Iberia y otras aerolíneas cancelan sus vuelos a Venezuela tras la advertencia de EEUU sobre la “actividad militar” en la zona
La aerolínea española Iberia ha anunciado este sábado la cancelación de sus vuelos comerciales a Venezuela e irá evaluando la situación en ese país para decidir cuándo retoma sus operaciones. El primero de los viajes estaba previsto para el lunes.
El número de vuelos comerciales de Iberia al país venezolano es de cinco semanales. El viernes y el domingo son los únicos días que no había programados vuelos a ese país, según las fuentes consultadas.
La compañía ha adoptado esta decisión en consonancia con lo que están haciendo otras aerolíneas, según informan a EFE fuentes de Iberia. Entre ellas está la portuguesa TAP, que ha decidido suprimir un vuelo programado para este sábado y otro para este próximo martes con destino a Venezuela. También la brasileña Gol hizo lo propio con sus vuelos a Caracas programados para este fin de semana.
La cancelación de estos vuelos se produce después del aviso emitido el viernes por la Administración Federal de Aviación (FAA) de EEUU, en el que instaba a los vuelos comerciales a “extremar la precaución” al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe ante lo que considera “una situación potencialmente peligrosa en la región”.
En su comunicación, la FAA advirtió sobre una “situación potencialmente peligrosa en la región de información de vuelo de Maiquetía”, que corresponde al espacio aéreo controlado por Venezuela, que incluye también parte del Caribe sur y oriental. “Se recomienda a los operadores extremar la precaución al operar en la región de información de vuelo de Maiquetía a todas las altitudes debido al deterioro de la situación de seguridad y al aumento de la actividad militar en Venezuela o sus alrededores”, añadía el texto.
Estados Unidos mantiene un amplio despliegue militar en el sur del Caribe desde el pasado verano
Este aviso a las compañías aéreas con vuelos a Venezuela coincide con el nutrido despliegue militar estadounidense en la zona desde el pasado verano para presionar al Gobierno venezolano de Nicolás Maduro y estrechar el cerco sobre él, con más de 15.000 soldados en la zona, un portaaviones, fragatas, destructores.
Así, Washington ha decidido designar como grupo terrorista el supuesto Cártel de los Soles que, según EEUU y sin aportar una sola prueba, comanda el presidente de Venezuela. Este movimiento, anunciado por el secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, supone una vuelta de tuerca para apuntar en la diana al presidente de Venezuela.
Asimismo, la pasada semana llegó al sur del Caribe el portaviones USS Gerald Ford, que se sumaba al despliegue militar en lo que el Pentágono ha llamado operación “Lanza del Sur”.
Dentro de este operativo, cuyo fin, según la Administración Trump, es combatir el narcotráfico, EEUU ha destruido cerca de una veintena de lanchas supuestamente cargadas con drogas y matado al menos a 83 personas que las tripulaban.
Un informe secreto del Departamento de Justicia ha aprobado los ataques a supuestas narcolanchas como legales, amparados en la idea de que Estados Unidos se encuentra legalmente en un estado de conflicto armado con los cárteles de la droga. La Administración ha insistido en que Trump tiene la autoridad para ordenar legalmente las ejecuciones extrajudiciales conforme a las leyes de la guerra, pero ha proporcionado escasos detalles sobre su análisis jurídico para fundamentar dicha conclusión.
Los ataques se han producido en territorios como Trinidad y Tobago. En este país, los familiares de algunas víctimas de estas ejecuciones extrajudiciales denuncian la falta del debido proceso y la colaboración con EEUU de sus autoridades, que no abren ninguna investigación.
Por ejemplo, a finales del pasado octubre seis hombres del pueblo pesquero de Las Cuevas, en el norte de Trinidad, fueron asesinados. El tío de uno de los fallecidos lamentaba que Trump solo atacaba a la región “porque quiere el gas y el petróleo de los países. Va tras la riqueza de las poblaciones y mata a los hijos de los pobres”. Así, desde el pasado verano los pescadores del Caribe tienen miedo de convertirse en víctimas colaterales de este conflicto mientras están trabajando en el mar.
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