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Belgrado niega que haya cerrado su frontera a los refugiados afganos
Serbia negó hoy haber cerrado su frontera para los refugiados afganos, como sostuvo el domingo la prensa griega, que aseguró que lo mismo hace Macedonia y que eso ha provocado un colapso en un centro de acogida fronterizo.
“Cuando llegan a nuestra frontera no ponemos ninguna traba en ese sentido. De forma adecuada tratamos a los inmigrantes de Afganistán y de otros países”, declaró a la prensa en Belgrado el ministro serbio de Trabajo, Aleksandar Vulin.
Indicó que un grupo de afganos bloqueado en la frontera griego-macedonia no es responsabilidad de Serbia.
Opinó que ellos también pasarán por los nuevos procedimientos de mayor control que se aplican ahora en la Ruta de los Balcanes para refugiados, aunque se limitó a señalar que “es sólo una suposición”.
Un sistema de registro común y control reforzado de los refugiados para impedir migraciones ilegales se aplica desde hoy según un acuerdo entre Macedonia, Serbia, Croacia, Eslovenia y Austria.
Desde noviembre pasado, los países de la ruta balcánica sólo permiten la entrada a refugiados sirios, iraquíes y afganos, por llegar de zonas en guerra, mientras que impiden el paso a otros por considerarlos “emigrantes económicos”.
Vulin declaró hoy también que se detecta un aumento del número de inmigrantes ilegales en toda la ruta, desde Turquía a través de Grecia, Macedonia, Bulgaria, Serbia y otros países, y abogó por la cooperación de las policías para la solución común del problema.
“Está claro que hay muchos que no podrán pasar con las nuevas normas y procedimientos. Ellos serán víctimas de contrabandistas y seguro que intentarán buscar alguna solución para sí en ese sentido”, dijo.
El ministro subrayó que Serbia a partir de ahora únicamente considera legales las llegadas de refugiados desde Macedonia, ya que ese país aplica el nuevo sistema de control.
Mientras, los refugiados que entren a Serbia a través de la frontera con Bulgaria, decenas de personas por día, no tendrán permiso para pasar y serán devueltos de nuevo al país vecino.
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