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'Odisea 1937', la desconocida vida de los hospitales del Gobierno de Euzkadi en el exilio durante la Guerra Civil

Enfermeras vascas durante la Guerra Civil en el exilio, en el hospital francés La Roseraie

Maialen Ferreira

Bilbao —

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Gotzone Aranzibia Arregi (Bilbao, 1919-2015) se graduó en Enfermería en 1936, justo cuando se produjo el golpe de Estado que dio lugar a la Guerra Civil. Iniciado el conflicto, ejerció como enfermera de guerra en la Sanidad Militar del Gobierno de Euzkadi, prestando servicio en el hospital de convalecencia habilitado en el palacio de Mentxaka de Leioa. En ese mismo hospital conoció al que tiempo después se convertiría en su esposo, Alfonso Mezo, administrador del hospital. A mediados de junio de 1937, cuando se produjo el cerco de Bilbao y la caída parecía inminente, los heridos en condiciones de viajar y el personal sanitario fueron evacuados a Santander. Allí permanecieron hasta finales de agosto, cuando ante el avance franquista y la previsible caída de Santander, 400 heridos y personal sanitario, entre ellos Gotzone, fueron trasladados a Francia a bordo del mercante británico “Bobie” fletado por el Gobierno vasco de entonces, desembarcando en La Roseraie, un hotel de lujo ubicado en Bidart adquirido por el Gobierno de Euzkadi y convertido en hospital de guerra y residencia de mutilados.

Allí continuó trabajando hasta la invasión de Francia por parte del ejército alemán, en la primavera de 1940, durante la Segunda Guerra Mundial. Tras lo ocurrido, Gotzone consiguió volver a Bilbao y, aunque no sufrió ningún tipo de persecución a su vuelta, no le permitieron volver a trabajar en un hospital público ni institución debido a que debía jurar los principios del Movimiento Nacional Franquista, algo que se negó a hacer durante toda su vida. A pesar de ello, consiguió trabajar como enfermera en la consulta privada de un dentista, se casó con su prometido Alfonso Mezo y tuvieron seis hijos.

Cinco de ellos sonríen y se emocionan al ver las fotografías de su madre como enfermera en La Roseraie, que han pasado del álbum familiar a la exposición 'Odisea 1937' ubicada en las Juntas Generales de Bizkaia, en Bilbao, un emocionante recorrido visual por una de las páginas menos conocidas de la Guerra Civil. En las fotos, Gotzone aparece junto a sus compañeras enfermeras y también con los pacientes enfermos y mutilados. “Mi madre hablaba muchísimo de La  Roseraie porque ella llegó sola al hospital y entre todos se cuidaron como si fueran una familia. En Francia no estaban en guerra en ese momento, pero trabajaban con heridos de guerra y crearon un gran vínculo que mantuvieron una vez volvieron a Euskadi”, relata su hija mayor a este periódico, que comparte con su madre el nombre y su afición por cuidar a los demás.

Gotzone, viendo una fotografía antigua de su madre, la enfermera Gotzone Aranzibia

“A mi madre le hubiera encantado trabajar en el Hospital de Basurto, en Bilbao, porque allí estudió Enfermería y conocía al personal médico, pero se negó rotundamente a jurar los principios franquistas después de todo lo que vivieron tanto ella como mi aita”, reconoce Gotzone, que ha acudido con cuatro de sus hermanos -el quinto no ha podido por motivos laborales- a la presentación de la exposición que viaja por la vida de su madre y también de Federico González Santiago y Manuel Arumbarrena, combatientes vascos heridos en 1937 durante la defensa de Bilbao.

El eje central de la muestra, comisariada por Aitor Miñambres Amezaga, director del Museo Memorial del Cinturón de Hierro de Berango y Mauro Saravia, periodista y fotógrafo especialista en Memoria Histórica y Derechos Humanos, es la historia del hospital La Roseraie, que entre 1937 y 1940 acogió a más de 1.600 combatientes y civiles vascos. El hospital, impulsado por el Gobierno de Euzkadi tras la caída de Bilbao, se convirtió en un espacio de recuperación física y emocional, pero también de formación profesional, vida comunitaria, con talleres, actividades académicas, deportivas y hasta una coral compuesta por heridos de guerra. Algunos combatientes heridos pasaron también por el vapor Habana, habilitado como barco-hospital, que estuvo atracado durante la contienda bélica cerca de Burdeos. Supuso otro importante centro de recuperación para combatientes del bando republicano.

Gudaris y milicianos heridos y mutilados durante la Guerra Civil en el hospital del Gobierno de Euzkadi La Roseraie en Francia

'Odisea 1937' ofrece un montaje visual que combina más de 40 fotografías históricas, paneles informativos, mapas y una línea del tiempo que contextualiza los hechos desde el inicio de la Guerra Civil hasta el final de la Segunda Guerra Mundial y la larga postguerra. Además de la historia de Gotzone, la muestra visibiliza la vida de Federico, quien tras múltiples hospitalizaciones y un arriesgado exilio por mar, terminó trabajando en el frente de guerra francés. Después fue internado en un campo de concentración a su regreso a España, y no vio reconocidos sus derechos como mutilado de guerra hasta 1979. “Esta exposición es un acto de justicia histórica. Rescata del olvido a quienes lo dieron todo por la libertad y la democracia, y cuyos nombres, durante mucho tiempo, fueron silenciados”, afirma Mauro Saravia.

Documentación y objetos de la época en la exposición 'Odisea 1937' en las Juntas Generales de Bizkaia, en Bilbao

Por su parte, la Presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui Biteri, destaca que la muestra es también “un acto de reconocimiento y de humanidad”, ya que a través de las historias del combatiente Manuel Arumbarrena o del mismo Federico González, y de la enfermera de ambos, Gotzone Arancibia, “se nos revela el rostro humano del exilio, del dolor y de la dignidad”. Tres nombres que representan a miles de personas que “vivieron una experiencia marcada por la pérdida, la resistencia y la solidaridad” y que se convierte “en una memoria viva que interpela a las generaciones actuales”, asevera.

La exposición se completará el miércoles 17 de septiembre, a partir de las 18:00 horas, con una conferencia a cargo de los comisarios Aitor Miñambres y Mauro Saravia, quienes explicarán en la sala de conferencias de la sede parlamentaria de Bilbao el proceso de investigación y recuperación del archivo, la importancia de mantener viva la Memoria Democrática y detalles sobre lo acontecido por los tres protagonistas. El acceso será libre hasta completar el aforo.

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