El incomprensible y desorbitado alquiler de Alcalá 45
A principios de septiembre el Ayuntamiento de Madrid estrenaba su web diario.madrid.es, una nueva herramienta digital con la que el consistorio pretende acercar a los madrileños el trabajo que realiza a través del testimonio de los funcionarios municipales y concejales de gobierno y oposición. Además de la correspondiente presentación institucional, este nuevo espacio se estrenaba con un impactante titular: «Saludos desde el edificio de los 18.000 euros al día».
El equipo del Área de Economía y Hacienda (ubicados en el número 45 de la calle Alcalá) explicaba a los madrileños la situación que atraviesa su actual sede, hoy en manos privadas, por la que las arcas municipales desembolsan 18.422 euros diarios. Según sus cuentas, «cada hora que pasa pagamos más de 767 euros con el dinero de los contribuyentes. Y así hasta el año 2019, porque el contrato vigente está blindado y va a ser difícil que podamos deshacernos de él. Pagamos un alquiler a una empresa privada por un edificio que antes fue municipal».
Una historia que es desde el inicio bastante enrevesada. Nos tenemos que remontar al año 2007, cuando el entonces alcalde, Alberto Ruiz Gallardón, compró el inmueble. Tras reformarlo con fondos municipales, se lo vendió a Sacyr por un precio muy inferior al de mercado y, a través de la inmobiliaria Testa (filial de Sacyr cuya venta está prevista a Merlin Properties), se estableció un contrato leonino y blindado que garantiza el cobro aunque el inquilino (el Ayuntamiento) decida abandonar el inmueble antes de esa fecha.
Según revelan los empleados del Área de Economía y Hacienda, «El precio medio de la zona, 16,6 euros por metros cuadrado, frente al que pagamos aquí, 28,37, resulta en un sobrecoste es de más de 1 millón y medio de euros», cuantía que serviría para poder «contratar a un centenar de empleados de la limpieza para las calles de Madrid», que tanta falta hacen.
Las 620 personas que forman parte del equipo del Área de Economía y Hacienda consideran que se trata, además, de un edificio totalmente infrautilizado, como el cercano Palacio de Cibeles, donde también podrían reubicarles. «Si dividimos la superficie del inmueble entre los trabajadores y trabajadoras, tocaríamos a 22,30 metros cuadrados por persona. No es que contemos con lugares de trabajo muy espaciosos, el problema más bien es que hay muchos espacios vacíos, habitaciones que no se utilizan y hasta un jardín», detallan.
No es el único caso. Basta echar un ojo a los presupuestos municipales para descubrir que el gobierno local paga 39 millones de euros al año en alquileres. Todo ello a pesar de que, según las cifras que manejan los grupos municipales, el Ayuntamiento de Madrid mantiene 866 edificios propios totalmente vacíos valorados en más de 3.500 millones de euros.
La propia líder municipal del Partido Popular, Esperanza Aguirre, ya criticaba en 2010 la gestión inmobiliaria desarrollada por Alberto Ruiz Gallardón en una entrevista que concedió a RNE, donde explicaba que su idea era hacer “una gran desamortización” para desendeudar las arcas municipales y darle utilidad al inmenso patrimonio municipal.
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