Abren los Luchana, el primer gran complejo teatral “a precios de risa”
En los tiempos que corren, que un cine no se convierta en un gimnasio o en un supermercado es noticia en sí mismo. Si además el proyecto trata de transformar cuatro multisalas en sendos teatros, la cosa pinta bien. Y si la vocación de estas salas es ofrecer actuaciones a un precio entre 6 y 15 euros, se podría llegar hasta el aplauso. Esta es la propuesta de los Teatros Luchana, que hoy viernes se ponen en marcha en el número 38 de la calle, en el lugar que ocupaban los Luchana's, de los que se conservará el cartel.
A primera vista, el proyecto podría parecer un suicidio empresarial: ningún gran teatro en Madrid programa obras a precios tan bajos, más habituales en salas de pequeño formato. Pero la idea que tenían en la cabeza Jorge de las Heras (promotor de La Escalera de Jacob) y Ventura Gil, los que lo pusieron en marcha, era conseguir estrenar grandes obras a costes asequibles para todo el mundo: querían ofrecer entradas “a precios de risa” -en palabras de De las Heras-, por menos de 15€ en un mercado que en Madrid paga 25€ de media. Y las cuentas -afirman- les salen. “El plan de negocio que tenemos es muy conservador”, afirmaba Gil en la presentación de los teatros. “Si conseguimos una ocupación del 38% ya estaremos rentabilizándolo”, explicaba para unas salas teatrales que, en total, cuentan con un aforo de 700 butacas y una capacidad de venta de 500.000 entradas al año.
Los empresarios pensaron inicialmente en los Cines Luna como sede de su nuevo negocio, pero la marcha atrás de la propiedad les hizo fijarse en los Luchana, que se han vuelto a poner en pie gracias a una inversión inicial de entre 1,5 y 2 millones de euros, todos ellos provenientes de la inversión privada, sin subvenciones, de diez socios entre los que se encuentran, además de los ya citados, los actores Juan Diego, Fran Perea, el restaurador Pedro Gómez (promotor del Mercado de San Miguel) y otros cinco empresarios más. Además, cuenta con el apoyo en la parte artística de Víctor Ullate y su escuela de danza y de José Sanchis Sinisterra.
Apertura con obras
La apertura de los Teatros Luchana este viernes es parcial: de las cuatro salas con las que cuentan solo se pondrán en marcha inicialmente tres. La más grande, destinada a acoger las obras insignias de este proyecto, alzará el telón después del verano. De hecho son las obras (de construcción) las que han llevado por el camino de la amargura a los promotores del proyecto, que tuvieron que retrasar dos meses la inauguración -prevista para finales de marzo- y contener la impotencia de ver cómo el inicio se dilataba en el tiempo: “las obras han sido una locura, de llorar por los rincones”, nos confesaba De las Heras. Tal vez por eso uno de ellos, el cantante y actor Fran Perea, daba constantes muestras de alegría contenida el pasado miércoles, día de la presentación a los medios de los teatros.
Pese a la ausencia de la sala estrella, la oferta inicial es amplísima -con hasta 13 montajes para arrancar- y está pensada para llegar a todos los públicos, de todas las edades. Los actores se distribuirán en tres salas, dos de ellas gemelas de tamaño pero no de estilo, puesto que una (llamada la fronteriza en homenaje a Sinisterra) albergará montajes más arriesgados. La tercera es la vertical, con un curioso formato adaptado a crear un ambiente íntimo.
La joya inicial de las propuestas teatrales es la tragicomedia Topos, de Roberto Santiago y Eva Redondo, pero en la programación hay mucho espacio para las comedias (Demasiado al Este del Oeste, Desnudo nadie es perfecto o La crisis de la esperanza), para la improvisación (La consulta, Doctores de la impro) e incluso para el cabaret (For Sale). Además, se desplegará una abundante programación infantil con títulos como Milonga bajo el mar, El alucinante viaje de Carola o Bin atrapagenios. Sin olvidar de la magia, que también estará presente de forma habitual en la programación de los Luchana.
Copas, comida y eventos
Pero el proyecto de los Luchana no es solo teatro. Para asegurar su rentabilidad, sus promotores han montado una zona de restauración en el mismo hall de entrada de las salas, junto a las taquillas -que están en el interior-, con una barra de pinchos, área de coctelería y terraza, pensado como “un espacio de encuentro entre el público e incluso los actores”, comentaba De las Heras. Las instalaciones también se dedicarán a la formación a través de acuerdos con escuelas de artes escénicas y buscará formar una “cantera teatral” con actores jóvenes y adolescentes.
El espacio también se podrá alquilar para la celebración de eventos de carácter público o privado, de forma parcial o total. Está previsto que su sala principal pueda retirar todas las butacas del patio para adaptarse a las necesidades de los diferentes actos que pueda albergar.
Pero eso será a partir de septiembre. De momento, los Luchana abrirán solo de jueves a domingo, con apertura desde las 17.00 y desde las 12.00 los fines de semana para la programación infantil. Será después del verano cuando el proyecto empresarial esté al 100% y programe obras teatrales todos los días de la semana, además de abrir la sala principal con el reestreno de la obra La lengua madreLa lengua madre, interpretada por Juan Diego, quien formará parte además del comité de programación junto a Perea.
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