El cabecilla secreto del Urbanismo de Granada y su relación con constructores según la UDEF: tratos de favor, viajes y bañeras de hidromasaje
La Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional ha emitido un nuevo informe que dibuja cómo se organizaba el área de Urbanismo del Ayuntamiento de Granada del Partido Popular durante la década y media que se investiga en la 'Operación Nazarí'. El documento, al que ha tenido acceso este medio, da detalles de la relación personal de uno de los altos cargos de Urbanismo imputados en la causa y con los constructores que también están en el banquillo de los acusados. Según la investigación, Manuel Lorente era quien manejaba a su antojo ese área en el Ayuntamiento.
La 'Operación Nazarí' que investiga al Urbanismo de Granada entre 2003 y 2016 y que puso fin a 13 años de alcaldía del Partido Popular, sigue su curso. Si la UDEF ya aseguró que el exalcalde, José Torres Hurtado, era el cabecilla de una “organización criminal” y que el PP de Sebastián Pérez a nivel provincial sabía lo que ocurría, ahora sostiene que quien manejaba los hilos del área era Manuel Lorente, uno de los principales imputados y funcionario de peso del Urbanismo en Granada en las últimas décadas.
Lorente fue gerente de Urbanismo entre 2006 y 2008 cuando dimitió asegurando estar “cansado”. No obstante, aunque la concejal de Urbanismo también imputada, Isabel Nieto, aseguró entonces que la dimisión no les sorprendía y que era algo que llevaba tiempo meditando, lo cierto es que en aquella fecha ya había investigaciones que le señalaban por sus relaciones con algunos constructores. Y aunque dimitió, Manuel Lorente continuó ligado al Urbanismo de Granada siendo director municipal de obras hasta su detención con el estallido de la 'Operación Nazarí' en abril de 2016.
José Julián y Lorente: una relación de amistad
Lo que ya se investigaba en 2008 lo deja claro el informe de la UDEF al que ha tenido acceso este medio. En él no quedan dudas que Manuel Lorente tenía una buena relación personal y profesional con los principales empresarios de la construcción de Granada. Especialmente con José Julián Romero. En las casi 100 páginas del análisis de los documentos encontrados por la Policía en los registros, se detalla que Lorente y Romero llevaron a cabo varias operaciones urbanísticas de dudosa legalidad mientras su relación personal les permitía irse de viaje juntos.
Lorente firmó a nombre de sus hijos varias plazas de aparcamiento público de Granada que había construido José Julián Romero junto con Enrique Legerén, otro de los imputados. Más allá de la ética de estas operaciones de compraventa, la UDEF señala que los pagos no fueron transparentes. Algunos se hicieron parte en metálico y mediante cheques cuyas cantidades totales no aparecieron reflejadas en los contratos. Además, aunque las plazas de aparcamiento estaban a nombre de sus hijos, la Policía confirma que el vehículo personal de Manuel Lorente utilizó una de ellas “en multitud de días”. Estos aparcamientos forman parte de uno de los ocho expedientes que se investigan.
Pero hay más. El informe es casi inabarcable por la cantidad de años y situaciones a las que hace referencia. Sin embargo, en cuanto a la relación personal entre Manuel Lorente y José Julián Romero, esta queda acreditada en varias oportunidades. La más evidente es cuando ambos se van de viaje con sus respectivas familias a Japón en 2006. Hay fotografías personales tanto de la escapada a Japón como de otras reuniones visitando monumentos o comiendo juntos en la mesa de un restaurante.
El trato directo con este empresario queda acreditado para la UDEF por esos viajes y reuniones personales, pero también queda acreditado con Enrique Legerén, otro de los constructores imputados. La Policía señala en el informe que “se evidencia el trato directo (llamadas y mensajes al teléfono móvil) entre Enrique Legeren y Manuel Lorente, hablando incluso de quedar para comer”. Además, el empresario “trata de influir en Lorente para desbloquear un contratiempo (...), que por las fechas sería la de construcción de instalación deportiva descubierta, aparcamiento subterráneo y parcela terciaria de uso comercial (Covirán) en parcela de equipamiento municipal en Plaza de la Ilusión de Granada, llevada a cabo por empresas de Legerén para Covirán como empresa concesionaria”.
Tratos de favor
El relato de episodios en los que se demostraría para la UDEF la estrecha relación entre el alto cargo de Urbanismo y los empresarios de la construcción, continúa con Roberto García Arrabal. El considerado como primer espada de los constructores granadinos en la última década, también participó de algunos acuerdos y tratos de favor con Lorente según el informe policial.
Manuel Lorente y su esposa adquirieron tres viviendas para cada uno de sus hijos en 2006 a la empresa de Roberto García Arrabal, Inversiones Área Sur. La misma empresa que está relacionada con la discoteca ilegal del 'Caso Serrallo'. En esta operación de compraventa, García Arrabal rebaja el precio de las viviendas a Lorente eliminando el beneficio industrial. Además, el funcionario de Urbanismo llega incluso a solicitar la instalación de bañera hidromasaje en cada uno de los pisos que compra para sus hijos.
Precisamente uno de los hijos de Manuel Lorente es quien también se beneficia, por partida doble, de la relación de su padre con Roberto García Arrabal. Según la investigación policial, uno de los hijos del funcionario trabajó “durante al menos 12 meses, entre abril de 2013 y hasta al menos el 31/03/2014. Igualmente el mismo habría trabajado para la empresa Be Suites Granada, S.L. (empresa para gestionar los apartamentos turísticos en edificio objeto del expediente denominado ”PROGRESO“ del 10/07/2012 a 31/03/2013) también vinculada a Roberto García Arrabal”.
No solo eso, la UDEF recoge en el informe que el hijo de Manuel Lorente también habría sido administrador mancomunado de una empresa ubicada en el Edificio Fórum. Un centro de negocios impulsado precisamente por las promotoras de Roberto García Arrabal y Enrique Legerén.
Control de facto de urbanismo
Con todo lo descrito, que no es lo único que la Policía Nacional señala en la investigación, la brigada de la UDEF concluye que Manuel Lorente ha sido “la persona que controlaba de facto el urbanismo el Granada”. Los agentes añaden que el funcionario “habría sido la persona que de hecho, pese a ocupar el puesto de Director Técnico de Obras Municipales, habría dirigido y controlado el urbanismo de Granada, apreciándose como dispone lo que han de hacer otras personas, que ocupan puestos de mayor responsabilidad”.
El informe concluye que Manuel Lorente asumía labores que no le correspondían más allá de su ámbito. Que llegó incluso a manipular a su gusto la contabilidad de la Gerencia de Urbanismo “de forma opaca y con gran discrecionalidad, como si de una empresa propia se tratase y no de un ente administrativo, que por muy autónomo que fuese, no deja de estar sujeto a unos determinados procedimientos y control”.