La sokamuturra divide a los vecinos de Getxo: el “futuro de la tradición y ganadería” contra el “maltrato animal”
A principios de agosto el Puerto Viejo de Algorta en Getxo ha sido escenario un año más de la sokamuturra, un festejo taurino popular tradicional de Euskadi que consiste en soltar una vaca o novillo por las calles, atado a una soga. Se trata de una actividad que se desarrolla en varias localidades vascas, como Durango, Azpeitia, Tolosa o Pasaia, pero en el caso de Getxo ha generado gran controversia entre sus vecinos. Por un lado, en contra de la actividad, bajo la plataforma Sokamuturra Ez, se han desarrollado varias protestas y una recogida de firmas que ya acumula más de 9.300. Por el otro, un centenar de vecinos ha creado la asociación Getxon Sokamuturra Zezen Elkartea con el objetivo de defender el festejo taurino y que éste no desaparezca.
“La sokamuturra es un espectáculo de Euskadi con vaquillas ensogadas que se realiza cada agosto en las fiestas del Puerto Viejo de Algorta, Getxo (Bizkaia). Durante horas, unas 50 cuadrillas (unos siete jóvenes por cada una) azuzan por turnos a tres vaquillas para conseguir subirse a un poste y lograr una clasificación. Sin embargo, detrás de esta tradición hay un sufrimiento animal inaceptable. Estas vaquillas son separadas de su entorno, transportadas en camión en condiciones estresantes, con los cuernos recortados y vendadas para impedirles ver. Tras el viaje, esperan dentro de un camión con los ojos vendados, y sueltan a la vaquilla atada a una cuerda en una playa. Es sometida a gritos, provocaciones diversas y persecuciones por decenas de jóvenes, muchos bajo los efectos del alcohol. Y entre los espectadores hay muchos niños”, lamentan desde la plataforma Sokamuturra Ez.
Ante las protestas, un centenar de vecinos se ha unido para crear Getxon Sokamuturra Zezen Elkartea, una asociación que busca “preservar la sokamuturra del Puerto Viejo de Getxo”, pero también “informar sobre la historia e importancia de este tipo de festejos, promoviendo la recuperación de festejos perdidos a lo largo de estos años”. “Dado que en los últimos tiempos se han iniciado acciones específicas con el principal objetivo de erradicar nuestra sokamuturra, hemos considerado necesario crear una asociación para protegerla. La desinformación, los intereses particulares y las amenzas han sido las principales herramientas que se han utilizado contra la sokamuturra”, critican desde la nueva asoaciación.
Este periódico ha entrevistado a los portavoces de ambas asociaciones. El principal argumento contra el festejo, según la portavoz de Sokamuturra Ez, Nerea Landa, es el “maltrato” al que se le expone al animal. “Es algo impropio del siglo XXI y que la mayoría de municipios ha eliminado de sus fiestas. Hay grupos en la sociedad que quieren mantener y recuperar espectáculos taurinos y si les dejamos más espacio podemos ser testigos del retroceso de los derechos sociales y de los animales”, reconoce Landa.
La vaquilla es sometida a gritos, provocaciones diversas y persecuciones por decenas de jóvenes, muchos bajo los efectos del alcohol
Según describe, “informes veterinarios alertan de que las vaquillas de la sokamuturra sufren maltrato”. “Muestran claros síntomas de miedo, sufrimiento y estrés: salivación excesiva, movimientos nerviosos de la cola, arrastre de pezuñas e intentos de huida, lo que con frecuencia termina en enredos, caídas, golpes y lesiones graves”, defiende.
Por su parte, el portavoz de la asociación Getxon Sokamuturra Zezen Elkartea, quien prefiere no dar su nombre, además de “la importancia de mantener una tradición que comenzó en los años 70”, justifica su postura destacando el trabajo de los ganaderos. “Hay en Euskadi cerca de 1.000 vacas bravas (el tipo de vaquilla que se utiliza para festejos taurinos como encierros o sokamuturra) repartidas en 10 ganaderías. Cada animal realiza una media de seis salidas al año de unos 10 minutos cada una, pasando el resto del tiempo en pastos y montañas. Entre ellas, destacan las razas autóctonas en peligro de extinción como la Casta Navarra y la Betizu. Después de cada salida, los animales regresan a su lugar de residencia”, detalla el portavoz, que subraya que a pesar de que las críticas sostienen que las vaquillas de la sokamuturra de Getxo son “bebés” o “vacas jóvenes”, “son adultas de hasta 14 años”.
Sobre la experiencia de las vaquillas en la sokamuturra y en otros festejos taurinos, desde Getxon Sokamuturra Zezen Elkartea sostienen que es el propio ganadero el que decide a cuál llevar según a qué fiesta. “Son rápidas e inteligentes. Su comportamiento cambia a medida que ganan experiencia. Así, las vacas bravas aprenden, por ejemplo, a subir y bajar del camión solas, a dosificar sus fuerzas en las calles y a calcular cuándo tienen la oportunidad de embestir. En este proceso de aprendizaje, el papel del ganadero es fundamental. El ganadero conoce cómo es cada uno de sus animales, sabe el nivel de experiencia que tienen, y en función de eso decide qué animal llevar a cada plaza. No es lo mismo acudir a una plaza asfaltada que a una de arena, o actuar con cuerda o sin ella... Por tanto, una de las tareas del ganadero es seleccionar el animal más adecuado para cada escenario”, aclaran.
Hay mucha desinformación entre las personas que critican estos festejos, la realidad es que hay pocas personas que conocen el mundo de la ganadería
En este sentido, el portavoz de la nueva asociación sostiene que existe cierta “hipocresía” en quien ve maltrato animal en una sokamuturra, pero no en un encierro o en el consumo de la carne. “Es cierto que puede llamar más la atención ver a una vaca atada entre varias personas, pero esas vacas están mejor cuidadas que muchos animales que después van al matadero. Ellas regresan a sus casas y viven mucho más que las que se consumen. Hay mucha desinformación entre las personas que critican estos festejos, la realidad es que hay pocas personas que conocen el mundo de la ganadería”, señala el portavoz, que explica que desde la asociación trabajan en realizar una serie de visitas a los caseríos y ganaderías para que los vecinos de Getxo conozcan esa realidad.
A pesar de ello, desde Sokamuturra Ez entienden que las fiestas deben vivirse “sin ningún tipo de violencia”. Y para ello, defienden que sean las propias leyes las que busquen salvaguardar los derechos de los animales. En este sentido, el Ayuntamiento de Getxo ha hecho un llamamiento al “consenso basado en el diálogo” respecto al futuro en las fiestas del municipio de la sukamuturra. A través de un comunicado el Consistorio ha recordado, “tal y como ha reiterado” en las reuniones con representantes del colectivo Sokamuturra Ez, que la comisión de fiestas del Puerto Viejo cumple con la normativa vigente, tanto a nivel municipal como con la ley del Gobierno vasco.
Landa reconoce que en dicha reunión, celebrada en enero, se acordó una “mesa de diálogo” que a día de hoy no se ha producido, y que el Ayuntamiento permite la celebración de la sokamuturra tras firmar una Certificación del Ayuntamiento sobre el arraigo popular del espectáculo y llegar a un acuerdo municipal en el que se aprueba la celebración del evento. Una vez realizados estos pasos, el Gobierno vasco permite que se celebre al considerarlo dentro de los “espectáculos taurinos tradicionales”, es decir, aquellos en los que “intervienen reses de ganado bovino bravo, consistentes en encierros, suelta de reses, toreo de vaquillas, sokamuturras y aquellos de naturaleza similar que no lleven aparejada la muerte de la res”.
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