Diez tareas pendientes del Gobierno PRC-PSOE para 2016
El pasado mes de mayo el Partido Popular (PP) de Ignacio Diego perdió la mayoría absoluta de la que había gozado durante la anterior legislatura y la alianza de PRC y PSOE, junto a la abstención de Podemos, forjaron un nuevo Gobierno liderado por el regionalista Miguel Ángel Revilla y la socialista Eva Díaz Tezanos. Pasados los primeros meses de transición, de reuniones amistosas con colectivos y asociaciones, y ya con sus primeros presupuestos aprobados y en vigor, el bipartito tendrá que demostrar con hechos durante este nuevo año que el cambio es mucho más que nuevas caras al frente de la Administración autonómica.
Muchos son los retos que tiene por delante el nuevo Ejecutivo, que en realidad está formado por 'viejos' conocidos de la política regional. Las nueve personas que integran la mesa del Consejo de Gobierno ya habían ostentado cargos de responsabilidad durante la anterior etapa de regionalistas y socialistas en el Gobierno (2003-2011). Tan solo Ramón Ruiz y María Luisa Real (ambos del PSOE) no habían sido consejeros anteriormente aunque sí directores generales de políticas educativas y servicios sociales, respectivamente.
En eldiario.es Cantabria hemos elaborado un decálogo con algunas de las tareas más importantes que tendrá que afrontar el Gobierno PRC-PSOE durante este 2016:
1. Reducir el paro
Tal y como refleja encuesta tras encuesta el CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), el empleo es la principal preocupación de los ciudadanos desde que se iniciara la crisis económica. La tasa de paro en Cantabria se ha mantenido en estos años en torno al 20%, por debajo de la media nacional, pero en unas cifras inadmisibles, y ahora que el mercado de trabajo comienza a recuperarse tímidamente, la Comunidad se mantiene literalmente en el furgón de cola, como demuestra que Cantabria haya sido la autonomía donde menos se ha reducido el desempleo en 2015.
El Ejecutivo se ha comprometido a revertir la situación y para ello deberá emprender sin demora políticas de empleo que propicien nuevos puestos de trabajo estables y también con unas condiciones dignas, ya que el aumento del paro no ha sido la única consecuencia de la crisis sino también la precariedad laboral que se ha instalado en las contrataciones. Contratos por horas, días o semanas han sustituido a los contratos fijos.
Por el momento, los responsables de la Administración no han anunciado ningún plan al respecto, más allá de continuar con la Orden de las Corporaciones Locales impulsada por el anterior Gobierno del PP y que permite 'rescatar' parados durante seis meses.
2. La recuperación industrial
Ligado a este primer punto se sitúa la recuperación de algunas de las industrias más emblemáticas e importantes de la Comunidad Autónoma que actualmente están en declive. Sniace o Greyco continúan cerradas pese a las reiteradas promesas del Gobierno de Cantabria; el futuro de las plantas de Solvay, Robert Bosch o Sidenor está amenazado por los procesos de reconversión en el que están inmersas sus compañías matrices; Saint Gobain abandonó su producción en Vioño de Piélagos después de casi un siglo de actividad; y algunos 'proyectos estrella' amparados por la Administración, como Nestor Martin o GFB, resultaron un auténtico fracaso que ha causado graves perjuicios a las arcas públicas.
Retomar la actividad en estas fábricas supondría poner punto y final a la angustia de muchos trabajadores y un impulso para las empresas vinculadas a la industria pesada, además de una importante inyección de moral.
3. Paliar la situación de emergencia social
Junto al desempleo, el brutal incremento de la desigualdad ha sido otra de las cicatrices abiertas por la crisis económica y que el nuevo Ejecutivo deberá coser de forma urgente. El 25% de los cántabros, casi 150.000 personas, se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social, el porcentaje más elevado de toda España según el indicador europeo AROPE. Paliar la situación de emergencia social que atraviesa la Comunidad es cuestión de justicia. Dicha tarea recae sobre los hombros de la vicepresidenta y consejera de Servicios Sociales, Eva Díaz Tezanos, quien ya ha anunciado algunas medidas en este sentido que habrá que analizar si son suficientes y eficientes.
4. El contrato de Valdecilla
El contrato público-privado del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla rubricado por el anterior Gobierno del PP fue uno de los puntos más controvertidos durante la pasada legislatura y continúa siéndolo. PRC y PSOE han dejado patente en reiteradas ocasiones su rechazo a dicha fórmula, que supone abonar casi 40 millones de euros anuales durante los próximos 20 años a la UTE Ferrovial-Siec por la gestión de 40 servicios no clínicos a cambio de haber construido el nuevo edificio conocido como las Tres Torres.
El Ejecutivo bipartito ha puesto la maquinaria jurídica en marcha para analizar si es posible rescindir el contrato, una posibilidad que ya han insinuado que se antoja complicada pero que de no llevarse a cabo supondría un traspiés para ambos partidos, especialmente para el PSOE, el más vehevemente con lo que considera una “privatización encubierta”.
5. El AVE, el Puerto de Laredo y el aeropuerto
En cuanto a las infraestructuras, el AVE -sustituido por un 'tren de altas prestaciones'- es la máxima reivindicación del Gobierno autonómico. Aquí es Miguel Ángel Revilla el que más se juega. El presidente cántabro y líder del PRC ha sido su más firme defensor; quien más hincapié ha hecho en la necesidad de estar conectados con Madrid a través del ferrocarril en menos de 4 horas con el objetivo de mejorar la competitividad de la Comunidad. No obstante, a pesar de que el regionalista ha sido el que más incidido en esta cuestión, la ejecución del proyecto depende del Gobierno central, por lo que, previsiblemente, serán PP o PSOE los que tengan que lidiar con las mediáticas reclamaciones/protestas del jefe del Ejecutivo.
Por otro lado, el bipartito tendrá que resolver la herencia recibida de sí mismos con el Puerto de Laredo, catalogado por la oposición como el particular aeropuerto de Castellón cántabro. El Ejecutivo ya ha anunciado que rescatará la infraestructura aunque aún no ha desvelado a qué precio. Por último, incrementar el número de pasajeros en el Aeropuerto Severiano Ballesteros, el tercer carril de la autovía A-8 a su paso por Castro Urdiales y el de la Autovía de la Meseta entre Torrelavega y Santander, la variante de Potes y la mejora del Desfiladero de la Hermida, son otras de las metas que se deberán alcanzar.
6. Pacto por la Educación
Un acuerdo “de mínimos” que fije la hoja de ruta de la Educación en Cantabria durante los próximos años es el objetivo que se marcó, al poco de tomar posesión de su cargo, el responsable del ramo, Ramón Ruiz, cuyo talante negociador ha sido bien acogido por los agentes educativos que, no obstante, advierten que serán exigentes para recuperar los niveles en la calidad de la enseñanza que se han perdido como consecuencia de los recortes. La financiación, la atención a la diversidad y la profesionalización docente serán los tres ejes que deberán vertebrar el Pacto por la Educación que se propone sellar el consejero.
7. La estabilidad
A diferencia de los ocho años anteriores, en esta ocasión PRC y PSOE no alcanzan la mayoría parlamentaria suficiente para sacar adelante sus propuestas, por lo que necesitan del apoyo de un tercer partido. Hasta ahora ha sido Podemos la llave que ha permitido al Gobierno salvar su minoría en el antiguo Hospital de San Rafael -la sede del Parlamento cántabro-, donde PP y Ciudadanos se han mostrado mucho más beligerantes.
En estos primeros meses el bipartito ha solventado con cierta facilidad este escollo, si bien la relación entre algunos representantes del PSOE y Podemos se está enquistando, lo que puede hacer peligrar el 'amparo' de la formación morada al Ejecutivo.
También hay que estar pendiente de las relaciones entre los propios socios de Gobierno, ya que si el anterior pacto entre Revilla y Gorostiaga se mostró sólido, nada hace asegurar que esta vez tenga que ser igual, y más en un panorama político tan fragmentado e imprevisible como el actual.
8. Cambio de modelo productivo
Desligar la actividad económica de la construcción y el sector servicios y unirla a sectores más productivos, estables y de mayor valor añadido, como la investigación y la innovación, es el mantra repetido hasta la saciedad por todos los partidos políticos, incluidos los que actualmente ostentan la responsabilidad de la Administración regional. En el pacto de Gobierno, el PSOE puso en letras rojas gestionar Sodercan para poder llevar a cabo el tan manido cambio de modelo productivo, para lo cual aún no se conocen planes de actuación. De momento, el Ejecutivo ha formado una mesa de trabajo para la Comarca del Besaya y es probable que desarrolle el también trillado plan eólico, sobre el que tampoco han fijado una posición clara.
9. Los derribos
En Cantabria existen más de 600 viviendas que han sido consideradas ilegales por los tribunales al haber sido construidas fuera de ordenación y que, por tanto, deben ser derribadas. Los sucesivos gobiernos autonómicos y los ayuntamientos implicados han demorado durante años la ejecución de las sentencias, aprobando leyes 'ad hoc' para intentar salvar la casas de la piqueta. Sin embargo, el pasado mes de diciembre, el Tribunal Constitucional declaró nulas las 'autorizaciones provisionales', la figura urbanística que se creó durante la pasada legislatura con el ánimo de amparar a las urbanizaciones con orden de demolición.
De este modo, el conflicto de las viviendas con sentencia de derribo no podrá aplazarse otra legislatura más y el actual Gobierno cántabro deberá solventar esta patata caliente que costará a los contribuyentes algunos cientos de millones de euros sin que, por cierto, se hayan depurado las responsabilidades políticas oportunas. Para ello, el Ejecutivo ya ha empezado a negociar los convenios con los ayuntamientos afectados para repartirse entre ambas administraciones el coste de los trabajos de demolición y restauración ambiental.
10. Potenciar el turismo y la cultura
Aunque la industria ha de ser el principal motor de la economía cántabra, es indudable el potencial turístico y su importancia en la Comunidad Autónoma. En este 2016 el bipartito inaugurará uno de los pocos proyectos que el Gobierno de Ignacio Diego logró, no sin apuros, adjudicar en esta materia: el telecabina del Parque de la Naturaleza de Cabárceno. Otro de los proyectos heredados que deberá gestionar el nuevo Gobierno son los cañones de nieve de Alto Campoo, que deberán estar operativos para la próxima temporada de esquí, así como la posibilidad de construir un teleférico en la Vega de Pas.
Por el momento, el Ejecutivo no ha desvelado que planeé ninguna nueva infraestructura turística aunque sí ha anunciado que promocionará internacionalmente el Año Jubilar Lebaniego 2017. Y, para desestacionalizar el flujo de visitantes, también será fundamental potenciar la actividad y el tejido cultural. Uno de los proyectos estrella, la instalación de una sede del Museo Reina Sofía en Santander, está encallado después de que ni el Gobierno ni el Ayuntamiento de la ciudad hayan consignado partidas económica en los presupuestos.