzar en la comparecencia ante la prensa, donde también tanto el presidente del partido como el futuro lehendakari han tenido palabras de agradecimiento para su trabajo todos estos años al frente de la Lehendakaritza y también su apoyo en la campaña. Urkullu y Pradales se han fundido en un emocionado abrazo.
“Daré todo por Euskadi todos y cada uno de los días”, ha asegurado Pradales. Y los militantes se han olvidado de malos momentos que han pasado cuando a las 21 horas veían las imágenes por las pantallas que mostraban la señal de ETB, en las que se veían a los militante de EH Bildu de auténtica fiesta en el Mercado de la Ribera, mientras Sabin Etxea era casi un funeral de caras largas que sólo se animaba cuando se veían enfocados por las cámaras. Todo ha cambiado cuando finalizado el escrutinio ya se han visto ganadores y con mayoría suficiente para formar Gobierno si mantienen su intención de repetir coalición con el PSE-EE.
Tanto Ortuzar como Pradales han señalado que los ciudadanos han vuelto a confiar en el PNV, que asume “desde ahora la responsabilidad de liderar el proceso de constituir” el Ejecutivo vasco, para los que se pondrán en contacto con el resto de formaciones políticas con este objetivo. “No vamos a defraudar esa confianza y nos vamos a dejar la piel en construir una convivencia sana y en gobernar para todas y para todos”, han asegurado. Ninguna mención directa a EH Bildu, que ha conseguido empatar en escaños con el PNV.
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar, y el candidato a lehendakari Imanol Pradales llegaban a Sabin Etxea poco antes de que cerraran los colegios electorales aparentemente tranquilos, pero con un máxima: “Hay que esperar”. “La jornada ha ido bien. Estoy ilusionado, pero ahora hay que esperar”, insistía. La misma frase que minutos antes había lanzado el presidente del PNV, Ortuzar, que llegaba junto a Itxaso Atutxa y Aitor Esteban y que traslucía que los nacionalistas tenían muchas dudas sobre el resultado. Había nerviosismo en el ambiente.
A la hora en que las televisiones mostraban a la portavoz de EH Bildu exultante por los primeros resultados el hall de Sabin Etxea estaba prácticamente vacío y Urkullu accedía al edificio por el garaje esquivando la prensa que le esperaba en la entrada. La cosa pintaba mal. Ha habido que esperar a que el escrutinio haya dado un empate a escaños para las dos formaciones para que Atutxa, la presidenta del PNV de Bizkaia, compareciera ante la prensa y diera ya casi por seguro que podían ganar las elecciones. Poco a poco han ido llegando los militantes para arropar a su futuro lehendakari. Y ante el temor de la catástrofe el empate a escaños ha desatado la euforia.
A partir de mañana Ortuzar ha asegurado que se pondrán “manos a la obra para formar un Gobierno vasco liderado por el PNV y plural”. “Tenemos un programa sólido y vamos a trabajar para acordar un programa de Gobierno. Contamos con una experiencia y una trayectoria que han demostrado nuestra capacidad para acordar y nuestro compromiso para cumplir”, han señalado.
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