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La mitad de los casos de VIH en Europa se detectan demasiado tarde

El 1 de diciembre se celebra el día mundial

Teguayco Pinto

Europa es la única región del mundo donde está aumentando la tasa de nuevas infecciones por el VIH, con más de 160.000 nuevos casos cada año, la mayoría en los países de Europa del este. El motivo, según el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés), es que más de la mitad de los nuevos infectados de VIH son diagnosticados en una etapa tardía de la infección, un tendencia que esta institución considera “preocupante”.

Este viernes se celebra en todo el mundo el día mundial de la lucha contra el SIDA, que se estableció hace 29 años. Mucho ha cambiado en Europa desde entonces, cuando la enfermedad mataba al 100% de los infectados. “Recuerdo pasar por sala, donde teníamos a más de 30 pacientes ingresados, y ver como todos morían”, explica a eldiario.es el doctor Javier de la Torre, portavoz del Grupo de Estudio del Sida (Gesida) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.

Uno de los primeros infectados en el viejo continente falleció en Portugal en 1978. Tres años después, un equipo médico del Hospital Vall d’Hebron describía en la revista médica The Lancet el primero caso detectado en España. Luego un caso en Reino Unido, otro en Francia, Dinamarca… y a los pocos años los muertos se contaban por miles.

Aún con el miedo a flor de piel, en 1990 nacía la campaña que marcaría a toda una generación de jóvenes españoles: 'póntelo, pónselo'. Pero a mediados de los noventa aparecieron los primeros antirretrovirales. Los fármacos redujeron prácticamente a cero la carga viral en la sangre y, poco a poco, el famoso eslogan pasó a ser una reliquia del pasado. “A partir del año 2000 empieza a haber una relajación y las campañas de prevención empiezan a descender brutalmente”, afirma de la Torre. El SIDA, parecía controlado.

Sin embargo, la relajación social e institucional ha terminado provocando que en Europa vuelvan a saltar algunas alarmas. La mitad de los nuevos diagnósticos son de personas que llevan al menos 3 años infectadas y resulta especialmente preocupante el repunte que se está dando en los países del este. De seguir así, advierte la directora regional de la OMS en Europa, Zsuzsanna Jakabno, “no podremos alcanzar el objetivo del Objetivo de Desarrollo Sostenible de poner fin a la epidemia de VIH para 2030”.

Según de la Torre, hasta hora “se ha hecho un gran esfuerzo en el resto de regiones del mundo, pero es en el este de Europa donde están aumentando los casos de forma más preocupante” y el ECDC estima que en esta región se dan el 80% de los nuevos casos de infección por VIH.

En España, 10 casos nuevos cada día

 

Estos datos contrastan con la estabilización que se ha dado en la UE, donde se se producen unos 29.000 casos nuevos cada año. “En Europa occidental la incidencia de nuevos casos está más o menos estabilizada”, explica de la Torre, y en España el número de nuevos infectados oscila entre los 3.300 y los 3.500 cada año, “prácticamente 10 nuevos casos al día”.

Sin embargo, en Europa occidental el diagnóstico tardío sigue siendo una de las grandes asignaturas pendientes, ya que dos tercios de los nuevos casos de SIDA en la UE se dieron dentro de los tres meses posteriores al diagnóstico de VIH, lo que significa que las personas afectadas han tenido el virus sin saberlo durante al menos tres años.

“El diagnóstico tardío se da cuando el recuento de defensas baja de 350 linfocitos por milímetro cúbico o cuando el paciente ya ha presentado alguna complicación que sea catalogada como enfermedad definitoria de SIDA”, explica de la Torre. “Cuando esto se produce significa que hemos llegado entre tres y ocho años después de que se haya producido la infección”.

En España, la tasa de diagnóstico tardío es del 46%, cinco puntos por debajo de la media de la región europea. Aún así, casi una cuarta parte de los infectados terminan padeciendo alguna enfermedad relacionada con el de SIDA. “Hemos avanzado muchísimo, pero todavía es un porcentaje muy importante”, afirma de la Torre.

Disminuyen las ayudas internacionales

Pero el empeoramiento de la situación en los países del este no se debe solo a una relajación social e institucional, según denuncian algunas organizaciones. “Hay que poner de manifiesto el abandono que sufren las poblaciones más vulnerables al VIH por parte de sus gobiernos y también por parte de la ayuda internacional”, asegura a eldiario.es Vanessa López, directora de Salud por Derecho.

Según López, “se ha visto que en ciertos países, como Serbia y Rumanía, la incidencia de VIH ha crecido más de un 50% a los tres años de cortar la financiación internacional”. Unas ayudas que están “en el nivel más bajo desde 2010” y cuya retirada está afectando especialmente a los países de rentas medias, donde vive el 60% de los infectados por VIH de todo el mundo.

Desde esta asociación también recuerdan que “cuando desaparece la ayuda internacional, los programas quedan en manos de gobiernos, que en muchos casos son los que discriminan a los colectivos más vulnerables”, explica López, por lo que pide que “los procesos de salida de los donantes vayan acompañados de políticas que garanticen que el gobierno se hace cargo de todos los programas de ayuda”.

España también ha contribuido a la disminución de la ayuda internacional contra el SIDA en los últimos años. “Desde 2011 no hace aportaciones al fondo mundial del lucha contra el SIDA”, asegura López, a pesar de que el año pasado todos los grupos parlamentarios acordaron que España aportaría 100 millones de euros a este fondo, “una aportación que aún no se ha hecho efectiva”.

España sigue sin aprobar la Truvada

Para tratar de poner coto a la propagación de la enfermedad, los especialistas señalan la necesidad de mejorar el diagnóstico precoz. “Hay que normalizar la realización de pruebas de VIH, hay que insistir a la población en que se chequee y concienciar a todos los trabajadores sanitarios”, explica de la Torre.

El ECDC también pone especial énfasis es en los programas de prevención y concienciación social y recomienda especialmente la implementación de programas de profilaxis preexposición, una de las prácticas más demandadas por los especialistas para evitar nuevos contagios entre personas que tienen conductas de riesgo.

Este método implica la toma controlada de un antirretroviral llamado Truvada, un fármaco que aún no ha sido aprobado en España, a pesar de la petición de numerosos especialistas. “Es una medida que ha conseguido un descenso muy importante en aquellos países en los que se está aplicando”, explica de la Torre, “ahora mismo lo tenemos todo para poder implementarla y sabemos que funciona, solo hace falta que el Ministerio lo autorice”.

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