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Sevilla vuelva a soñar con la Luna de la mano de Tintín

Exposición en el Caixa Forum de los 50 años de la llegada a la Luna |Foto: C.P.A.

Carmen Pérez Acal

Hace 50 años, durante el verano de 1969, un equipo formado por 400.000 personas se preparaba para hacer posible la llegada, por primera vez, del hombre a la Luna. Este satélite, que despertaba la curiosidad de numerosos científicos desde que fue avistado por Galileo Galilei a comienzos del siglo XVII, ya había sido visitado 17 años antes por el personaje ficticio Tintín en sus cómics Objetivo: La Luna y Aterrizaje en la Luna, creados por el historietista belga Georges Remi, más conocido como Hergé.

A partir del 11 de julio, el público que pase por Sevilla también podrá recrear ese viaje que se produjo hace medio siglo y que cambió para siempre la historia de la humanidad. Como diría el comandante Neil A. Armstrong, “es un pequeño paso para un hombre pero un gran salto para la humanidad”.

La exposición ha sido inaugurada por Ignasi Miró, director del Área de Cultura y Divulgación Científica de la Fundación La Caixa, y por Moises Roiz, director de CaixaForum Sevilla y ha contado con la presencia de Rafael Clemente, ingeniero y divulgador científico con una larga carrera en la investigación del cosmos. Todos ellos han insistido en la importancia de dar a conocer a la población y, más especialmente, a los niños y niñas que acudan, cómo se hizo el primer viaje a la Luna. Por eso en la sala que acoge esta muestra podremos encontrar fotografías con toda la historia, desde Galileo a la misión del Apollo XI, así como muestras de la comida y los trajes que llevaron, una réplica exacta en tamaño y forma de la cápsula en la que iban los astronautas o experimentos que recrean cómo fue propulsado el cohete Saturno V (el que se usó para la misión del Apollo XI) y cómo sería caminar por la Luna, ya que allí la gravedad es mucho menor. Además, y puesto que es uno de los principales protagonistas, la Fundación Hergé ha cedido para la exposición algunos ejemplares originales de los cómics del historietista belga; algo que, como señala Rafael Clemente, es bastante difícil que ocurra.

50 años de la primera misión tripulada

El 16 de julio de 1969, en plena Guerra Fría entre Estados Unidos y Rusia y con una batalla por la conquista del espacio, los estadounidenses, con su agencia espacial NASA, decidieron protagonizar la que sería la primera misión tripulada a la Luna “en una aventura en la que se asumieron una cantidad de riesgos que hoy serían inasumibles”, como sostiene Clemente. El entonces presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy, se estaba jugando el prestigio nacional pero decidió dar un paso al frente. “Se encontraron soluciones muy ingeniosas para problemas que no se habían planteado hasta entonces”.

Los tres astronautas que tripulaban el Apollo XI ( Neil A. Armstrong, de 38 años; Edwin E. Aldrin Jr., apodado Buzz, de 39 años; y Michael Collins, de 38 años) eran pilotos de prueba y conocían a la perfección los mecanismos de la nave. Tardaron un total de cuatro días en llegar a su destino y lo hicieron en las primeras horas del día lunar porque las temperaturas que allí se alcanzan a mediodía pueden llegar a los 200º C. A pesar de que los trajes estaban preparados para superar temperaturas muy elevadas, no estuvieron allí más de tres días (teniendo en cuenta que en la Luna las horas de Sol duran 14 días terrestres).

A diferencia de lo que se piensa, el cohete Saturno V, el más grande construido hasta nuestros días, propulsó la cápsula en la que iban los tres astronautas. Ésta llegó sin motor a la Luna; sólo con unos motores pequeños para corregir la trayectoria de la nave. Durante el tiempo que estuvieron allí, se pudieron recoger unos 20 kilos de muestras. La vuelta a la Tierra de la nave se produjo a una velocidad de 40.000 km/h, reducida progresivamente por el rozamiento del aire y por la posterior apertura de varios paracaídas. Este hecho llenó durante muchos días las páginas de la prensa de todo el mundo.

El papel de España en el Apollo XI

España, concretamente la localidad madrileña de Fresnedillas de la Oliva, se convirtió en una de las tres estaciones de seguimiento de la misión. Además, años antes, en 1935, el ingeniero granadino Emilio Herrera diseñaba la escafandra estratonáutica, un traje con el que pretendía que los tripulantes de globos pudieran alcanzar alturas muy elevadas. Este uniforme sería el precursor del traje espacial.

La muestra alojada en Sevilla, en la que hay una réplica de este traje creado por Herrera, contará con visitas guiadas y en familia para acercar al público a este hito, así como con actividades en la que se podrán hacer observaciones astronómicas, escuchar música o realizar talleres en familia. Y para los que este año cumplan 50 años, CaixaForum Sevilla ha decidido regalarles una entrada con visita guiada para ellos y sus familiares en la semana del 15 al 21 de julio, celebrando que son “los chicos y chicas de la luna”.

A pesar de que la exposición esté pensada para todos los públicos, el ingeniero Rafael Clemente insiste en que, para él, lo importancia es hacer que aquellos niños y niñas que sueñen con ser astronautas, sigan queriendo serlo cuando sean mayores.

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