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El PSOE rebaja el tono con el PP mientras lo endurece con Vox y lo lleva a los tribunales

Pedro Sánchez y Adriana Lastra en una imagen de archivo.

Irene Castro

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Pedro Sánchez trató sin éxito desde el arranque de la legislatura deatraer al PP a grandes pactos de Estado mientras arrinconaba a Vox. Los socialistas han defendido desde la irrupción de la extrema derecha en las instituciones españolas emular el cordón sanitario que existe en el resto de países de Europa. La crisis de la COVID-19 ha evidenciado que la derecha representada tanto por Pablo Casado como por Santiago Abascal no van a dar tregua al Gobierno; pero los socialistas han procurado mantener la misma tónica: mano tendida a los conservadores y cerco a la extrema derecha. 

La última invitación se produjo este miércoles en el Congreso tras el principio de acuerdo con Casado para explorar un gran acuerdo de reconstrucción económica y social en una comisión parlamentaria: Sánchez ofreció al resto de partidos el apoyo del PSOE para reproducir esos pactos en los distintos “escalones” de la administración autonómica y local. “Gobierne quien gobierne” y “hasta las últimas consecuencias”, fue la promesa del presidente, que no ha tenido ninguna respuesta por parte de los conservadores y que Sánchez ha aprovechado para hacer extensible a Ciudadanos, en quien ha encontrado ahora una disposición que siempre había buscado. 

Sánchez ha evitado desde el inicio de la crisis de la pandemia entrar en el cuerpo a cuerpo con Casado, pese a los constantes embates que le han llegado desde las filas del PP. En el debate de la tercera prórroga del estado de alarma se había conjurado para no entrar en “reproches”, como en ocasiones anteriores, y apenas le lanzó un dardo en respuesta a las críticas por la utilización de la Guardia Civil en la lucha contra la desinformación al recordarle que fue el Gobierno de Mariano Rajoy el que impulsó una “policía patriótica”

La número dos del PSOE, Adriana Lastra, que sí había lanzado duras diatribas a los populares durante las últimas semanas en los debates parlamentarios, trata también de bajar el tono respecto a otras intervenciones -que fueron la justificación del PP para negarse a llegar a un entendimiento porque sostenían que se les había “insultado”-. La portavoz socialista celebró este miércoles el cambio de posición de Casado, a quien dio la bienvenida a una “oposición responsable”. No obstante, el segundo turno del jefe de la oposición, en el que comparó al Gobierno con el Titanic y siguió acusando al Ejecutivo de “ocultar” cifras de personas fallecidas, llevó a Sánchez a afear a Casado que “busque excusas” para no llegar a acuerdos. Y Lastra contraatacó recordándole que la Comunidad de Madrid es la tercera región del mundo con mayor tasa de letalidad, tras Lombardia y Nueva York.

La portavoz del PSOE aseguró que le generan “dudas las intenciones” que tiene el principal partido de la oposición respecto a la comisión parlamentaria para el acuerdo de reconstrucción. Lastra reclamó a Casado que no se convierta en el “pirómano” de Vox y subió el tono en su reproche al asegurar que Casado “ha ganado” a Abascal “en extremismo y en radicalidad”. 

Aunque esa desconfianza es patente, el PSOE intenta aislar al partido de extrema derecha, al que Sánchez penas dedica unas palabras en sus réplicas, y ha decidido pasar a la ofensiva en los tribunales ante los ataques que están recibiendo de la extrema derecha.

“En su crítica demuestra no tener límite. Arremete contra todo y contra todos; va a acabar arremetiendo contra usted mismo. Sus electores se darán cuenta de que detrás de sus siglas no hay siglas, hay odio. No cree en la libertad de expresión, cree en la libertad de la mentira. Solo fomentan bulos”, le reprendió Sánchez a Abascal este miércoles tras las duras acusaciones que el jefe de la extrema derecha vertió contra el Ejecutivo, al que llegó a acusar de sentirse “muy capaces de convertir a España en una inmensa cárcel chavista que funcione con cartillas de racionamiento”.

La proliferación de bulos e informaciones falsas es una de preocupación en aumento en las filas socialistas, que temen que generen un caldo de cultivo similar a las estrategias como la de Jair Bolsonaro en Brasil aprovechando la pandemia. El PSOE ha lanzado una ofensiva en los tribunales contra Vox, a quien acusan de estar detrás de buena parte de esas campañas. Los socialistas han denunciado a la organización de Santiago Abascal ante la Fiscalía General del Estado, a la que instan a investigar un presunto delito de odio, y han emprendido acciones legales contra el propio Abascal y el eurodiputado Herman Tertsch por injurias y calumnias así como contra la tertuliana y cofundadora del partido Cristina Seguí. 

“No habíamos denunciado hasta ahora por una especie de cortesía parlamentaria”, señalan desde la dirección socialista, pero consideran que el incremento de la beligerancia en las redes sociales no puede quedar sin respuesta. Por eso Ferraz está poniendo una especial atención a los ataques y bulos que se propagan desde la extrema derecha e incluso han instado a sus militantes a enviar al departamento jurídico ese tipo de desinformación que detecten. 

La primera actuación del Partido Socialista fue denunciar ante la Fiscalía General del Estado algunos tuits de Vox al entender que pueden suponer injurias y calumnias, pero también un delito de odio contra el Gobierno. Entre los ejemplos que el PSOE presentó ante la Fiscalía estaban un par de tuits del partido de extrema derecha en el que acusaba al Gobierno de “ocultación” de féretros, acompañados de una imagen. En otro de los casos, directamente se manipuló una fotografía de la Gran Vía de Madrid repleta de ataúdes con crucifijos y la bandera de España acompañada del texto: “Los españoles están haciendo muchas imágenes de manera espontánea. Esta retrata perfectamente el dolor de esta tragedia que el Gobierno y sus satélites mediáticos pretenden ocultar”. 

El autor de la instantánea, el fotógrafo Ignacio Pereira, reclamó sin éxito la retirada de esa manipulación. El PSOE cree que Vox “lesiona el prestigio” del Gobierno como institución “democrática” y que tiene “la voluntad con estos tuit de crear una sensación en la ciudadanía de inseguridad, miedo y desconfianza (...) con la única motivación de atentar contra el honor del Gobierno y provocar una reacción en contra de este”. 

Pero no solo presentaron ese ejemplo sino que aprovecharon para llevar ante la Justicia la acusación de “promover la pederastia” que Vox hizo desde su cuenta oficial en enero en respuesta a un tuit de la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. Twitter entonces llegó a silenciar la cuenta oficial del partido. “La escalada de agresividad frente a esta organización a través de este perfil de la red social de la formación política VOX nos ha llevado a presentar esta denuncia ante esta Fiscalía en este momento, por cuanto estos ataques dirigidos al Gobierno y a nuestra representante en el Congreso de los Diputados, ya superan incluso la vulneración de los derechos contra el honor y posible consideración de estos como delitos de odio, sino que estas conductas pueden también entenderse comprendidas en el artículo 504.1 del Código Penal, que tipifica como delito especial las injurias, calumnias, y amenazas graves al Gobierno de la Nación”, expresaba el escrito.

Las actuaciones no se han quedado ahí y, entre acusaciones de “censura” al Ejecutivo por unas palabras del responsable de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, en una rueda de prensa en la que aseguró que el instituto armado trabaja frente a los bulos para “minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno”, el PSOE ha dado el primer paso para querellarse contra Abascal y el eurodiputado Herman Tertsch por injurias y calumnias. 

Al líder de Vox le reclaman 10.000 euros de indemnización por un comentario realizado en diciembre en el que acusaba a las “cloacas” del PSOE de haber “colocado” una “granada” en un centro de menores migrantes para “incitar el odio contra VOX”. El dinero, dicen los socialistas, iría a parar, si los tribunales les dan la razón, a organizaciones que trabajan con ese colectivo. En el caso del eurodiputado de extrema derecha, le piden la misma cantidad por, de nuevo, usar una imagen manipulada con ataúdes en la puerta de la sede socialista con el mensaje: “Así debería amanecer Ferraz”. El dinero, en este caso, sostiene el partido, se destinaría al Instituto de Salud Carlos III. 

Los socialistas reclaman que en el acto de conciliación los dirigentes de Vox “reconozcan que son autores de una intromisión ilegítima en el honor del PSOE” y retiren sus contenidos reconociendo “la falsedad de las imputaciones realizadas, retractándose públicamente de ellas en el mismo medio en que fueron difundidas”.

Días después, el PSOE se dirigió de nuevo a la Fiscalía para denunciar a la tertuliana y colaboradora de Ok Diario Cristina Seguí por calumnias e incitación al odio por algunos mensajes en la misma red social. “Merece la pena arriesgarse a una querella por decir que Pedro Sánchez es un miserable y un cerdo sinvergüenza”, dijo la cofundadora de Vox.  Para los socialistas, esas expresiones “rebasan el ánimo de censura, cuando se emplean, no ya juicios de valor, sino epítetos en sí mismos denigrantes”. Desde Ferraz avisan de que no será la última acción judicial. 

La reacción del PSOE ha coincidido con un virulento ataque desde la derecha al responsable de la Guardia Civil, José Manuel Santiago, por sus polémicas declaraciones que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, atribuyó a un “lapsus”. El propio general trató de “precisar” sus palabras al día siguiente: “Cuando he hablado de bulos y desinformación me refiero a la monitorización que realiza la Guardia Civil de las redes sociales, de internet... trata de indentificar esos bulos de origen incierto, que puedan genera estrés social y alarma social en cuestiones que en estos momentos tienen que ver con la enfermedad y la salud”. Lo que sí reclamó la Guardia Civil a sus unidades fue la identificación de bulos que generen “desafección a instituciones del Gobierno”.

La unidad de ciberseguridad del instituto armado realiza informes diarios en los que recopila contenidos públicos -especialmente volcados en redes sociales- en los que se mezclan tuits de formaciones políticas, críticas a las Fuerzas de Seguridad, informaciones de medios desmentidas oficialmente y otras cuya procedencia es la asociación mayoritaria en el Cuerpo. Tras la publicación es esa información en eldiario.es, el ministro del Interior defendió esa actuación en el Congreso y anunció que se investigará “la filtración”. 

Desde el inicio de la crisis de la COVID-19, una de las labores que han destacado las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, presentes en la comunicación del Gobierno en las ruedas de prensa diarias en Moncloa, es la lucha contra la desinformación en las redes sociales. La actuación de la Guardia Civil a partir del comentario del general Santiago ha sido objeto de crítica por parte de PP, Ciudadanos y Vox que han reclamado explicaciones en el Congreso tanto al responsable del instituto armado como de Marlaska. 

Los socialistas creen que el ambiente “irrespirable” en las redes sociales es un problema para la gestión de la crisis y algunos cargos consultados temen que se convierta en una estrategia que asemejan a otros fenómenos como el de Bolsonaro en Brasil. El propio Pedro Sánchez comenzó así una de sus réplicas al líder de Vox: “Quiero dirigirme a usted y a los millares de bots que trabajan para usted en las redes sociales. ”Se han situado en un terreno donde las palabras ya no tienen ningún sentido. Si usted ha demostrado algo en su intervención es tener muchos problemas, pero uno de ellos, sobre todo, es no entender el significado de la palabra bulo, mentira, desinformación o fake news“. 

En medio de toda esa polémica, el Gobierno ha sido acusado desde la derecha mediática de haber creado una red de bots para impulsar los contenidos que emite el Ministerio de Sanidad. El Ejecutivo se desmarca de esa actuación y, de hecho, trasladó una denuncia a Facebook al detectar que estaba siendo “víctima” de una “actividad fraudulenta” en sus perfiles. La compañía está investigando desde entonces esos perfiles, que encajan en el patrón de una red global de estafa online sin ninguna relación con la política española.

También la vicesecretaria general ha advertido de una “campaña para desacreditar su cuenta y a sus seguidores” a través del incremento de seguidores con cuentas falsas. A esa situación se suman algunas particulares, como la creación de un perfil falso en varias redes sociales, como Facebook e Instragram, de la jefa de los socialistas y demócratas en el Parlamento Europeo, Iratxe García, y que ya ha puesto en conocimiento de la compañía. 

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