Mario Draghi, premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional
Con esta frase, en plena recesión económica, pasó Mario Draghi a la historia: “Haremos lo que sea necesario para preservar el euro”. Corría el año 2012 y Draghi era presidente del Banco Central Europeo. Desde ese puesto lidió con la crisis de deuda soberana de la eurozona y con esas palabras logró calmar los mercados. Ahora, la Fundación Princesa de Asturias ha decidido otorgarle el premio de Cooperación Internacional 2025, un galardón que el año pasado recayó en la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, y que generalmente recae en ONG o en campañas sociosanitarias.
Según el jurado, “Draghi ha promovido el multilateralismo, la cooperación entre los Estados miembros y el fortalecimiento institucional y económico de la Unión, así como su papel en la escena global”. Además, lo califican de “símbolo de una Europa unida, libre, fuerte y solidaria” y consideran que “ha defendido con independencia y visión de largo plazo el crecimiento y la mejora de la competitividad, centrada en tres transformaciones: innovación, descarbonización y seguridad económica, apelando a las políticas comunes de salud, transición energética y digitalización”
Conocido como ‘Súper Mario’ en sus tiempos de hombre fuerte de la economía europea, este tecnócrata nacido en Roma en 1947 llegó luego a ser primer ministro de Italia, pero su mandato de corte duró poco, como ha solido ser tradición en el país transalpino. Allí era conocido por su actividad hasta 2001 como director del Tesoro Público, que desde 1991 jugó un papel decisivo en la privatización de empresas estatales.
Tras su salto a Europa, desde el BCE Draghi sentó las bases de una mayor cohesión en las políticas económicas: en plena crisis, compró deuda pública de España, Italia o Grecia, entre otros, una medida en la senda de la mutualización (compartir las cargas financieras) y que sentaría las bases del Programa de Compras de Emergencia por la Pandemia.
Además, Draghi durante su mandato redujo los tipos de interés, llegando a niveles negativos (un -0,50%) en septiembre de 2019, poco antes de que abandonara la institución. Con estas medidas estimuló la concesión de créditos y dinamizó la economía.
Su último servicio a la causa de la Unión Europea lo prestó en septiembre del año pasado, cuando presentó el que popularmente se conoce como “Informe Draghi”, un extenso documento con su receta para que Europa no se quede descolgada de potencias como Estados Unidos y China; básicamente una especie de 'Plan Marshall' con una inyección de entre 750.000 y 800.000 millones de euros al año para situar a la UE en condiciones de competir con otras grandes potencias: “Para digitalizar y descarbonizar la economía y aumentar la capacidad de defensa de la UE, la inversión total en relación con el PIB tendrá que aumentar en torno a 5 puntos porcentuales del PIB de la UE al año”.
En un comunicado difundidio por la Fundación, Draghi ha dado las gracias por el galardón: “Es para mí un gran honor recibir el Premio Princesa de Asturias. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a la Fundación Princesa de Asturias por esta gran distinción, que refleja los valores del conocimiento, del servicio público y de la cooperación internacional y que recuerda el compromiso de una Europa unida, libre, fuerte y solidaria”.
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