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Reino Unido, Alemania y Francia no logran avances en una reunión con Irán mientras continúan los ataques con Israel

El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, durante una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU el año pasado.

elDiario.es

20 de junio de 2025 09:09 h

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Mientras continúa el intercambio de ataques entre Israel e Irán, la vía diplomática para poner fin a las hostilidades se ha abierto tímidamente este viernes en Ginebra, donde se han reunido los ministros de Exteriores de Reino Unido, Francia y Alemani, con su homólogo iraní, Abbas Araqchi, además de la jefa de la diplomacia europea.

Esta apertura llega después de que el presidente de EEUU, Donald Trump, anunciase ayer que se pensará durante dos semanas si atacar o no Irán, como le viene reclamando el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, desde que sus aviones empezasen los bombardeos sobre Teherán hace una semana.

El ministro de Exteriores británico, David Lammy, ha afirmado que desean “continuar las conversaciones y negociaciones con Irán” y que los europeos han instado a Irán a que continúe sus conversaciones con Estados Unidos. “Este es un momento peligroso, y es fundamental que no veamos una escalada regional de este conflicto”, ha alertado.

Su homólogo francés, Jean-Noël Barrot, ha dicho que Francia espera de Irán una apertura al diálogo, incluso con Estados Unidos, para lograr una solución negociada a la crisis.

Por su parte, el titular de Exteriores alemán, Johann Wadephul, ha declarado después del encuentro de unas cuatro horas de duración que Teherán se ha demostrado dispuesto a mantener un diálogo sobre “todas las cuestiones esenciales”. Wadephul ha destacado que el requisito previo para que las conversaciones den fruto es que Irán renuncie “a cualquier enriquecimiento de material que pudiera emplearse para fabricar armas nucleares”, una condición que Teherán había rechazado anteriormente.

El ministro Araqchi también ha dicho que su país está a favor de continuar las conversaciones en el formato E3 (Francia, Alemania y Reino Unido), con la participación de la Unión Europea, y que está preparado para reunirse de nuevo en el futuro tras las conversaciones “serias y respetuosas” de este viernes en Ginebra.

Antes de la reunión, Araqchi ha comparecido ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra para protestar por la ofensiva israelí contra Irán. “Esta es una guerra injusta impuesta a mi pueblo desde la madrugada del viernes 13”, ha acusado el ministro, que ha calificado los ataques sobre la población civil de “crímenes de guerra” y de “lesa humanidad”, y ha señalado que quien defienda la actuación de Israel caería en la “complicidad”. El titular de Exteriores ha calificado el ataque de “bárbaro” y “despiadado” y ha acusado de “traición sin precedentes a la diplomacia” que los ataques se produjesen justo cuando Irán negociaba con EEUU un posible nuevo acuerdo nuclear.

El ministro iraní ha defendido asimismo que las instituciones internacionales surgidas tras las segunda guerra mundial tienen mecanismos para actuar específicamente ante situaciones como la presente y, en clave personal, ha dicho que ha dedicado toda su vida al diólogo y la diplomacia pero que, al mismo tiempo, es un veterano de la guerra de la década de los 80 del siglo pasado contra Irak y sabe cómo defender a su “amada patria”.

Dos diplomáticos consultados por la agencia Reuters señalaron que, antes de la reunión con sus homólogos de Francia, Reino Unido, Alemania y la alta representante de Política Exterior de la Unión Europea, Araqchi sería informado de que Washington sigue dispuesto a entablar conversaciones directas. Sin embargo, las expectativas son bajas, según esos diplomáticos.

Desde el pasado viernes, los ataques sobre objetivos militares —como las plantas de enriquecimiento de uranio— y civiles —como la sede de la televisión estatal— han dejado más de dos centenares de muertos en Irán; mientras al menos 24 personas han fallecido en Israel por las andanadas de respuesta iraníes, que están poniendo a prueba al costoso sistema antimisiles del país hebreo. Los efectos de los contraataques en Israel son difíciles de estimar debido a la férrea censura informativa que aplica el Ejército.

El Ejército israelí ha asegurado este viernes que ha matado a otro científico nuclear iraní, extremo que el Gobierno persa no ha confirmado, al igual que en casos anteriores. El jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, ha advertido a los ciudadanos de que la guerra puede ser larga: “Nos hemos embarcado en la campaña más compleja de nuestra historia para eliminar una amenaza de tal magnitud, contra un enemigo de tal magnitud, y debemos estar preparados para una campaña prolongada”, ha afirmado.

Los proyectiles iraníes han vuelto a alcanzar las ciudades de Tel Aviv y Haifa este viernes; en la segunda ciudad han impactado en la mezquita de Al Jarina y han herido a más de 40 personas. A pesar de que las autoridades hayan prohibido ir a la playa, los bañistas se han acercado a las de Tel Aviv.

Bañistas en la playa de Tel Aviv, en Israel, el 20 de junio de 2025.

La iniciativa europea llega en un contexto de escasa firmeza de la Unión Europea con Israel. La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, no ha condenado la decisión unilateral de comenzar los ataques contra Irán ni ha cuestionado el muy tenue argumento, reiterado a lo largo de décadas por Israel, de que Teherán estaba a punto de hacerse con la bomba atómica. El francés Emmanuel Macron había apuntado a que la salida precipitada de Trump de la reunión del G7 esta semana podía deberse a un intento por agilizar la negociación, pero el mandatario estadounidense se apresuró a negarlo.

El canciller alemán, Friedrich Merz, ha mostrado ambivalencia sobre la cuestión esta semana, reconociendo de forma muy clara que Israel ha hecho el “trabajo sucio” del resto de países, pero luego reclamando una negociación entre los contendientes. El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, se ha hecho echo de esas palabras en una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad, asegurando que su país “está haciendo el trabajo sucio del mundo”. “No, no vamos a disculparnos por defendernos. No vamos a disculparnos por golpear las instalaciones nucleares iraníes. No vamos a disculparnos por neutralizar las amenazas”, ha declarado.

Irán encara la negociación en un contexto de presión máxima de Trump, que ha amenazado con asesinar al líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, si no se rinde. Este replicó que no aceptará que la paz o la guerra le sean “impuestas”. El ministro Araqchi ha indicado hoy que no se reunirá con los estadounidenses por ser “un socio del crimen israelí contra Irán”.

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