El Ibex cierra 2025 con la mayor subida en 20 años alimentado por los bancos y a la cabeza de las Bolsas europeas
En solo unas horas, el principal índice de la Bolsa española, el Ibex 35, sellará el segundo mejor año de su historia. Si nada se tuerce en la media sesión de este miércoles 31 de diciembre —cerrará a las 14.00 horas—, el selectivo del parqué madrileño va a situarse a la cabeza de las bolsas europeas, que también van a cerrar el mejor ejercicio desde antes de la pandemia.
El cierre de los últimos 12 meses conlleva que 2025, para quienes invierten en Bolsa, se recuerde como el año en que el Ibex alcanzó la cotización más alta de su historia, gracias a un rally que, en las últimas jornadas, lo ha llevado por encima de los 17.300 puntos.
Con la cotización récord de cierre de este martes (17.354,9 puntos), supone una revalorización del índice de más del 48% desde el 1 de enero. Solo se superó esa subida en 1993, cuando el Ibex alcanzó una rentabilidad del 54% en doce meses. Entonces tenía poco recorrido a sus espaldas, porque se creó en 1992. Hay que recordar que en este índice se incluyen las 35 empresas de mayor capitalización, las que más valor alcanzan en el mercado bursátil español. Una composición que ha ido cambiando a lo largo de los años, aunque con empresas históricas como Telefónica, Santander, BBVA, Iberdrola, Repsol, Endesa o Mapfre.
En el siguiente gráfico se ve la evolución del Ibex 35 a lo largo de los últimos meses.
Este despegue del Ibex en el ejercicio 2025, que se produce en un contexto de elevada incertidumbre política en España, lo coloca muy por delante del resto de grandes índices europeos, aunque todos cierran en verde. Por ejemplo, el MIB de Milán ha despuntado este año más de un 30%; el DAX alemán, más de un 22%; el FTSE londinense, un 20%; y el CAC 40 francés, el que menos ha brillado, se queda en el 10%.
Y si se ven los principales índices de Estados Unidos, el Dow Jones Industrial avanza este año más de un 14% y el Nasdaq, donde están todas las grandes tecnológicas, más de un 21%.
El traslado a la economía real de este despegue bursátil es bastante relativo, dado que solo pueden beneficiarse de él quienes invierten directamente en bolsa —y aprovechan la espiral alcista para vender sus acciones— o quienes cuentan con productos de inversión ligados a la evolución de los índices.
Por ejemplo, ING lanzó hace unas semanas un fondo de inversión con el que, si se mantiene el dinero invertido durante tres años, garantiza la inversión inicial con la opción de obtener una rentabilidad variable de hasta el 50% de los rendimientos del Ibex hasta 2029. Es decir, fía su rentabilidad a que este índice español siga subiendo.
¿Qué ha pasado para que la evolución sea tan positiva?
Detrás de la positiva evolución de las bolsas a lo largo de 2025 está una suma de factores, que van desde el impulso global que han vivido los mercados con al despegue de las grandes tecnológicas y el motor que ha sido la inteligencia artificial, hasta las rebajas de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal Estadounidense o del Banco Central Europeo (BCE), aunque Fráncfort haya pisado el freno.
Pero también hay mucha incertidumbre. “Durante las últimas semanas estos índices han mostrado una mayor volatilidad, vinculada, entre otros factores, a las dudas sobre la valoración de las empresas relacionadas con la inteligencia artificial y a la incertidumbre sobre la política monetaria en Estados Unidos”, aseguraba hace unos días el Banco de España al analizar el contexto económico y las previsiones para los próximos meses.
En España, tras el brillo del Ibex, están unos datos macroeconómicos que colocan a la economía local al frente de sus socios europeos y, también, unos bancos que han sostenido alzas de cotizaciones continuas durante todo el ejercicio. El Banco de España también destacó, en esa misma presentación, que “la bolsa española ha mostrado el 2025 un comportamiento diferencial, impulsada por el sector bancario”.
Si se analiza la evolución de los bancos, hay dos que han estado la mayor parte del año maniobrando a favor o en contra de una operación corporativa. La oferta de compra (OPA) fracasada de BBVA por Sabadell ha impulsado ambas cotizaciones durante el año y, una vez finalizada, como las dos entidades han prometido una política de dividendos millonaria, sus valores han mantenido el ritmo alcista. Así, en 2025, la acción de BBVA, que este martes ha cerrado por primera vez en su historia por encima de los 20 euros por título, se ha revalorizado cerca de un 114%; y la de Sabadell, más de un 80%.
No son casos únicos, porque la banca ha sido el sector que ha sostenido gran parte del repunte del Ibex gracias a sus promesas de rentabilidad por dividendo y a unos resultados que siguen en máximos a pesar del cambio de política monetaria por parte del BCE. En solo unas semanas presentarán los datos del conjunto del ejercicio, pero en los nueve primeros meses del año, las seis entidades financieras presentes en el Ibex (Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja), ganaron 25.416 millones de euros, lo que representa un 7,4% más que en el mismo periodo del año anterior.
Y todas han despegado en bolsa. Santander, muy cerca del 130%, colocando su acción por encima de los 10 euros, algo que no pasaba en 15 años. En el caso de Caixabank, la entidad participada por el Estado, se ha revalorizado casi un 100%, lo que permite que el 18% de su capital en manos del FROB (el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) haya pasado de valer cerca de 6.500 millones a principios de 2025 a más de 13.000 al cierre del ejercicio. Mientras, el despegue anual de Bankinter roza el 87% y el de Unicaja, el 120%.
Algunos factores de incertidumbre
Más allá de los bancos, la evolución de los principales valores ha sido bastante desigual, como se ve en el siguiente gráfico.
Las empresas que más se han revalorizado han sido Indra, aupada por el boom europeo de la Defensa, y con la que el Gobierno está intentando un gran campeón de este sector, y la compañía de energía fotovoltaica Solaria, que ha anunciado que va a apostar por las baterías y los centros de datos. No obstante, el peso de esta última en el Ibex es pequeño: es la menor compañía del selectivo, con una capitalización de unos 2.255 millones de euros.
La empresa con más valoración dentro del índice es Inditex. Su capitalización supera los 175.000 millones, por encima de los 150.000 de Santander. La dueña de Zara acumula una rentabilidad bastante por encima del 10% en el año, pero también ha vivido tropiezos. En junio, tras presentar unos resultados que los inversores consideraron decepcionantes, su acción cayó más de un 4% en una sola sesión.
Quien no ha vivido un buen ejercicio en el parqué es Telefónica. La capitalización del grupo de telecomunicaciones ronda los 19.700 millones de euros y está más de un 10% por debajo de los niveles de comienzos de enero. La empresa presidida por Marc Murtra cierra así un ejercicio marcado por su repliegue, en cuanto a la venta de sus filiales en América Latina, y el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) al que acaba de dar luz verde en España.
A partir de ahora surgen las dudas sobre qué pasará en 2026, si las bolsas mantendrán la misma tendencia. Un reciente análisis publicado por la agencia Bloomberg apostaba porque, al menos en Estados Unidos, las subidas se mantendrán, lo que convertiría 2026 en el cuarto año consecutivo de ganancias y la racha más larga de rentabilidades anuales en casi dos décadas.
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