Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

La familia del miliciano Pedro Asua recupera sus restos 85 años después en su Galdakao natal

La familia del miliciano Pedro Asua recupera sus restos 85 años después en su Galdakao natal

Maialen Ferreira

0

Este domingo, 19 de marzo se ha cerrado poéticamente un círculo, el de la vida del miliciano Pedro Asua, al volver 85 años después a su Galdakao natal. Meses antes de ser fusilado, estando preso, Asua escribió una carta a su hermana en la que, sin ser consciente de lo que le iba a ocurrir, le expresaba su intención de “volver pronto a Bilbao”, le explicaba que no le quedaba dinero, y le pedía que, si ésta podía, le mandase algo de “dinero o ropas” para poder subsistir. En la carta, se despedía mandando recuerdos a la familia y “un fuerte abrazo de tu hermano que tanto te quiere”. Su hermana guardó aquella carta durante décadas en la mesilla de noche y no supo más de él. Pasaron años hasta que le llegó información sobre su paradero: cuando Bilbao cayó en manos franquistas en junio de 1937 fue cautivo y trasladado a un batallón de trabajadores para realizar labores de manera forzosa en Jaca. Tras una denuncia, fue juzgado por un tribunal militar, condenado a muerte y fusilado el 7 de febrero de 1938 en el mismo cementerio de Jaca. Tenía 21 años.

A pesar de que en la familia siempre supieron que su tío había sido fusilado, no fue hasta 2005 cuando el sobrino de Asua, Josu Larrea, comenzó con la búsqueda del miliciano vasco. El primer paso fue escribir al investigador Paco Etxebarria. Éste le envió el libro de un escritor de Santander, el 'Eco de las descargas', de Esteban E. Gómez, que hablaba sobre la represión que hubo en Jaca. Al final del libro, había una lista de los fusilados, entre ellos la fecha del fusilamiento de su tío, pero con un 'sin nombre' escrito al lado. Como más tarde descubriría, ese 'sin nombre' enterrado en una fosa del cementerio, era Pedro Asua.

La odisea de Larrea por encontrar los restos de su tío siguió en 2007, cuando se dirigió al Ayuntamiento de Galdakao a solicitar información. Después de aquello, viajó a Jaca, donde el escritor Esteban E. Gómez le esperaba con el certificado de defunción de su tío. Fueron al cementerio y, en el libro de registro de enterramientos, teniendo en cuenta el año de defunción y con ayuda de los trabajadores del mismo, pudieron encontrar un lugar en el que posiblemente Pedro Asua pudo ser enterrado.

Con ayuda del Ayuntamiento de Galdakao y las gestiones realizadas por la Sociedad de Ciencias de Aranzadi, lograron el permiso del Gobierno de Aragón y el visto bueno del Ayuntamiento de Jaca para excavar en el lugar en el que supuestamente fue enterrado Pedro Asua. Las excavaciones, que tuvieron lugar entre el 13 y el 14 de octubre, han sido financiadas por el Instituto Gogora en el marco del convenio entre el Gobierno vasco y la Sociedad de Ciencias Aranzadi. Los investigadores, gracias al libro de enterramientos del cementerio, encontraron una fosa común con los restos de un joven menor de 25 años enterrado solo. Tras las pruebas de ADN realizadas, concluyeron que se trata de los restos del miliciano vasco por lo que este sábado han procedido a exhumarlos para llevarlos a su Galdakao natal.

Elgoibar, Orduña y Galdakao formarán el “triángulo de la dignidad”

Este domingo, la familia de Asua ha recuperado sus restos en un acto celebrado junto al cementerio de Elexalde, en Galdakao, en los terrenos que antiguamente pertenecían a la familia. Este acto, según Larrea, implica cerrar poéticamente un círculo, ya que con él, Pedro Asua vuelve a sus tierras, las que hubiera heredado de no haber sido fusilado.

“Es compromiso del Gobierno vasco mantener la memoria de nuestros gudaris y milicianos, el compromiso con la verdad, y la dignidad”, ha expresado el viceconsejero de Memoria, Derechos Humanos y Cooperación, José Antonio Rodríguez Ranz, durante el acto de entrega de los restos de Asua a su familia, en el que ha anunciado que Galdakao contará con un Columbario de la Dignidad tras acordarlo así con el Ayuntamiento. “Elgoibar, Orduña y Galdakao conformarán un triángulo simbólico, el triángulo de la dignidad, reflejo de la memoria viva de un país y de su compromiso con los principios y valores que inspiraron su lucha: la libertad, la democracia y la justicia social”, ha indicado.

Según han anunciado, el futuro Columbario de Galdakao se construirá en las inmediaciones del cementerio de Galdakao, en el barrio Elexalde. La necesidad surge tras las recientes exhumaciones de los cementerios de Orduña y Begoña, ya que los existentes (Elgoibar y Orduña) quedarán casi completos una vez alberguen los restos de las 57 personas exhumadas en el Cementerio de Orduña, en diciembre de 2022.

Desde el Ayuntamiento de Galdakao han informado de que “los primeros restos que se trasladarán al Columbario de la Dignidad serán los de Asua. Un columbario para la memoria y la dignidad en el que tendrán cabida los gudaris y milicianos fallecidos en la Guerra de 1936. Situado en la zona que atraviesa el Cinturón de Hierro, el columbario estará ubicado en unas tierras que fueron estratégicas durante la guerra. Galdakao seguirá en la vía de recuperación de la memoria histórica, en este caso trabajando en el diseño e instalación del nuevo columbario de Bizkaia”, hamn concluido.

Etiquetas
stats