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Boicot a la pesca en Marruecos: “Así no podemos seguir”

Los pescadores de Barbate están preocupados por la reacción de los pecadores marroquíes.

Francisco J. Jiménez

Barbate (Cádiz) —

Llueve sobre el puerto de Barbate. Los sableros se han marchado un día más a las aguas marroquíes en busca del jornal y los que se han quedado en tierra cruzan los dedos para que no se repitan los incidentes de esta semana. Pescadores de esta localidad y de Algeciras se han vuelto de vacío en tres ocasiones por las amenazas sufridas en el caladero situado al oeste del cabo Espartel. Violencia verbal y también algún cuchillo amenazante, explican, han hecho que los gaditanos tuvieran que regresar sin nada. Y no está claro que hayan sido actuaciones aisladas, ya que desde Marruecos llegan noticias de que la jornada tranquila del viernes sólo se ha debido a que era el día de rezo. El lunes, si no antes, puede volver el boicot.

En Barbate quieren ser optimistas y esperan que se restablezca una relación que siempre fue cordial. No entienden que después de tres años esperando para volver a trabajar en esas aguas ahora tengan que devolver las licencias por las acciones incontroladas de un grupo que se dedica a hostigar a los españoles. Han tenido que pasar tres años para que se haya firmado un nuevo acuerdo pesquero con Marruecos y, después de pasar por caja, no tiene sentido que ahora se les cierre esa puerta.

Luis Beltrán, armador de la zona, lo ha vivido muy de cerca a través de su hijo: “Desde el lunes no nos dejan pescar. Había doce barcos marroquíes y nos han echado. Se ponen a tu lado y te dicen que no puedes pescar con amenazas y partiendo chismes y tirando el pescado. Tiene que haber una lancha marroquí para controlarlo todo y que no haya problemas, pero cuando aparecen los barcos que llegan desde Tánger, la lancha se quita de enmedio. El ministro marroquí dijo el jueves que se iba a solucionar y que tenemos que pescar tranquilamente porque para eso hemos pagado. Como pase otra vez, entregamos la licencia porque el barco tiene mucho gasto. Si no pescamos no podemos ganar dinero ni pagar los gastos que el barco necesita”.

En la misma línea se expresa Andrés Barrera, subastador en la lonja barbateña: “Creo que se va a solucionar porque nunca hemos tenido problemas con ellos. Hemos estado tres años sin faenar allí por cuestiones burocráticas, pero ni los barcos de Algeciras ni de Barbate han tenido problemas nunca. Yo soy optimista y creo que se va a subsanar”.

No lo tiene tan claro Domingo Pacheco, que regresaba el viernes a mediodía de las aguas marroquíes con buenas y malas noticias. Las buenas, que se había podido faenar con normalidad por primera vez en la semana. Las malas, las que le llegaron por radio de un amigo marroquí que está muy bien informado: “Hemos recibido información a través de un amigo marroquí de que los problemas van a seguir porque los barcos seguirán impidiéndonos faenar. Tenemos que ver qué decisión tomamos porque así no podemos seguir. La licencia se paga cada tres meses y ahora habría que pagar de nuevo. Si seguimos así no merece la pena porque no nos dejan trabajar. Parece que hay muy buenas intenciones por todas las partes, pero a la hora de la verdad somos nosotros los que tenemos que vivir situaciones tensas y muy desagradables cuando sólo queremos trabajar”.

Basta con pasar una mañana en Barbate para comprobar que la preocupación es grande. Aquí ahora no se habla de fútbol ni de cuestiones menores; se sabe que hay mucho en juego y que las previsiones no son buenas. No hay mucha confianza en que las promesas que llegan desde los cargos políticos terminen cristalizando en algo positivo. El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Diego Valderas, destacó este jueves los esfuerzos que está realizando el Gobierno andaluz para intentar “por todos los medios” establecer “elementos a futuro que doten de mayor seguridad y estabilidad a la flota” y que pueda volver “con tranquilidad” al caladero marroquí.

El patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Barbate, Alfonso Reyes, tiene mucha experiencia y sabe que el talante debe ser positivo en un asunto nada baladí, pero también tener una postura firme para que se respeten los derechos adquiridos de los pescadores. “Creíamos que había cordialidad con los pescadores de Marruecos, pero hay un sector que sigue amenazando. Hemos cogido sus matrículas para que las administraciones tuvieran más datos. Vamos a ver qué pasa el domingo o el lunes cuando estemos las dos flotas faenando. He trasladado las incidencias a las autoridades y me han dicho que pondrían medios para que no se vuelva a repetir. Si hubiera vigilancia se podría trabajar, que es de lo que se trata. También estaría bien tener una reunión mixta para hacer unos turnos rotativos o buscar soluciones. Estamos dispuestos a dialogar en la medida que sea necesario”.

Y lo dice quien sabe de primera mano lo importante que es para su pueblo encontrar una solución: “Ha costado mucho volver a pescar en Marruecos y esto es algo inesperado. Yo tenía mucha ilusión porque nuestra flota desde hace más de 50 años ha trabajado mucho en Marruecos. Son 400 familias las que dependen de ello de manera directa y otras 400 de manera indirecta. La pesca es el motor de la economía de Barbate y hay que llegar a un punto de encuentro”.

El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha destacado en un comunicado que los barcos españoles hayan reanudado su pesca “con total normalidad” y “sin contratiempos” en aguas de Marruecos. Es la visión lejana de una problemática que sólo la conocen realmente los que se echan a la mar.

La sardina, la puntilla para la pesca local

Pero no han sido los incidentes de Marruecos la única mala noticia de la semana para los pescadores de Barbate, que el viernes supieron que no podrán seguir pescando sardinas, con lo que ello puede suponer para la economía local. “Ahora nos comunican que a partir de hoy ya no se pueden coger sardinas. Dicen que tenemos superado el cupo permitido y hay que parar. Así nos lo ponen más complicado y vamos a tener que amarrar. Eso para el armador es un problema gordo y medidas hay que tomar. Aquí desde siempre hemos sido muy pasivos. Pensamos que si se puede arreglar con el diálogo, mejor. Tenemos claro que si esto pasa en otro puerto ya habría habido más de un corte de carretera, pero en Barbate no somos así. Lo estamos padeciendo desde hace años y vivir de la pesca se está complicando mucho. No nos pueden hacer tantos recortes y la problemática es muy grande”, explica Andrés Barrera.

En la Cofradía de Pescadores también se llevan las manos a la cabeza con la medida adoptada desde el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que ha cerrado la pesca de sardina en aguas ibéricas del Atlántico -del Cantábrico al Golfo de Cádiz-, por constatar que se ha consumido la cuota de capturas de la especie. Alfonso Reyes tiene una opinión muy clara al respecto: “Nos dicen del Ministerio que nos hacen el cierre de la pesquería de la sardina. Ya hemos estado reunidos con el Ministerio y con la Junta hablando del tema más de una vez y ya hicimos un esfuerzo para reservar los recursos de la sardina que es mejor que el que impone la administración competente. Con la propuesta que hicimos reducíamos el tiempo de captura y los horarios de pesca de manera gradual con idea de darle supervivencia al recurso. El informe de los científicos decía que no había urgencia en nuestra zona porque había abundancia de pesquería. El problema es que la sardina en su ciclo migratoria los vascos la pescan en febrero y marzo, los gallegos en abril y mayo, los portugueses en junio, julio y agosto y ahora es cuando viene al Golfo de Cádiz. Nos encontramos que ahora no podemos pescarla porque han consumido la cuota cuando barcos de Cádiz no han cogido ni una caja de sardinas. Parar una flota cuando ya no tenemos cuota de boquerón es invitarnos a irnos al paro, ya que el jurel también está cerrado. Queremos que nos dejen trabajar, sólo pedimos eso”.

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