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Orden de cierre para el restaurante del Wow en Gran Vía por carecer de licencia después de meses de funcionamiento

Cartel anunciando el restaurante del Wow a principios de septiembre (izquierda), terraza del local (centro) y estado acutal (derecha)

Diego Casado

3 de octubre de 2023 01:00 h

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Uno de los últimos restaurantes en llegar a las alturas de Gran Vía acaba de echar el cierre. El Penthouse del llamativo Wow ha cerrado sus puertas sin previo aviso después de la visita de los inspectores municipales hace unos días. En su lugar, ahora hay un “espacio gastronómico” de “acceso privado”, según pudo comprobar in situ este periódico.

La inspección llegó después de una denuncia por infracción urbanística presentada por Más Madrid, en la que aseguraba que la licencia para una actividad temporal relacionada con la “difusión de la gastronomía” estaba caducada desde hacía meses.

Según la información disponible en el portal municipal, el alta de la licencia se solicitó el 17 de noviembre de 2022 y duraba seis meses, por lo que habría caducado el pasado mes de mayo. Sin embargo, el local seguía ofreciendo comidas y cenas hasta hace unos días.

La visita de los inspectores del Ayuntamiento de Madrid tuvo lugar el miércoles 13 de septiembre, como ha desvelado el concejal de Más Madrid Álvaro Fernández Heredia, que compartía en redes una comunicación de la Agencia de Actividades en la que confirmaba que la licencia temporal estaba caducada:

“Están funcionando con una licencia temporal, mientras en paralelo se tramita el plan especial”, llegó a asegurar a Somos Madrid hace unos días el área de Urbanismo del Ayuntamiento sobre un permiso que en realidad está caducado, según la Agencia de Actividades.

El partido de Rita Maestre ha reclamado que el consistorio sancione la infracción con una de las multas previstas en el ordenamiento municipal, podrían ir desde los 60.001 hasta los 600.000 euros, o bien llevar a la clausura del local desde seis meses y un día hasta dos años. También es posible suspender la actividad un mínimo de seis meses e inhabilitar a los organizadores a organizar este tipo de actividades hasta tres años.

Sin embargo, puede que el negocio se libre de la multa, ya que en la visita de los inspectores municipales no pudieron demostrar que el lugar funcionara como un restaurante en lugar de como un espacio para la “difusión de la gastronomía”. Los técnicos municipales lo explican del siguiente modo: “Respecto de la actividad de restaurante, durante la visita de inspección no se pudo constatar que se llevase a cabo la misma”, escriben en la misiva.

Más Madrid había denunciado esta actividad y aportado imágenes de múltiples alusiones al “Restaurante” situado en las plantas quinta y sexta del edificio. El lugar admitía reservas al menos hasta la publicación de la denuncia en Somos Madrid y aún a día de hoy se define con esta palabra en su perfil de Instagram. “Hemos venido a romper muchas reglas”, publicaban hace unas semanas en esta red social, donde también emplean el hastag #restaurantesMadrid.

El Instagram del Penthouse by Wow es el único rastro digital que queda de esta actividad, ya que su carta y el formulario de reservas ha desaparecido de la página de la tienda. La antigua dirección donde sus clientes podían comprobar su oferta gastronómica remite ahora a una pantalla de error.

“Comprobamos que era cierto todo lo que denunciamos”, explica el edil Fernández Heredia. “El Ayuntamiento de Madrid mira a otro lado mientras algunos hacen lo que quieren. La licencia estaba caducada. Nos extraña que los servicios no hayan podido iniciar un expediente sancionador por no comprobar que era lo que todo el mundo sabía: un restaurante”, añade. El concejal de Más Madrid cree también que “Almeida no solo convierte esta ciudad en la ley de la selva, sino que además los amiguetes que no cumplen las normas saben que tienen total impunidad”.

Un plan especial para legalizar el restaurante

El uso de la palabra restaurante es clave en este caso, porque las actividades de este tipo están prohibidas por el planeamiento de Madrid en la parte alta del edificio. Para seguir desarrollándola, los responsables del Wow habían solicitado al Ayuntamiento un plan especial para alojar allí “un espacio para la divulgación del conocimiento gastronómico, destinado a la difusión y a la enseñanza no reglada de la cocina”, según consta en la documentación municipal a la que ha tenido acceso este periódico.

Más Madrid cree que el expediente para hacerlo contiene “información errónea” y la tramitación inicial “debe revocarse”, según el texto de las alegaciones al que ha tenido acceso este periódico. Para que fuera legal, el partido cree que Urbanismo primero ha de exigir al promotor “un programa de actividades concreto para el cambio de uso que se solicita, indicando el destino de cada espacio y para qué actividades concretas y cuáles están excluidas”, entre otras cuestiones.

Wow es un proyecto de Dimas Gimeno, expresidente de El Corte Inglés, y Rafael Medina, que actúa como Head of Curation del espacio. El duque de Feria es hermano de Luis Medina, actualmente investigado por el polémico contrato de venta de mascarillas con sobreprecio al Ayuntamiento de Madrid. El Penthouse se gestionaba, por su parte, desde el Grupo Triciclo.

El objetivo del espacio gastronómico situado en sus plantas quinta y sexta, según explicaba una portavoz de Wow contactada por Somos Madrid, “es el de promover estancias de los mejores profesionales de la cocina, organizadas en espacios de creatividad destinados a invitados, aficionados, profesionales o empresas. La actividad se completa con sesiones de elaboración, demostración culinaria, show cooking, degustación, restauración y eventos para fomentar el interés por la cocina, basados en la formación y en el aprendizaje de producto con la participación de prestigiosos chefs”.

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