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El Defensor del Pueblo reclama a Almeida que programe inspecciones a terrazas y que atienda las denuncias vecinales

Una terraza de un bar colocada sobre las obras de la calle Ponzano

Diego Casado

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Casi un año después de la puesta en marcha de la Ordenanza de Terrazas de Madrid, las quejas vecinales se mantienen en Madrid. Se lo ha recordado este jueves a su Ayuntamiento la Oficina del Defensor del Pueblo, que reclama al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, la aprobación de “un plan de inspecciones programadas, sin previo aviso, y que ese plan se combine con inspecciones derivadas de las denuncias de los vecinos”, explica en nota de prensa. 

El departamento que dirige Ángel Gabilondo pide al consistorio que “supervise de forma eficaz el cumplimiento, por parte de los titulares de las terrazas de hostelería, de los requisitos establecidos en la Ordenanza para garantizar el descanso de los vecinal”, así como que busque nuevos mecanismos para evitar los ruidos. El Defensor del pueblo reclama que “se habiliten nuevos medios para la inspección de las terrazas, en particular en zonas saturadas y en áreas de protección acústica especial. Y que se faciliten tanto la tramitación de las denuncias y los procedimientos sancionadores, como el restablecimiento de la legalidad urbanística y ambiental”.

También solicita el Defensor del Pueblo a Madrid que desarrolle campañas de concienciación ciudadana para “fomentar comportamientos cívicos en los espacios públicos, especialmente los vinculados al uso de terrazas de hostelería”. La iniciativa del Ayuntamiento de Madrid en esa línea, Salimos sin molestar, lleva desde el pasado verano detenida.

Ángel Gabilondo reconoce que la hostelería puede ser “una parte del motor económico que las sustentan, pero solo una supervisión adecuada del cumplimiento de las condiciones en las que deben prestarse evitará que los centros urbanos se conviertan en lugares inhabitables”, y pide vigilar las normas para que “los vecinos desarrollen su vida conforme a los derechos que la Constitución les garantiza”.

Gabilondo explica que su institución “sigue recibiendo quejas de vecinos y colectivos vecinales” a pesar de la entrada en vigor de las nuevas ordenanzas de terrazas en ambas capitales. Una situación que hace extensiva a Barcelona, donde el consistorio de Ada Colau también aprobó una nueva ordenanza sobre terrazas y aseguran desde la oficina que se han recibido las mismas quejas.

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