Todos los bares que viste en las pelis cabrían en Malasaña y salen en este libro
Si yo tuviera una duda sobre cultura pop consultaría a Óscar Alarcia. Este vecino de Malasaña atesora en la cabeza todo tipo de detalles subterráneos contenidos en discos, cómics, fanzines o literatura popular. Luego, es capaz de entretejerlos con hilos de aquí y allá, con la técnica que un ejecutivo publicista llamaría transmedia (término que él nunca utilizaría), y volcarlos en fanzines y libros con un afán estajanovista que se muestra en sus páginas abigarradas. Luchadores mexicanos, el Ejército Simbiótico de Liberación, Homer Simpson o la serie Búscate la vida son, en sus manos, todavía más de lo que te viene a la cabeza.
Tras destapar para el gran público la Secta de la Tierra Plana, nos trae ahora una Enciclopedia de bares y restaurantes de ficción que va mucho más allá de Friends, Cheers o El chiringuito de Pepe. Una selección, tan personal como expansiva, en la que se habla de unos 1500 establecimientos de ficción, a lo largo de algunos centenares de entradas ordenadas alfabéticamente.
Para hacer esta entrevista hemos quedado en Antón Martín, enfrente de uno de los bares que salen aludidos en el libro. Poco después, cuando acabemos la charla, Óscar entra a trabajar en otro bar de la zona. Aunque vive esencialmente de las publicaciones de su propia editorial ( Libritos Jenkins), de vez en cuando tiene que volver a la barra para completar ingresos. En Los Ángeles los mejores actores y actrices sirven en dinners, en Madrid, algunos de los mejores escritores tienen que hacer barra cuando viene la factura del dentista.
Somos Malasaña: Uno te imagina siempre con una libreta garabateada hasta en los márgenes...¿Cómo es el proceso de creación y documentación de una enciclopedia de la cultura pop?
Óscar Alarcia: tenía este libro en la cabeza desde que saqué el fanzine de Hipnotismo Pop, el primero de Libritos Jenkins. He sido camarero mucho tiempo y la idea siempre me ha rondado la mente. Lo preparé con un excel que iba rellenando, luego pasé a escribirlo, y al ser un diccionario podía escribir las entradas sin un orden fijo…
SM: Claro, como te he visto tantas veces detrás de una barra pensaba eso, que algo personal había... podría ser el primer diccionario autobiográfico.
OA: jaja, bueno, no creas, yo no soy muy consciente de que eso me haya influido especialmente, aunque supongo que sí. Tiene, como todo lo que hago, un rollo muy fanzinero de los noventa y, aunque sea un diccionario, se puede usar a modo de consulta o leer del tirón. En los pies de foto hay cosas más personales y las entradas tienen coherencia, en unas se remite a lo ya contado en otras.
SM: Aunque se trata de hablar de bares de ficción, en el texto se remite a bares reales. De Malasaña salen mencionados al menos el Conache, en el que Óscar Jaenada paga en The limits of the control, de Jim Jarmush y el Moloko ¿Alguno más?
OA: En la entrada sobre El Amparo, el bar de la peli de Álex de la Iglesia rodada en El Palentino, hago referencia a ese bar de viejos de enfrente, en el que la camarera se llama Amparo (se ve desde la ventana) y también al propio Palentino. Recuerdo que hay una peli de Bud Spencer y Terence Hill que se rodó en un bar de San Bernardo, no sé en cuál. De hecho, en Malasaña siempre hay rodajes, el Conache lo saco porque tengo muy buenos recuerdos del rodaje de la peli de Jarmush, con quien tengo fotos, y yo he trabajado en ese bar. También menciono el Kwai en la entrada de Seinfeld. No parece que haya mucha relación, el que quiera saberla tendrá que leer el libro (ríe).
Hablo de unos 1500 bares en el libro, me gusta imaginar que son todos los que puede haber en Malasaña. También digo en la entrada del Dorsia, el bar de American psycho, que “el ideal de zona de confort del asesino en serie moderno, es la que triunfa en estos tiempos en los bares de moda de Malasaña”. Lo digo por la decoración de ambiente industrial y con un poco de mala leche, claro.
[Hago aquí un inciso para recordar al Kwai, a Constante (el patrón) y a la parroquia indescriptible del bar, que se juntaba con la juventud “alcohólica” los fines de semana. También para informar a los más nuevos de que sí, es el de la canción de Siniestro Total (“Vamos al Kwai, al Palentino, al Berberecho y a lo hecho pecho”). Se puede conocer el bar aún pues, como si de un museo se tratara, quedó inmortalizado en el vídeo de Menéa del bullarengue (Siniestro Total), grabado para La bola de cristal en 1984.] el vídeo de Menéa del bullarengue
SM: Los agradecimientos del libro también contienen bares -gente en bares-, y unos cuantos son y fueron de Malasaña: Pontepez, El Maño, Lozano, La Pepita, el No Fun, Clan, Grial, Morgernsten…
OA: En los noventa salía por aquí, esos bares son parte de mi memoria. Otros son parte de mi vida porque he trabajado en ellos. De aquellos de lo noventa ya no existe ninguno, de alguna manera han pasado también a ser bares de ficción... De todas maneras ya no me gustan los bares, si tengo un rato libre para leer prefiero la tranquilidad de mi casa o bajarme a buscar un banco a la sombra, aunque encontrar eso también está complicado.
[A veces pienso que hago fanzines para que mis amigos lean algo en papel]
SM: Cuéntanos eso del “fantasma del Café Ruiz”
OA: Trabajé allí y en la entrevista una de las dueñas -ahora ha cambiado de manos- me advirtió de que se decía que había un fantasma. Muchas veces me tuve que quedar solo a última hora allí y sí, algunos ruidos se escuchaban, pero yo no creo en esas cosas. No es el único caso, una amiga camarera me contó que por Alberto Aguilera hay otro bar con fantasma, un local en el que ahora hay un sushi y que en su momento fue una funeraria.
[Hago otro inciso. Mientras redacto la entrevista en casa mis hijos agarran La enciclopedia de bares y restaurantes de ficción. Les atrae la fantaterrorífica ilustración de portada, firmada por Barsen Sánchez. Tras explicarles la naturaleza del volumen me preguntan si está El caldero chorreante, del universo de Harry Potter. Lo leemos en alto y flipamos con la información de la entrada. ]Barsen Sánchez
SM: Mencionas el bar La Oficina, el de la serie en la que salían Fernán Gómez, López Vázquez, Agustín González... yo me imaginaba que aquel escenario podría estar en San Bernado aunque no sé ya…
OA: Bueno, precisamente en esa zona queda alguno de ese corte, no hace tanto cerró el bar Noviciado... en el barrio aún se puede encontrar un aire no tan moderno, la comunidad de vecinos de Aquí no hay quien viva se situaba en Desengaño 21.
SM: Antes hablabas de que imaginabas que los bares del libro fueran los muchos bares que pueblan el barrio, introduces en el mismo también una teoría conspiranoica muy chula que ríete tú de los de la Tierra Plana.
OA: En los pies de foto se puede seguir una intrahistoria acerca de cómo las sitcoms americanas transcurren todas en un mismo universo de ficción. La idea no es mía, aunque hay aportaciones propias y lo utilizo como uno de los hilos conductores que van apareciendo en la enciclopedia.
SM: Vamos a despedirnos ya pero antes cuéntanos en qué estás trabajando
OA: estoy actualizando y quiero reeditar La música más rara del mundo y, en general, quiero volver a centrar mi atención en el mundo de la música.
SM: Lo esperamos con ganas.
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