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¿Qué ocurriría si la danza se enseñase en los institutos? El coreógrafo Iker Gómez imparte valores a adolescentes a través de este arte

El coreógrafo Iker Gómez en un taller de danza con adolescentes en Bilbao

Maialen Ferreira

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“La danza es la hermana desconocida del baile”, lamenta el coreógrafo Iker Gómez frente a once alumnos de la escuela Txurdinaga Behekoa, en Bilbao. El gimnasio del colegio se ha convertido este jueves en pista de baile y los jóvenes de 16 y 17 años, sin esperarlo, en bailarines capaces de crear su propia coreografía. “Es la magia de este arte que todos llevamos dentro, pero que vamos desaprendiendo con los años”, asegura Gómez.

Este coreógrafo y bailarín ha presentado en Azkuna Zentroa el proyecto escénico Un día Cisne en el Teatro, que fomenta los valores sociales y la convivencia a través de la danza, pero antes ha impartido un taller en dos colegios bilbaínos, IES Juan Antonio Zunzunegui BHI y en el IES Txurdinaga Behekoa BHI. “Si considerásemos la danza como algo importante, yo no estaría aquí impartiendo este taller, porque habría una asignatura y un profesor que les enseñara lo que es la danza. No se comprenden los valores que hay detrás de la danza, pero en Portugal tienen danza en la enseñanza pública”, señala Gómez.

El taller se ha basado en dos partes. La primera ha consistido en la repetición de una serie de movimientos que componen una coreografía creada por Gómez. Los alumnos observaban a los bailarines Rubén Cobas y Xana Llaneza y al propio Gómez y repetían los movimientos primero sin música y luego con ella. La segunda parte consistía en improvisar por parejas para crear una coreografía acorde con la letra de la canción de la coreografía anterior y bailarla delante de sus compañeros.

“En un primer momento los alumnos se sienten perdidos, no saben qué hacer, por eso primero bailo yo con ellos. Luego, les doy una hoja con la letra y ya tienen a qué sostenerse, tienen las palabras y de ahí crean los movimientos. Llegan fríos, pero poco a poco se van soltando y crean un vínculo entre ellos, por eso es mejor que estén en pareja en lugar de solos”, explica el bailarín creador de la compañía de danza Nowhere Theater.

No es la primera vez que Alexandra y Mario bailan. Ella de pequeña acudió a clases de ballet y él a Euskal Dantza o danzas vascas. Sin embargo, para ambos ha sido una sorpresa el taller dirigido por Iker Gómez.

“No me esperaba nada, no tenía mucha confianza porque siempre he creído que bailo mal, pero me ha gustado mucho. En general en la escuela las artes no tienen mucha importancia y deberían. Yo nunca me he interesado mucho por la danza, pero me ha gustado”, cuenta Mario, de 17 años, tras finalizar el taller. Alexandra, por su parte, añade que a ella le hubiera gustado estudiar danza en el instituto.

Para los alumnos, la parte más complicada es la relacionada con la memoria coreográfica. “La memoria se trabaja y es el propio cuerpo el que sin que la mente sea del todo consciente, lo recuerda. El cuerpo lo va interiorizando, pero la memoria coreográfica se entrena. La danza es algo que todos llevamos dentro desde que nacemos, desde que sentimos el latido del corazón de nuestra madre cuando estamos en su tripa. Es por eso que los niños al escuchar música sonríen y les gusta, porque el cerebro lo reconoce como algo feliz y que le da paz”, señala Gómez.

El proyecto “Un día Cisne en el Teatro” se desarrolla en formato de taller-espectáculo dividido en tres partes, donde las diferentes comunidades de públicos participan activamente. Por una parte, la página web 2.0 del proyecto, que permite un acceso libre a sus contenidos y juegos interactivos en torno a la danza. Por otra, la práctica del movimiento y la memoria coreográfica como punto de partida para desarrollar la creatividad a través de la danza. En esta parte, el artista invita a las personas participantes a aprender una coreografía concreta como introducción al concepto de memoria coreográfica. Y una tercera, centrada en la representación escénica de “Un día Cisne en el Teatro”, acompañada de un coloquio entre el público, las y los intérpretes de la pieza y el coreógrafo.

La compañía Nowhere Theater, fundada en el 2007 por el coreógrafo vasco, ha realizado un total de seis producciones escénicas de larga duración. Tres de estas producciones han sido seleccionadas para el Circuito Nacional de Danza de la RED de Teatros Alternativos. Además ha participado en diferentes festivales como Temporada Alta, el Festival BAD, el MOV-s, Festival LOLA o el Festival EN-tránsito y en países como Francia, Italia, México, Serbia, Brazil, Rusia, Bulgaria o Grecia. Desde hace cinco años el trabajo de la compañía se centra en crear proyectos para la visualización y el acercamiento a la danza, y en la difusión del enorme conocimiento que se puede generar a través de esta.

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