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Escuchas policiales, gasolina y un grupo criminal: el incendio que paralizó la Justicia en Ibiza

Efectivos policiales trasladan a uno de los detenidos por los incendios de los juzgados de Eivissa y del edificio ocupado de es Viver.

Esther Cabezas

Eivissa —

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El 21 de enero de 2019, la sede de los juzgados de Eivissa arrancó a arder. Las llamas se iniciaron en la 2ª y en la 3ª planta y se extendieron por todo el edificio. Las funciones de guardia, el Juzgado de Violencia Sobre la Mujer y las actuaciones urgentes eran los únicos servicios de la Administración de Justicia de las Pitiüses que funcionaban con “normalidad”. El resto de servicios quedaron parados hasta tal punto que el Consejo General del Poder Judicial declaró el 24 de enero de 2019 la paralización de la actividad judicial.

Desde el inicio, los investigadores sospecharon que el incendio había sido intencionado. Ahora, el juicio está visto para sentencia: la titular del juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa, Clara Ramírez de Arellano, ha considerado probado en la vista oral que dos hombres, que responden a las iniciales de J.C.V. y F.F.F., provocaron el fuego, por lo que se enfrentan a 4 años y 10 meses de prisión y a una multa de 6.000 euros.

La magistrada asegura en sus conclusiones que el objetivo de los dos incendiarios fue “la firme finalidad de paralizar la actividad judicial” y destruir las causas abiertas contra el primero de los acusados, J.C.V. Además, la acusación concluye que el incendio causó “daños de extraordinaria transcendencia”, llegando a menoscabar gravemente la Administración de Justicia en el partido judicial de Eivissa y Formentera.

Al inicio de la vista, J.V.C y F.F.F. se negaban a establecer un acuerdo de conformidad por el que las penas hubieran quedado en 3 años para cada uno de ellos. Por lo tanto, Ramírez de Arellano daba comienzo a la vista con la reproducción de las grabaciones realizadas a los dos individuos durante la investigación, pruebas en las que la jueza se ha basado para confirmar las condenas.

Una de las claves ha sido una conversación intervenida entre los acusados por la Policía Nacional en la que uno de ellos decía al otro “si supieran que lo hicimos nosotros”, a lo que el otro contestaba “no hables, no hables que han estado en el coche”, en referencia al vehículo de uno de los acusados donde mediante orden judicial se realizaron estas escuchas. Los dos acusados rechazaron durante el juicio todos los cargos que se les imputaban, argumentando que todo el proceso era fruto de una trama mediática y policial contra ellos.

Cómo se quemó el edificio

Sobre las 04:45 horas del día 21 de enero de 2019 los acusados, “aprovechando la poca luz en la zona, actuando de común acuerdo y con ánimo de menoscabar la propiedad ajena, accedieron al edificio con la ayuda de una escalera de aluminio”. Al parecer, según la investigación, mientras uno de ellos realizaba tareas de vigilancia, el otro accedió al inmueble rompiendo una ventana del segundo piso, en la que se encontraba el juzgado de Instrucción numero 2, “que uno de los detenidos conocía muy bien”, según las pesquisas, en referencia a J.C.V. , “que tenía diferentes procesos abiertos”, algunos aún sin finalizar a día de hoy.

El individuo accedió a la segunda planta del edificio con una escalera y prendió fuego con gasolina. Un integrante de la Brigada Provincial de la Policía Judicial aseguraba que el fuego contaba con cuatro focos independientes. Además, una ventana y una puerta habían sido forzadas y también se encontraron garrafas de plástico con gasolina y mecha, dándose la circunstancia que los acusados habían sido empleados de una empresa relacionada con la extinción de incendios y que conocían muy bien como se podía provocar un fuego que se propagara fácilmente.

Todas las emergencias que actuaron en aquellos momentos incidieron en la fuerza del fuego, incluso los bomberos aseguraron en el juicio que el incendio se desarrolló muy rápido. “Había mucha carga térmica, nos costó mucho llegar a las llamas. Es una suposición, pero es muy posible se utilizara acelerante”, comentaron. La extinción total les llevó unas 4 horas “con detonaciones y expedientes volando”. Además, un agente de la Policía Nacional que se personó en los juzgados vio a un hombre cruzando: era F. F.F., que en aquellos momentos explicó que se encontraba en aquel lugar porque iba a comprar comida.

Fue imposible para los bomberos parar un fuego en el centro de la ciudad de Eivissa, mientras una enorme columna de humo se extendía por toda la ciudad fruto de la combustión de archivos y expedientes.

“Planearon atentar contra nosotros”

Otra negra y espesa columna de humo cubría el cielo ibicenco el 13 de mayo de ese mismo año, 2019, cuando un edificio ocupado en el barrio ibicenco de es Viver, un esqueleto a medio construir donde se refugiaban alrededor de 88 personas, salía ardiendo total y rápidamente. En este suceso moría una de sus ocupantes, Rossanna Venturini, y algunas personas tuvieron que ser rescatadas del tejado por un helicóptero. El olor a neumático se extendía por toda Eivissa. A las vecinas y vecinos que vivían allí en esos momentos les dio tiempo a salir con lo puesto y tuvieron que presenciar con impotencia desde la calle, como su vecina, sus animales y todas sus pertenencias se quedaban allí dentro.

Uno de los acusados en el suceso de la sede judicial, J.C.V., está cumpliendo condena en estos momentos por aquellos sucesos que fueron juzgados hace dos meses, aunque sorpresivamente el fiscal retiraba la acusación en el último momento a F.F.F. por considerar que no fueron coautores del incendio, como sí ha sido probado en este caso. Según se concluyó en el juicio, J.C.V. “que paseaba por las inmediaciones”, tiró “casualmente” un mechero que fortuitamente prendía fuego a un edificio que ardió en minutos y que requirió de la actuación de los bomberos durante todo el día para extinguirlo.

Las pesquisas seguidas y las pruebas que recogía la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía Nacional, la UDEV, que ya tenía a J.C.V. y F.F.F. en el punto de mira por los sucesos de los juzgados, fueron lo que los llevó a la detención de estos individuos en el mes de mayo. Se cerraba el círculo.

Así lo ha contado el inspector jefe de la UDEV de Eivissa a elDiario.es: “En los juzgados había cuatro focos de incendio, dos en cada una de las dos plantas que correspondían a los juzgados de instrucción. Sabiendo que era provocado analizamos qué grupos criminales tenían pendientes causas relevantes. Los indicios indicaban que era algo elaborado y los elementos lo relacionaban con la isla y un modus operandi que ya habíamos visto antes. De este modo centramos la investigación en un grupo concreto”.

Sabiendo que era un incendio provocado, analizamos qué grupos criminales tenían pendientes causas relevantes. Los elementos lo relacionaban con la isla y un modus operandi que ya habíamos visto antes, así que centramos la investigación en un grupo concreto

Inspector jefe de la UDEV de Eivissa

Para ello se creo un grupo específico dentro de la comisaria que, dada la gravedad de los hechos, recibió apoyo de la unidad de Palma y que dispuso de toda la colaboración necesaria de las unidades centrales. Sin embargo, cuando se produjo el suceso de es Viver los investigadores tuvieron claro que la dirección de las pesquisas era la correcta, ya que los indicios del incendio los llevaron a relacionarlo con el mismo grupo.

“La investigación estaba siendo muy difícil. Ya habían sido investigados y nos conocen perfectamente, también los vehículos policiales, con lo que es fácil ser descubiertos. Cuando pasó lo de es Viver supimos que eran ellos, ya que, además de en los juzgados, antes habían provocado diferentes incendios para eliminar pruebas de sus delitos”, afirma. Las pesquisas se hicieron tan complicadas que los delincuentes implicados en estos hechos “han planeado atentar” contra los agentes que la UDEV, incluso en la vista oral del incendio de es Viver uno de los acusados amenazó en dos ocasiones al jefe de la unidad después de su declaración ante la jueza.

Por otra parte, según la investigación, estos individuos forman parte de un grupo criminal organizado contactado con grupos de fuera de la isla. “Aunque en principio ellos no son violentos, sí tienen conexiones con otros grupos violentos. Sin embargo, se descartó la implicación de otras personas. Lo de los incendios es una actuación aparte de este grupo en una deriva de consumo de drogas y de pérdida de límites. Igual vieron la película de Narcos y decidieron quemar los juzgados, sin pensar en que el Estado se les iba a echar encima”, comenta el policía. Además, el jefe de la UDEV asegura que en ningún momento han mostrado arrepentimiento. “Ni siquiera por la muerte de esta mujer que murió en el edificio”, señala. En octubre del 2019, cinco de los integrantes del equipo de la UDEF recibían recibían la cruz al mérito policial con distintivo rojo.

Aunque en principio ellos no son violentos, sí tienen conexiones con otros grupos violentos. Igual vieron la película de Narcos y decidieron quemar los juzgados, sin pensar en que el Estado se les iba a echar encima

Jefe de la UDEV en Eivissa

Sin embargo, la investigación sobre estos dos incendios solo es una parte que se enmarca “dentro de otra de más envergadura”. Dentro de ella hay alguna pieza separada que no se ha juzgado todavía. “Cuando investigas se van encontrando otros delitos. Incluso, conseguimos parar un delito grave, aún a riesgo de poner en peligro la investigación porque pensamos que podía haber riesgo para las personas”, afirma el inspector jefe. Además, quedan por juzgar algunos casos grandes e importantes que se convirtieron cenizas en el bloque de ladrillos que albergaba los juzgados de Eivissa. Parece ser que esto no ha acabado.

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