Aliança Catalana alcanzaría a Junts y aspira a ser tercera fuerza en Catalunya, según el barómetro del CEO
Estimación de escaños en el Parlament de Catalunya
Encuesta del CEO de noviembre de 2025. Mayoría en 68 escaños
Aliança Catalana se dispararía en unas elecciones catalanas hasta alcanzar a Junts, su principal competidor. El partido de Sílvia Orriols, que hoy tiene dos diputados en el Parlament, se situaría actualmente en una horquilla de 19-20 escaños, según el barómetro del Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat, un resultado que le permitiría disputar la tercera fuerza a los de Carles Puigdemont, también en 19-20.
El desplome de Junts, que caería desde sus actuales 35 escaños, se explica por un notable trasvase de apoyos hacia Aliança, según constata el CEO. A día de hoy, hasta un 20% de los votantes de Puigdemont, uno de cada cinco, optaría hoy por Orriols. Destaca también cómo el partido de la alcaldesa de Ripoll se alimentarían también del 9% de votantes de la extrema derecha de Vox.
“Esta transferencia de Junts a Aliança indica un cierto realineamiento”, ha apuntado Juan Rodríguez Teruel, director del CEO, que ha recalcado que actualmente Junts es el partido con “menor lealtad electoral” del panorama catalán. “Las dudas sobre su papel y orientación política favorecen a su principal adversario”, ha argumentado Teruel, que ha señalado además que Aliança sería directamente fuerza ganadora en Girona y Lleida.
El crecimiento de Aliança, además, se nutre de votantes no necesariamente independentistas, sino de electores que dan prioridad al discurso xenófobo al que la formación dedica la mayoría de sus esfuerzos. Esto se traduce en que actualmente el 32% de quienes les votarían son contrarios a la secesión, por un 62% que están a favor. Su competidor en la derecha, Junts, presenta unos porcentajes de 14% frente al 81%, respectivamente.
El barómetro, que abarca una muestra de 2.000 personas, se llevó a cabo entre el 13 de octubre y el 11 de noviembre. Precisamente en medio de ese período se produjo uno de los movimientos políticos de mayor calado en Catalunya: la ruptura de Junts con el Gobierno de Pedro Sánchez.
Al margen de la competición en la derecha independentista, la otra gran novedad de la encuesta es el sorpasso de Vox al PP, algo que ya ocurrió en los comicios de 2021, pero que los populares habían logrado revertir en 2024. El CEO otorga a Vox entre 13 y 14 escaños –hasta tres más que ahora–, mientras que al PP, 12-13 –hasta tres menos–.
Del resto de formaciones, ERC mantiene su cierta tendencia al alza, con 22-23 escaños estimados, por encima de los 20 que obtuvo Pere Aragonès en 2024. Por su parte, Comuns y CUP continuarían estables en la parte baja, con 6 y 3-4 diputados, respectivamente.
Los votantes independentistas, de hecho, ya ven con tan buenos ojos a Carles Puigdemont como a Sílvia Orriols como posible president del Govern. El líder de Junts y la de Aliança Catalana empatan con un 8% como favorito para ocupar el Palau de la Generalitat. El mejor valorado para ello es, con diferencia, Salvador Illa con un 21%. El líder de ERC, Oriol Junqueras, se queda con un 7% de los apoyos.
En este sentido, en índices de aprobación, Orriols saca de nuevo la cabeza por encima de Puigdemont, con un 42% frente a un 38%. Superados ambos por Illa (62%), Junqueras (55%) y Albiach (47%).
El CEO incluye también estimación de votos en unas elecciones al Congreso de los Diputados, donde PSC sería nuevamente primera fuerza con 19-20 asientos. Le seguiría ERC (9-10), Junts (5-6), PP (5-6), Vox (5-6), Sumar (3) y Podemos (0-1).
En cuanto a preocupaciones de los catalanes, el acceso a la vivienda es con diferencia la mayor. Hasta el 31% de los entrevistados señalaron que la dificultad para encontrar un techo era el principal problema de Catalunya, muy lejos de la inmigración (10%), situado como el segundo problema seguido de la inseguridad ciudadana (9%). La preocupación por el precio de la vivienda es transversal en prácticamente los votantes de todos los partidos: solo los votantes de Aliança Catalana (29%) y Vox (26%) priorizan la inmigración como principal problema.
Los buenos datos macroeconómicos del país siguen sin percibirse entre la población. Cuatro de cada diez catalanes consideran que la situación económica es “mala o muy mala” y casi un tercio de los encuestados (28%) declaran que su situación económica personal ha empeorado el último año.
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