Árboles singulares del Eje Prado-Recoletos tienen los días contados
Desde comienzos de semana varios ejemplares situados en el Paseo del Prado y el Paseo de Recoletos, que aparentemente no muestran ningún tipo de signo de enfermedad ni suponen peligrosidad, han sido marcados con un punto rosa de aerosol. Todo parece apuntar a que, como ya ha sucedido en el primer tramo desde Atocha, operarios del Ayuntamiento procederán a cortarlos definitivamente en los próximos días, reduciendo aún más si cabe la vegetación en la almendra central de la urbe, lo que aumentará aún más el riesgo de contaminación atmosférica.
La ONG Ecologistas en Acción reclamaba este mismo lunes al Ayuntamiento de Madrid, en un comunicado, una planificación de la retirada de árboles que coincida con el ciclo de la naturaleza, pues consideran que realizar esas tareas en plena primavera puede suponer todo un atentado ecológico, pues es en esta época del año cuando la fauna avícola se encuentra en pleno proceso de nidificación y búsqueda de cobijo para sus futuras crías.
Fuentes municipales han señalado, sin embargo, que la retirada de algunos ejemplares vegetales es una tarea que se realiza de manera continua desde que se conocieron los resultados del estudio que encargó el Ayuntamiento tras el elevado número de caídas de árboles que provocaron, incluso, la muerte de varias personas. Así, según el Consistorio, los técnicos actúan en función del riesgo de cada ejemplar, procediendo a su tala en aquellas ocasiones que sea necesario.
Por su parte, la organización ecologista cree que los períodos adecuados para estas labores son el otoño y el invierno, cuando los árboles están en período de letargo y es posible la reposición inmediata de los ejemplares enfermos o peligrosos por otros nuevos. Asimismo, reclaman más información sobre este tipo de intervenciones sobre el arbolado, para que los ciudadanos conozcan las razones de las podas y talas que se van a realizar.
Resulta curioso que, una vez más, una operación de estas características se vaya a ejecutar precisamente en una época festiva como es la Semana Santa en la que un buen número de madrileños abandonan la ciudad para tomarse unos días de vacaciones aprovechando el buen tiempo que nos está acompañando.
Un efectivo y mediático «No a la tala»
Hace ya algunos años, allá por el 2006, la Baronesa Thyssen se encadenaba de manera simbólica a uno de los árboles de gran porte que hay frente a su museo al grito de «No a la tala». Su objetivo era evitar que cortaran 690 árboles del eje Prado-Recoletos para el desarrollo del proyecto de reforma que en aquellos momentos quería ejecutar el Ayuntamiento y, gracias al revuelo informativo que se formó y a un informe negativo de la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid, el entonces alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón, no tuvo más remedio que pactar una tregua con la entonces presidenta regional, Esperanza Aguirre, y recular.
Según el documento regional, ese proyecto habría provocado una «grave afección ambiental» en el arbolado que se levanta en su entorno y opinaba que el número de ejemplares que se pretendía talar era demasiado elevado: sólo en el Paseo del Prado se iban a eliminar 180 árboles, muchos de ellos especímenes irreemplazables.
Los expertos explicaron entonces que el Plan Especial suponía «una profunda afección a la vegetación porque se suprime un gran número de ejemplares y se eliminan alineaciones históricas. Muchos de los árboles que se propone eliminar son de gran valor por su porte, su edad y su contexto histórico, por lo que aunque posteriormente se plante un gran número de nuevos ejemplares, las pérdidas asociadas a las circunstancias intangibles históricas, ornamentales y de percepción subjetiva de los eliminados es difícilmente reemplazable, sin contar con el escaso porte que durante muchos años tendrán los reemplazos».
Además, la Consejería de Medio Ambiente consideró entonces que los ejemplares de la zona formaban parte del patrimonio histórico-artístico de la ciudad, por lo que precisaban «de una protección especial» y que dentro del Plan Especial del eje Prado-Recoletos se encontraban 113 ejemplares del Catálogo de Árboles Singulares del Municipio de Madrid (dos de ellos también incluidos en el Catálogo Regional). ¿Terminarán sucumbiendo a la tala en esta ocasión?
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