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Desayuno en Trikini

trikini

Malasaña a Mordiscos

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Que no, que no, que no voy en trikini, a las 11.00 de la mañana, por Malasaña, a desayunar, no empecéis a imaginaros cosas raras. En realidad, allá vamos, M. y yo, a desayunaris, como dos campeones, al Trikini (con la K mirando a la T, a modo de algunos manifiestos surrealistas y extrañas evocaciones de lo soviético). Este establecimiento de denominación exótica está situado donde se encontraba la antigua Farmacia Juanse, cerrada hace unos 2 años, remodelada, habilitada como cafetería posteriormente con nombre similar al original (Juanse Café), después cerrada y, de nuevo, abierta como cafetería con otra denominación, la actual. Aquí tenéis la historia de esta farmacia.

Como podéis ver, toda la fachada hace referencia a dicha farmacia y promociona sus pócimas y cataplasmas variadas mediante curiosos azulejos “publicitarios” de principios de siglo XX. Y en la puerta podéis encontrar a SuperTrikiniMan, con 0 ºC de temperatura y en manga corta. Es la persona que nos atendió dentro, francamente amable, educado y eficiente y, además, con una resistencia al frío encomiable. También le gustaba mucho la música animosa y a volumen destacado, creo Europa FM.

Os dejo de fondo a Chet Faker. No sé si el atuendo de las chicas del vídeo me recordó un trikini, o esta fastántica Santísima Trinidad sobre ruedas ha sido como una especie de aparición o es simplemente que tenía ganas de poner este vídeo, que me parece maravilloso; no sé, pero tampoco me voy a poner a escarbar en mi cerebro, no tengo ganas y a saber lo que encuentro.

https://www.youtube.com/watch?v=hi4pzKvuEQM

El interior del Trikini es curioso, tonos claros y estética que, en cierto modo, recuerda la obra artística de la vanguardia de la época de los azulejos (años 20 del siglo pasado). Pintura amarilla contrastada con blanca, tal vez emulando un gran trikini y sus cortes, como sugirió M., quizás. Taburetes y mesitas de hierro y madera, estilo también principios del siglo XX.

Por otra parte, el local, en su interior, tiene las antiguas alacenas propias de una farmacia, con exposición y venta de productos alimentarios varios y, a modo decorativo, grandes, antiguos y bonitos frascos farmacéuticos.

M. elige café + yogur griego con cereales, muesli o coposmuesli 3,50 € + Fruta en trozos 1,00 €. Un gran bol de yogur griego, suave a la par que acidillo, con copos de cebada y trozos de plátano, manzana y kiwi. Buena cantidad y calidad.

El café lo sustituimos, ambos, por chocolate (a la taza) La Plata (muy castizo), muy suave, cremoso y con un amargor delicado.

Yo me decanto por café +tostada con tomate y jamón serrano 3,50 €, sustituyendo el café por el chocolate previamente mencionado. El chico que atiende nos dice que no puede tostar, que se le ha fundido la tostadora, así que el pan sin tostar, pan de cereales de textura suave, con tomate y jamón de buena calidad. Sé que el chocolate a la taza y el pan con tomate constituyen una combinación algo estrambótica pero me gusta mucho mezclar dulce y salado, no lo puedo remediar.

Como extra elijo muerte por chocolate (4 €). American style tarta de chocolate perfecta para los adictos a este maravilloso ingrediente. Suave bizcocho de miga prieta, fresco, con intenso sabor a chocolate y punto de ralladura de naranja más cobertura de chocolate negro. Muy rico, aunque después del chocolate y el pan con jamón me encontraba algo ahíta; ahora ya estoy lista para dormir la siesta (y son las 11.30).

Y, como podéis ver, allí estaban los Humberts; controlándolo todo, Humbert I, desde sus posesiones (la tarta), y Humbert II durmiendo debajo, siempre sometido. Les pregunto dónde estuvieron el día de los mercados, Humbert I me dice que tenían que arreglar unos asuntos. No les pregunto más para no ser indiscreta. Humbert I, sin venir a cuento, me dice “desgraciadamente todo lo que empieza, acaba”. “Afortunadamente”, le digo sin ganas, tengo sueño, es por la mañana y lo que menos quiero es enzarzarme en una discusión que no lleva a ninguna parte. Humbert I, “No, desgraciadamente. Si algo te gusta y se acaba, es una pena”. “Si supieras que algo no tiene fin te aburrirías de ese algo”, comento sin acritud y con sopor. “Ya, entonces si tú sabes que comer los bombones que te gustan no tiene fin, ¿te cansarías de comerlos?”, dice Humbert I. “Probablemente, el hecho de que comer los bombones que me gustan tenga un fin los hace más atractivos. El fin de las cosas es lo que da sentido a las mismas. Si nuestra vida no tuviera fin, ¿no acabaríamos hasta las narices de repetir(nos) y repetir(nos) y repetir(nos)? Yo acabaría harta”, afirmo muy digna. “Es que tú eres muy repetitiva y tienes una mala tendencia a aburrirte de todo”, afirma Humbert I y se va, con Humbert II, sonámbulo, detrás. Me quedo con la palabra en la boca y pensando en esa mala tendencia a aburrirme de todo.

Recomiendo este lugar para un desayuno en toda regla, de calidad adecuada y a buen precio. Ofrecen también diversos tipos de comidas frugales modernas (wraps, pitas, polares, molletes, sándwiches, etc.) y zumos que, a la vista del desayuno, supongo que serán también correctos.wraps

  • Trikini, Calle  San Vicente Ferrer 45 - tel. 91 000 00 00. Horario: de lunes a miércoles de 10.00 a 22.00, jueves de 10.00 a 23.00, viernes y sábados de 10.00 a 01.00 y domingos de 10.00 a 22.00. Facebook: www.facebook.com/people/Trikini-Club/100010988054612

Carla

Hola Lu, por las fotos del local casi vacío, estaría recién abierto por la mañana y entiendo que de ahí la buena atención y servicio.

Comentarte que este sitio lo visité un sábado

por la tarde-noche y la verdad me decepcionó bastante. El servicio pésimo, mucho descontrol por parte de las personas que tomaban los pedidos pues se gritaban y discutían. La verdad que el producto dejaba bastante que desear. Me pedí una faja de pollo con mostaza y al verlo se me quedó la cara un poco de tonta,

cantidades pobres y la verdura un poco oxidada. Mi novio se pidió un mollete de no se que con mozzarela. Mientras lo estábamos "degustando" también nos fijamos en la cocina y el chico de la foto es quien estaba en la elaboración y que también preparó lo nuestro. Siento decirte que lo tuve que dejar a medias al ver que se limpiaba el sudor de la frente con la mano y acto seguido siguió preparando los productos que tenia de otros pedidos. Lo único bueno fue el zumo que nos pedimos.

Lamento sinceramente este comentario negativo, pero al igual que tú, somos muy asiduos a la zona y probar sitios nuevos. Siento decir que dudo que vuelva a ir a este sitio, y ademas, que comentando con gente conocida que lo han probado, igualmente no se han ido con buena sensación. Creo que a los trabajadores les falta profesionalidad, pero les deseo un prospero futuro.

Saludos.

Lu (Malasaña a mordiscos)

Hola Carla,

te agradezco muchísimo tu comentario y espero que lo tengan en cuenta los lectores.



Realmente yo solo fui a desayunar y no había prácticamente nadie, por lo que era fácil que la atención fuese buena. Mi desayuno era de calidad correcta, no puedo decir que fuera ni una maravilla ni malo. El chico que nos atendió fue muy amable, pero, evidentemente, si está él solo para atender y cocinar y tiene gente me imagino que la calidad del servicio bajará de forma proporcional (tal como tú comentas). Siento mucho la mala experiencia.



En general, debes saber que cuando hablo de un lugar "correcto" o de "calidad adecuada" no estoy hablando de ninguna maravilla... Estoy hablando de algo que está dentro de los límites de lo pasable pero que, en general, no aporta nada. En este barrio, por desgracia, son pocos los sitios que aportan algo. Es una pena.



De nuevo, te agradezco mucho tu comentario y ¡espero que disfrutes de sitios mejores por la zona (como los señalados en la sección "Lo + de lu"! : )



¡Mil gracias y buena tarde!

Lu
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