El 'Chamartín del futuro' se despide de sus negocios de toda la vida, que cierran para remodelar la estación
La cafetería Navelgas abrió a finales de los noventa junto a la estación de Chamartín. Hacía dos décadas desde que se inauguró la construcción actual y los comercios empezaron a buscar hueco a su alrededor, con tal de absorber parte del nuevo núcleo de tránsito. El último viernes de noviembre, casi 30 años después y convertido ya en para habitual de viajeros, maquinistas o trabajadores de la estación, Navelgas ha cerrado. “Fue un día muy duro y aún lo estamos procesando, pero desde el principio era algo que advertía nuestro contrato”, cuenta Pilar, no muy optimista, días después de echar las persianas del negocio que ha ocupado la mitad de su vida.
Tiene 60 años y era la dueña de la cafetería, que como otros locales en el entorno de la estación han tenido que cerrar por las obras de remodelación. El convenio con Adif –empresa pública que gestiona las infraestructuras ferroviarias– les permitía explotar el espacio a la salida de Madrid-Chamartín Clara Campoamor, por el que el año pasado transitaron 44 millones de pasajeros, casi diez millones más que en 2023. Aunque el Navelgas se mantuvo abierto durante décadas, el contrato de cesión se iba actualizando cada cierto tiempo. Cumplía a finales de este año, y pronto les advirtieron de que sería el último.
“Nos dijeron que, por exigencias de la obra, iban a tirar la parte en la que estábamos ubicados y deberíamos desalojar el local”, indica Pilar, que lleva décadas en una estación que ahora repiensa su futuro. El Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, a través de Adif, trabaja desde hace tiempo en una reforma integral de la terminal. Hace cosa de tres años, en diciembre de 2022, la compañía seleccionó al proyecto ganador para rediseñar al espacio, al que añadirá bóvedas, terrazas y varias torres de oficinas.
La idea ganadora fue presentada por Esteyco, UNStudio y b720 Arquitectura. Este último estudio arquitectónico diseñó el actual Mercal dels Encants en Barcelona, y para Chamartín se ha proyectado una estación coronada por finas bóvedas que conectará con la ciudad a través de balcones urbanos, a modo de terrazas escalonadas. Servirá como una prolongación de los parques a ambos lados del complejo. Sobre el terreno se elevarán tres nuevas torres de oficina con hasta 50 plantas de altura, según el proyecto inicial adjudicado por la administración.
Ampliar, ordenar flujos y reorganizar la plaza exterior
El proyecto sucederá a las actuaciones que ya está abordando la empresa pública en la estación para duplicar la capacidad de la alta velocidad y el vestíbulo de viajeros, ordenar flujos, facilitar la conexión con otros transportes urbanos, maximizar vías y andenes destinados a Cercanías y la red de media y larga distancia y su conexión con el aeropuerto. En octubre abrió el nuevo acceso directo de Adif en la estación madrileña. Evita un rodeo a los usuarios de Alta Velocidad gracias a un paso subterráneo, que desemboca en los laterales del recinto.
El siguiente paso es reorganizar la plaza que da acceso a la estación, otra actuación exterior que busca segrerar el tráfico de la zona. Para llevarla a cabo y ejecutar las obras hacía falta derribar los negocios ya instalados, como el Navelgas de Pilar o el restaurante La Pausa, perteneciente al grupo Areas. “Tienen que ser demolidos para poder avanzar en la reordenación de los viales urbanos, que mejorará los flujos rodados y peatonales”, responden desde Adif, que junto a Renfe coordina el sistema ferroviario español. Los primeros se encargan de mantener las infraestructuras y los segundos, del estado de los trenes.
A lo largo de este fin de semana, negocios de la plaza han ido cerrado para abrir espacio al Chamartín del futuro. Adif recuerda que, desde el 1 de diciembre, mantienen instalados dos food trucks en el entorno de la estación, además de otros dos locales de restauración para el interior de las instalaciones: uno ya instalado y el otro, por llegar, que se ubicará entre el hotel y la sala de venta de billetes de Renfe.
La compañía pública avanza que el 10 de diciembre se instalará un tercer tráiler de comida. “Cuando finalicen las obras, los locales comerciales y de restauración se ubicarán en el vestíbulo principal de la estación”, añaden fuentes de la empresa. Sobre si esto significará que los negocios como el Navelgas tendrán automáticamente una plaza reservada en este futuro espacio, señalan que a las empresas con contrato vigente afectadas por las obras se les ha ofrecido la opción de “rescindir el contrato o suspenderlo” mientras duren los trabajos.
“Luego pueden solicitar continuar con su actividad en uno de los locales del nuevo vestíbulo”, concluye Adif, que prevé sacar a licitación “varios locales más” en la estación. Hasta que eso ocurra, tanto Pilar como los 10 empleados que trabajaban en su cafetería afrontan con incertidumbre el final de las obras. “A nosotros nos dijeron de que habría que solicitar la nueva licitación y no tenemos claro que cuando remodelen la estación tengamos cabida en ese espacio”, se teme la dueña, que ha decidido tomarse unos días de reflexión: “Mi prioridad está clara: que podamos seguir en Chamartín”.
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