¿Un burka y una prostituta para una campaña contra la violencia de género?
La campaña de este año del Ayuntamiento de Sevilla con motivo del 25 de noviembre (Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer) no ha conseguido ser del gusto de todos. En el cartel destaca un recortable con una mujer en ropa interior, un burka y una prostituta. El lema (“Mal trato”) y los dibujos son los ganadores de sendos concursos convocados entre los centros de Enseñanza Secundaria de la ciudad, “para que ellos representen cómo ven la violencia de género”. Mientras el Consistorio defiende que la campaña de este año pretende “visibilizar alguna de las manifestaciones que puede adoptar la violencia que sufren las mujeres por el hecho de serlo”, la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y una petición de change.org exigen su retirada inmediata.
“Esta campaña es un paso hacia atrás en todos los valores de respeto a la diversidad y a la libertad de decisión”, reza una petición en change.org para la retirada de “la cartelería racista y estereotipada del 25N del Ayuntamiento de Sevilla”. Según la solicitud, que ha reunido más de 500 firmas, la campaña “ofensiva e inapropiada” asocia la violencia de género directamente con la prostitución y la religión musulmana, y maltrato con islam, “perpetuando una imagen negativa y estereotípica de la religión musulmana, que además niega la propia voluntad de una mujer a pertenecer a una religión o otra de manera libre, victimizando a las mujeres musulmanas, como si no tuvieran capacidad de autodeterminación”. Por otro lado “también se victimiza a las trabajadoras del sexo, asociando el maltrato a su profesión y su persona y no a sus posibles condiciones laborales carentes de regularización en nuestra sociedad”.
Colectivos de mujeres musulmanas, feministas, pro derechos humanos y ciudadanos se reunieron este sábado en Sevilla para denunciar la campaña y exigir, igualmente, la “retirada inmediata” de la cartelería de la misma y del spot publicitario. El lunes por la mañana presentarán las múltiples denuncias, dirigidas al Ayuntamiento, a partidos políticos, al Defensor del Pueblo Andaluz y al Instituto Andaluz de la Mujer (IAM). Esta última institución, consultada por eldiario andalucia acerca de la campaña, no ha querido pronunciarseal respecto.
Quien sí se ha pronunciado ha sido la APDH-A, que ha mostrado su “repulsa” por un cartel que “une a la violencia contra las mujeres dos únicos conceptos (prostitución y religión musulmana), y lo hace de manera estereotipada y simplista, identificando el burka con Islam y la prostitución con trata”.
“En nada ayuda este tipo de carteles y de mensajes en la lucha contra la violencia ejercida hacia las mujeres, porque establece unas conexiones mentales que asocian la violencia contra las mujeres con una religión o con la prostitución, en lugar de abordar las auténticas causas de violencia. Y en nada ayuda a la defensa de valores humanos como son la diversidad, la pluralidad y la integración. En nada ayuda, de igual modo, al respeto de la dignidad de la mujer”, considera APDH-A.
La asociación manifiesta su “mayor repulsa” e “indignación” hacia campañas “que victimizan aún más a las mujeres, estigmatiza a colectivos vulnerables de nuestra sociedad, ahonda más en los estereotipos asociando una religión con la violencia y que no trata o margina los aspectos que sí son causas reales en la violencia hacia las mujeres, como son el patriarcado y el sexismo”.
Violencia contra las mujeres “por el hecho de serlo”
APDHA asegura haber conocido el “rechazo experimentado” por distintos colectivos de mujeres musulmanas, “que ven en el cartel un ataque a su libertad para vestir y una acusación de violencia a su religión”. Además, reclama “la inmediata retirada de esta publicidad y que se tomen las medidas necesarias para que esto no vuelva a ocurrir”. En este sentido, pide concretamente, “que se revisen las bases del Concurso de Dibujo y Eslogan con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género, en especial en relación a la composición del jurado”.
El Ayuntamiento, por su parte, recuerda que los jóvenes estudiantes ganadores del concurso “han querido visibilizar la explotación sexual que sufren las mujeres en mucha mayor medida que los hombres”, apuntando que “más del 80% de las personas que son prostituidas y tratadas y traficadas con esta finalidad son mujeres y niñas”. Los jóvenes también han querido visiblizar “aquellas prácticas culturales que son nocivas para las mujeres, que en este caso se representa a través del burka, pero que también puede tener otra representación en la mutilación genital femenina, la lapidación, los matrimonios forzados, los abortos selectivos, etc”.
“Con este ejemplo, no han pretendido representar un ataque a las creencias y prácticas religiosas de algunos países, sino a aquellas prácticas que atentan a los derechos humanos de las mujeres por el hecho de serlo. Existen países donde el uso de esta prenda es obligada por el propio Estado, hecho que estos escolares denuncian en la campaña, y ello acompañado por la prohibición a las mujeres del ejercicio de derechos y libertades que son necesarios para el desarrollo vital de una persona: a la educación, a una sanidad, a la libertad de circulación, etc”, explica el Consistorio.
En un comunicado aclaratorio indican que la propia Organización de Naciones Unidas (ONU), en la Declaración para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, realizada en 1993, señala que violencia contra las mujeres son aquellos actos que se ejercen contra las mujeres por el hecho de serlo. “Se puede concluir que esta violencia abarca todos los actos mediante los cuales se discrimina, ignora, somete y subordina a las mujeres en los diferentes aspectos de su existencia y en cualquiera de los ámbitos donde desarrolle su existencia. Es todo ataque material y simbólico que afecta a su libertad, dignidad, seguridad, intimidad e integridad moral y/o física”, señala el Ayuntamiento.