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Top manta no es solo una tienda: “Trabajamos para ayudar a la gente vulnerable”

Idrissa Gueye en la tienda Top Manta de Zaragoza

Ana Sánchez Borroy

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La tienda Top Manta es el proyecto más visible en Zaragoza del colectivo Ilumina Senegal, que nació hace dos años tras un viaje al país africano de algunos inmigrantes senegaleses que viven en la capital aragonesa. Idrissa Gueye es representante de este colectivo.

¿Cómo surge la idea de crear una tienda Top manta?

Surge dentro del colectivo Ilumina Senegal. Es uno de los proyectos que tenemos, porque Ilumina Senegal es un colectivo sin ánimo de lucro que creamos hace un par de años, después de un viaje a Senegal. Nuestro colectivo se dedica a trabajar aquí y allí; una parte del trabajo de aquí es la creación de esta tienda, para ayudar a la gente vulnerable, a gente sin papeles y, en general, a la población inmigrante.

¿Cómo han financiado el local?

El local lo hemos financiado con nuestros propios socios, colaboradores, amigos que nos están apoyando desde el principio… Abrimos hace tres meses con la intención de reivindicar nuestros derechos y ayudar y asesorar a la población inmigrante. No es sólo una tienda para vender, es una comunidad.

¿También vendéis productos?

Sí, colaboramos con el Sindicato Popular de Vendedores Ambulantes de Barcelona, que nos ofrece la mercancía para que nosotros la vendamos aquí. De Barcelona nos envían camisetas de la marca Top manta, sudaderas, bolsos de Top manta, bolsos de tela africana, mascarillas de marca Top manta, algo de artesanía… Pero, además, la tienda es un punto de encuentro donde colaboramos en la formación de la población inmigrante y donde orientamos a la gente. Por eso, decía que no es sólo una tienda para vender; es una comunidad con más proyectos, para reivindicar y luchar por nuestros derechos.

¿Cuáles son esos otros proyectos que apuntaba?

Uno es ayudar a la gente sin papeles, para que puedan tenerlos y tener una vida digna. Otro es intentar cambiar la imagen del mantero que vende en la calle y darle una formación. También tenemos un proyecto de asesoría jurídica a la población inmigrante: a partir del 5 de marzo, empezaremos en La Pantera Rossa, que son colaboradores desde hace muchos años. Otro proyecto es que estamos preparando una formación para los manteros que saben coser, que ya trabajaban en Senegal en ese ámbito, para intentar orientarles. Queremos darles formación para coser y de serigrafía, para depender de nosotros mismos y no depender siempre de Barcelona.

¿Se trata de producir aquí las prendas para la tienda Top manta?

Claro, porque dentro de la tienda, tenemos una máquina, en la que hemos invertido poco a poco. Ahora, tenemos dos colaboradores del barrio de La Magdalena con los que estamos hablando para concretar ideas y hacer una formación a los manteros. Una vez que tengamos esa formación, podremos depender de nosotros mismos. También, con los colaboradores del Centro Comunitarios Luis Buñuel estamos preparando una formación de serigrafía y también de coser. Nos lo han puesto fácil porque también llevan mucho tiempo colaborando con nosotros.

¿Cuántas personas están contratadas para atender a los clientes de la tienda?

Ahora mismo están trabajando dos personas. Nuestro objetivo es ir contratando a más porque los manteros son un grupo de 30 o 40 personas en Zaragoza, la mayoría de Senegal. Desde la crisis sanitaria, ya no pueden seguir vendiendo en la calle. De momento, hemos empezado con dos personas, una hace el turno de mañana y la otra viene por la tarde. Y con lo que vendemos en la tienda, también ayudamos a unos manteros que están en situación de vulnerabilidad, que tienen dificultades para pagar las casas. Estamos intentando ir avanzando con las ideas que tenemos, para preparar bien las que queremos desarrollar.

¿Qué tal acogida ha tenido la tienda?

El vecindario de La Magdalena nos ha acogido bastante bien. La gente pasa por ahí para preguntar cómo vamos, si necesitamos algo, para decirnos que están dispuestos a colaborar... Eso es algo muy importante; nosotros llevamos tiempo en La Magdalena, nos gusta mucho empezar ahí porque es un barrio intercultural, queremos aportar nuestro grano de arena para el desarrollo de este barrio.

¿Y en cuanto a ventas? ¿Es rentable la tienda?

La venta, ahora mismo, va regular. Hay mucha diferencia con hace dos meses, pero estamos resistiendo. Al principio, cuando empezamos en diciembre, fue muy bien, porque la inauguración de la primera tienda de marca Top manta de Aragón tuvo bastante repercusión en medios de comunicación. Eso fue muy importante. Además, coincidió con un tiempo en el que generalmente la gente compra regalos, pasó mucha gente a conocernos, a apoyarnos, los socios siempre están aportando para que podamos cubrir los gastos corrientes de la tienda. Siempre animamos a la gente que quiera colaborar, les apuntamos como socios. Ahora, la cosa está muy floja. Podemos estar algún día o dos sin vender nada, pero lo entendemos. Poco a poco. Estamos resistiendo, para intentar llevar bien la tienda. La cosa está difícil, pero estamos pensando en cómo seguir aguantando.

De todas formas, con la tienda abierta, ¿sigue habiendo manteros?

Sí, porque algunos van a los bares, otros van al rastro los domingos… pero en la ciudad, no pueden. Algunos están viviendo con sus familiares, muchos se ayudan entre ellos dentro de la comunidad senegalesa.

En Senegal, ¿qué proyectos queréis poner en marcha?

Queremos trabajar al 50% aquí y al 50% en Senegal. Desde el viaje de 2019, tenemos dos proyectos. Uno es en una zona urbana y el otro, en una zona rural; fuimos a conocer los dos lugares. Para la zona rural, tenemos un proyecto para crear una escuela infantil. Allí, no hay educación infantil; entonces, muchas mujeres tienen muchos problemas para dejar a sus hijos para ir a trabajar a los huertos y suelen pedirles a los profesores de la escuela primaria dejar allí a los niños, aunque sean más pequeños. Es un problema tener en un aula de primaria a niños que sólo saben comer y llorar. Estamos esperando la convocatoria de este año del ayuntamiento de Zaragoza para presentar este proyecto para conseguir una subvención. El otro proyecto es para una zona urbana que une cuatro barrios, donde hay un colectivo de alumnos y estudiantes interesados en mejorar sus zonas. Nos explicaron que tienen un problema de transporte para poder ir a la Universidad; hay muchos problemas de tráfico, hay muchas familias que no tienen dinero para cubrir el transporte anual de sus alumnos; nos están pidiendo el donativo de un autobús que pueda transportar a los alumnos para ir a estudiar. También allí hay un colectivo de mujeres que están trabajando mucho por Senegal.

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