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Los sindicatos cercan al Servicio Vasco de Salud con nuevos indicios de irregularidades en las oposiciones

Opositores de Osakidetza, en una de las pruebas celebradas en mayo

Iker Rioja Andueza

Este viernes se retoman los exámenes de la gran oposición de Osakidetza, que en su conjunto suma 96.000 inscritos para 3.335 plazas de 86 categorías diferentes. De hecho, el BEC de Barakaldo acoge este fin de semana las pruebas más numerosas (Celador, Administrativo, Auxiliares o Enfermería). Sobre el ambiente, sin embargo, sigue sobrevolando la polvareda levantada por las sospechas de manipulación en una veintena de especialidades de medicina hospitalaria, cuatro de las cuales continúan suspendidas temporalmente por el Servicio Vasco de Salud ante los indicios de que se pudieron filtrar las preguntas para beneficiar a facultativos muy concretos. Con una investigación ya abierta en la Fiscalía Superior del País Vasco, los sindicatos continúan pertrechándose de nuevos indicios y documentación.

La pasada semana ELA se adelantó y fue la primera central en acudir a la oficina que dirige Carmen Adán con una denuncia formal en la que alertaba de graves irregularidades en las OPE de especialidades médicas. ESK y LAB, por su parte, tuvieron un primer contacto con la Fiscalía de Álava, que los redirigió a la del País Vasco, que va a centralizar las diligencias de investigación. Estas dos organizaciones entregarán el lunes un 'dossier' a Adán que incluye actas notariales que 'adivinaron' semanas antes de celebrarse el examen de Anestesiología -una de las cuatro categorías paralizadas- quiénes serían algunos de los aprobados y un análisis estadístico de las notas de una decena de exámenes que muestran patrones anómalos para una prueba de gran dificultad, como exámenes casi perfectos en un número de opositores igual al de plazas ofertadas y puntuaciones muy bajas del resto.

ESK y LAB animaron a trabajadores de Osakidetza u opositores que conocieran posibles irregularidades a que contactaran con ellos y, de momento, su llamamiento ha tenido cierto éxito. Desde ESK indican que disponen de “documentación” que indica que en dos especialidades hasta ahora no sospechosas de manipulación se pudieron producir también irregularidades. Como en el caso ya conocido de Pediatría, se trata de preguntas de los exámenes sobre casos clínicos muy concretos que habían sido tratadas de manera extensa en congresos donde habían coincidido miembros de un tribunal y opositores muy concretos. En Pediatría, donde ocurrió algo semejante, Osakidetza decidió no suspender la prueba pero sí no tener en cuenta un ejercicio por una circunstancia muy similar a los que ahora ha detectado ESK.

LAB, igualmente, manifiesta haber recibido información interna para seguir ampliando el informe que se entregará a la Fiscalía. “Queremos tener documentación sólida y consistente para que no nos vuelva a pasar lo mismo que antes”, indica Patxi Nicolau, de ESK. Nicolau recuerda que los tres opositores que en marzo alzaron la voz ante la sospecha de que en la OPE que se iniciaba en mayo pudiera producirse lo que luego ocurrió ya acudieron a la Fiscalía, que archivó las diligencias ante la falta de evidencias contundentes.

Por su parte, el Sindicato Médico de Euskadi (SME) continúa realizando análisis estadísticos de las pruebas médicas. Recientemente, ha indicado que existen indicios de fraude en cuatro de las seis últimas especialidades cuyas notas se han conocido. Son Traumatología, Cirugía General, Cirugía Torácica y Neurocirugía. Nuevamente, en las gráficas presentadas contrastan notas muy elevadas con puntuaciones bajas.

“Tras contrastar los datos, nos hemos puesto en contacto con Osakidetza para pedirles, al igual que en la anterior ocasión, investigue estos procesos selectivos y que no retrase su intervención, con el fin de perjudicar lo menos posible a las personas participantes de los mismos, así como para evitar que la alarma social que ya se ha provocado con las anteriores denuncias siga aumentando”, valora el SME.

En total, las categorías con indicios de posibles irregularidades son ya 19. Los análisis de LAB apuntan a 10, el SME a 16 -algunas son coincidentes- y la propia Osakidetza ha actuado por la “documentación” interna que maneja sobre otras dos especialidades, la citada eliminación de un ejercicio de Pediatría y el caso de Cirugía Plástica, del que no existe ningún tipo de explicación pública.

Ante las nuevas acusaciones del SME, Osakidetza insiste en que los sindicatos “tienen constancia” de que el Servicio Vasco de Salud tiene “en marcha” un análisis de “coherencia” de los resultados de “todas las categorías ya finalizadas” y no sólo de las cuatro en las que se ha actuado cautelarmente. El trabajo ha sido encargado a un experto de la Universidad de Oviedo cuya identidad no ha trascendido y Osakidetza espera contar con esa investigación completada “a la mayor brevedad”. De hecho, se prevé que el fin de semana -coincidiendo con la valoración de los exámenes de la OPE en el BEC- pueda realizarse ya una primera valoración en este sentido, aunque el Gobierno adelanta ya que los informes de LAB y el SME contienen “errores”.

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