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2018, el año de la vuelta del tren a Granada y la eterna promesa de eliminar el peaje de la autopista Sevilla-Cádiz

Trenes a Granada

Javier Ramajo

A la espera de que algún día, quién sabe, disfrutemos del tren de velocidad supersónica Hyperloop, presentado en octubre en El Puerto de Santa María (Cádiz), y de que el posible nuevo presidente de la Junta solicite la eliminación en 2019 del peaje de la autopista AP4 como prometió, las infraestructuras y comunicaciones en Andalucía han tenido un año en  el que ha pasado de todo pero donde destaca la vuelta de la conexión por tren entre Granada y la capital de España.

El tren regresó a Granada. No tuvo una demora de unos minutos como puede pasar en cualquier trayecto sino 1.300 días de retraso. La ciudad de la Alhambra volvía a estar conectada con Madrid por una línea de ferrocarril mientras aún espera a que la Alta Velocidad sea una realidad. Menos es nada. La reconexión volvió utilizando la vía de Moreda que el anterior Gobierno de Mariano Rajoy siempre negó como una solución posible.

Eldiario.es Andalucía vivió en primera persona el momento, la larga espera de años, que llegó sin sensación de triunfo ni de inauguración. Como si fuera un día más. Solo un par de pancartas pidiendo más esfuerzos en materia ferroviaria dieron fe de que Granada y el tren tienen aún mucho que resolver. Fue un viaje sin políticos, aunque fuera una de las líneas de debate y disputa más enconadas entre figuras políticas granadinas. Los diputados del PSOE en el Congreso por Granada, Gregorio Cámara y Elvira Ramón, en calidad de viajeros, fueron testigos directos de una cita calificada de “histórica”.

No ha sido el único tren protagonista. El Congreso de los Diputados aprobó en noviembre una Proposición No de Ley presentada por Unidos Podemos que pide reabrir la línea Granada-Barcelona clausurada hace tres años por las obras del AVE a la ciudad nazarí, precisamente. Una inercia positiva en materia ferroviaria en la que Granada aspira a volver a tener el tren-hotel que la unía con la Ciudad Condal.

La ruta que recorre buena parte del Levante español y que atraviesa Jaén y Castilla La Mancha es también una petición histórica de las plataformas ferroviarias de Granada y de las zonas por las que pasaba. De hecho, desde que dejara de funcionar en abril de 2015 por las obras de la Alta Velocidad que aún no ha llegado, han sido varias las veces en las que se ha puesto sobre la mesa que se pudiera recuperar el llamado “Tren Hotel Alhambra”. Incluso el alcalde de Granada, Francisco Cuenca (PSOE) llegó a asegurar hace justo un año que había logrado el compromiso de Fomento de retomar este tren. Aún no ha sucedido.

Por otro lado, este año 2018 también han sido protagonistas las personas con movilidad reducida y su acceso a los trenes. El caso es que Renfe ha suplido con taxis la falta de accesibilidad de trenes de media distancia en Andalucía. En concreto, los trenes diésel de Media Distancia traídos desde Extremadura no están adaptados a personas con movilidad reducida. La operadora distribuyó una circular con un nuevo procedimiento que consiste en facilitar taxis tras la “pérdida de prestación en la accesibilidad” en diez servicios de los corredores Sevilla-Málaga y Sevilla-Granada-Almería. Renfe aludió a una “sustitución parcial” de vehículos y explica que el modelo s598 “convive” con el modelo s599 que sí está adaptado.

Un caso de similares características se ha vivido este año en La Nogalera, la estación de Torremolinos en la línea 1 del Cercanías, la más rentable de España en ingresos por kilómetro de vía, donde las personas con movilidad reducida no pueden usar el tren. La constitución de una plataforma para instalar un ascensor aceleró la licitación de las obras, pero el Ayuntamiento advirtió de que faltaba un informe preceptivo para ponerlas en marcha.

El 'AVE andaluz'

A primeros de noviembre, Susana Díaz convenció aparentemente al presidente del Gobierno socialista de algo que el anterior Ejecutivo del PP le había negado sistemáticamente: el aprovechamiento de la plataforma de la línea de alta velocidad entre Marchena (Sevilla) y el municipio malagueño de Antequera, una infraestructura construida pero sin vías ni catenarias ni uso desde hace cinco años. Aquí se le llamó el AVE andaluz. Se trata de una obra que impulsó la Junta más allá de sus propias competencias y que prometía, en los años de bonanza, conectar Andalucía de punta a punta por alta velocidad: el eje ferroviario transversal, la A-92 ferroviaria (entre Almería y Huelva), el AVE andaluz.

El AVE andaluz -la mayor infraestructura inconclusa de la comunidad- es una historia de encuentros y desencuentros entre las dos administraciones. Encuentros cuando en Moncloa ha habido un presidente socialista, y desencuentros cuando le ha sucedido un dirigente del PP. El acuerdo de Sánchez y Díaz reabre pues la puerta a una colaboración entre el Estado y la Junta por el cual, el Gobierno central podría terminar asumiendo la competencia sobre este eje ferroviario.

La subida del peaje de la AP-4 Sevilla-Cádiz desde el primer día del 2018 provocó múltiples reacciones de usuarios que clamaban para que el precio no se viera alterado hasta que finalizara 2019, ya que para esa fecha está previsto el final de la concesión. El Gobierno del PSOE lo confirmó seis meses más tarde.

Desde el Partido Popular se ha mantenido en los últimos años que había un compromiso en firme por parte del Gobierno de Mariano Rajoy para liberar la autopista a finales de 2019, pero los conductores se tomaron muy mal la inesperada subida de un 2% de un peaje que viene siendo un suplicio para motocicletas, turismos, furgonetas y camiones. Para este primero de 2019 está prevista una subida del 1,67%.

En ese sentido, el que puede ser próximo presidente de la Junta, el popular Juanma Moreno, tendrá que hacer frente a una de sus promesas de campaña, ya que se comprometió a que la administración andaluza bonifique el precio del peaje a partir del 1 de enero de 2019 en el caso de que el Gobierno de Pedro Sánchez no lo haya eliminado cuando llegue esa fecha, como así ha sido. Será una de las primeras promesas electorales a examen.

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