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“Los ertzainas disparaban las pelotas de goma a dar”

Los padres de Iñigoi Cabacas durante una protesta

“Los ertzainas disparaban las pelotas de goma recto, a dar”. Es el testimonio de uno de los jóvenes que vivieron la carga de la Ertzaintza la fatídica noche en la que cayó gravemente herido por una pelota de goma Iñigo Cabacas, el joven aficionado del Athletic. La Audiencia de Bizkaia ha acogido, sin la presencia de los seis ertzainas acusados, la cuarta jornada del juicio por la muerte de Cabacas, herido de gravedad el 5 de abril de 2012 en una carga policial. El joven falleció cuatro días después en el Hospital de Basurto.

cayó gravemente herido por una pelota de goma Iñigo Cabacas

Seis ertzainas que participaron en el dispositivo policial con motivo del encuentro, tres mandos intermedios y tres agentes de base, están acusados por estos hechos. La acusación particular, que representa a la familia de la víctima, solicita para cada uno de ellos cuatro años de prisión por homicidio con imprudencia grave profesional, además de una inhabilitación de seis años. Por su parte, la Fiscalía y las defensas de los acusados solicitan la absolución.

En la cuarta sesión del juicio han declarado nueve testigos de la acusación que se encontraban en la plaza donde se produjo la carga policial. Todos han coincidido en que no hubo aviso de carga, ni tampoco ataques contra la Ertzaintza antes de que estos comenzaran a disparar las pelotas de goma “de manera horizontal, a la gente, de frente, y a dar”.

También han relatado que, tras iniciarse la carga, vieron lanzar “algunas botellas o cachis”, pero de manera “muy aislada” y ninguno ha reconocido haber visto grupos de encapuchados que lanzaran piedras u otros objetos a los agentes desde el callejón por el que se accede a Licenciado Pozas. Por otro lado, ninguno de los testigos ha podido certificar con rotundidad el uniforme de los agentes que formaron el dispositivo aquella noche.

Uno de los testigos ha explicado que los ertzainas “disparaban recto, a dar” y ha indicado que en un “impass” de la carga se levantó “con las manos en alto” y fue hacia los ertzainas para pedir que “pararan” y pidieran una ambulancia porque “le habían dado a alguien”. Tras recibir como respuesta de un agente “sí, sí, ahora vamos”, ha relatado que le dio la espalda al ertzaina y recibió “dos porrazos” que le tiraron al suelo. Por lo golpes recibidos tuvo que estar cuatro meses de baja, ha dicho, y recibió 12.000 euros de indemnización tras llegar a un acuerdo con la aseguradora.

Orden de no hacer daño

En la sesión también declaró la que en aquella época era la directora general de la Academia Vasca de Policía y Emergencias de Arkaute, Elena Moreno. Durante su intervención ha insistido en que la instrucción que reciben los agentes es “guardar una distancia de 25 a 50 metros” cuando se disparan pelotas de goma, “no disparar directo”, sino “a rebote” y “no lanzar a órganos vitales”.

Según Moreno, el manual de la Policía vasca para su instrucción y formación en vigor cuando se produjeron los hechos recoge que la respuesta policial ante 'fenómenos de masas' “no puede ser indiscriminada y tiene que ser dirigida al origen del desorden público”. Además, ha precisado que se debe basar en el principio de la “proporcionalidad” en relación a los hechos que están ocurriendo.

“De lo que se trata siempre en cualquier intervención, y así se trataba de trasladar en toda la formación de la Academia, es que lo primero era prevenir que el incidente fuera a más, e incluso que los incidentes tuvieran una afección más allá de donde se estaban produciendo”, ha precisado.

“Lo que tengo entendido”, ha añadido, “y por lo que he visto en las prácticas que realizan [los ertzainas], jamás se disparaba de cintura para abajo, siempre de cintura para arriba, y siempre se les instruía dentro de la formación sobre dónde no debían de tirar, dónde jamás debían apuntar en ningún caso, porque lo que no se buscaba era hacer daño a nadie”. La instrucción, ha reiterado, era “no lanzar a órganos vitales ni a articulaciones”.

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