Los ocho minutos que definirán el futuro del Brexit: Johnson se la juega en una votación ajustada
Ocho minutos definirán este sábado el futuro del Brexit y de Boris Johnson como primer ministro. Ese es el tiempo que tendrán los diputados británicos una vez suenen por todo el barrio de Westminster las 384 alarmas que indican a los representantes que tienen que votar. Entonces la sala principal de la Cámara de los Comunes se vaciará y los diputados se dividirán entre el pasillo del sí al acuerdo negociado por Boris Johnson y la UE y el pasillo del no. Pasados los ocho minutos se hace el recuento y todos vuelven a entrar en la sala.
Johnson necesita más síes que noes y si todos los parlamentarios votan, la mayoría está en 320. Sin embargo, solo hay 287 diputados conservadores. El Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, socio del Partido Conservador, ya ha confirmado que sus 10 representantes no pueden apoyar el acuerdo por las diferencias de trato que genera en esta región respecto al resto de Reino Unido. Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, también ha dicho que votará en contra del acuerdo. Con estos datos, Johnson lo tiene complicado, pero no imposible. Algunas estimaciones apuntan a una ajustada votación en la que Johnson podría quedarse a tan solo dos votos de la victoria.
Si este sábado todos los conservadores votan a favor del acuerdo –incluidos los tories que se rebelaron contra Theresa May, apodados como 'espartanos'– y no hay abstenciones [diputados que no van ni a un pasillo ni a otro], Johnson necesitaría 33 votos más. Los 'espartanos' no votan en bloque y no han confirmado su apoyo, pero todo indica que la gran mayoría votará a favor. Este grupo de 28 votó tres veces en contra del acuerdo de May porque creía que podría atrapar a Reino Unido en la unión aduanera de forma indefinida. El nuevo texto negociado elimina esta posibilidad.
Otro de los grupos más importantes este sábado será el compuesto por los 21 antiguos diputados conservadores que fueron expulsados del grupo parlamentario tras votar a favor de la ley que obliga a Johnson a pedir una nueva prórroga si el Parlamento rechaza su acuerdo (y la salida sin acuerdo). Sin embargo, según los cálculos de los medios británicos, lo más probable es que todos ellos, excepto tres o cuatro, voten a favor del texto. Ya solo faltan 16 votos.
A esto se suman otros dos antiguos tories que también votarán a favor del acuerdo: Nick Boles y Charlie Elphicke. Quedarían 14. Según informa Sky News, cuatro antiguos laboristas que no tienen lealtad a Corbyn también se han mostrado favorables al acuerdo (Ian Austin, John Woodcock, Kelvin Hopkins y Frank Field)- Quedarían 10.
Ahora entra en juego el Partido Laborista –partiendo de que el resto de grupos como Lib Dems y el Partido Nacional Escocés votarán en contra– ¿Cuántos rebeldes laboristas podría conseguir Johnson? Cinco de ellos ya votaron a favor del acuerdo de May el 29 de marzo, de los cuales dos ya han confirmado que irán al pasillo del 'sí'. Si los otros tres hacen lo mismo, Johnson sumaría 315 votos. Quedan cinco. Otro diputado laborista, Ronnie Campbell, ha confirmado que votará el acuerdo. Quedan cuatro.
“No apoyo a Boris Johnson, intento apoyar este acuerdo en el Parlamento”, ha afirmado Campbell. “Tengo mucha presión. Tenemos un partido que defiende la permanencia, pero toda mi vida he defendido la salida... He votado contra Europa durante 30 años. Todo el mundo espera chasquear los dedos y que yo me de la vuelta. Bueno, no puedo hacerlo”.
Un análisis aún más ajustado elaborado por Financial Times sitúa la suma en 318, a tan solo dos de la mayoría. Esta suma sale de sumar un diputado Lib Dem y un rebelde laborista más.
La votación de este sábado tiene por objeto cumplir una parte de los criterios para ratificar el acuerdo de salida, pero si Johnson consigue la mayoría, se tendrán que convocar más votaciones para la semana que viene y poder completar el proceso antes del 31 de octubre.
Desde la Segunda Guerra Mundial, el Parlamento británico solo se ha reunido cuatro veces un sábado. La última, el 3 de abril de 1982 cuando Argentina invadió las Malvinas. 37 años después, la Cámara de los Comunes vuelve a juntarse un sábado para votar por cuarta vez un acuerdo de salida de la UE.
Los diputados le han dictado los tiempos a Johnson, que intentó suspender el Parlamento para evitarlo –decisión declarada ilegal por el Tribunal Supremo–.Una ley aprobada de emergencia poco antes de la breve suspensión parlamentaria obliga a Johnson a pedir a la UE una prórroga hasta el 31 de enero de 2020 si el Parlamento no aprueba el acuerdo para el 19 de octubre y si rechaza una salida sin acuerdo.
Sería la tercera prórroga que pediría Reino Unido, atrapado en un bucle sin salida.