Sanidad Madrid

Los médicos temporales calientan la huelga frente a la sede del portavoz de Ayuso

“¡Madrid! Ahora hay que aplaudir” gritaban decenas de gargantas de médicos especialistas este martes por la tarde en la calle Sagasta, muy cerca de la glorieta de Bilbao. Esta era una de las consignas más repetidas durante una protesta frente a la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, donde los sanitarios habían elegido llevar sus reivindicaciones este martes para visibilizar más allá de los hospitales sus demandas laborales.

Las batas blancas inundaron la acera y parte de la calzada de la manzana en la que se ubica la Consejería, con más de 200 profesionales que llevaban pancartas pidiendo fin a su situación de precariedad ante la sede donde trabaja Ruiz Escudero, titular de Sanidad y portavoz del ejecutivo de Díaz Ayuso. La temporalidad que sufre el sector se traduce en muchos años acumulando contratos de interinidad en plazas que ahora podrían convertirse en fijas en virtud de una ley estatal aprobada el año pasado, que el Gobierno regional no está aplicando de momento.

“14 años con contratos temporales, solo pedimos que se cumpla la ley 20/2021 para la reducción de la temporalidad”, denunciaba la pancarta de una manifestante. El 52% de los médicos que trabajan en los hospitales lo hacen con contratos temporales ya sea de interinidad o encadenando contratos de días o meses. Son 6.215 de los 11.970 médicos que trabajan en la región, según los datos de la propia Consejería de Sanidad. 

Los profesionales que han montado las reivindicaciones están agrupados en la plataforma de Médicos y Facultativos no fijos de Madrid, que ante la pasividad de la Consejería de Sanidad mantiene la huelga indefinida prevista a partir del lunes 9 de mayo, respaldados por un manifiesto con más de 5.000 firmas de su colectivo. “No se ha llegado a ningún compromiso por parte del gobierno de la Comunidad de Madrid”, denunciaban la semana pasada en un comunicado.

“Esta lacra de la temporalidad no solamente afecta a la organización y estabilidad de las plantillas de los servicios médicos y de otras especialidades, sino en gran medida a la calidad de los servicios prestados a los pacientes. Hecho que, éticamente como profesionales, no podemos seguir tolerándole a la administración por el beneficio de la sanidad pública”, lamentaban en el mismo texto.