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Terapias de aversión para gais o trabas a menores trans en el colegio: cinco casos de discriminación que evita la ley LGTBI

Manifestación LGTBI.

Rubén Alonso

Cantabria está desde el pasado jueves un poco más cerca de contar con una Ley LGTBI. La comunidad, que es una de las pocas que todavía no dispone de una norma específica en esta materia, aprobó por segunda vez en Consejo de Gobierno el proyecto de Ley de Garantía de Derechos de las Personas Lesbianas, Gais, Transexuales, Transgénero, Bisexuales e Intersexuales y no discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género, después de que en la pasada legislatura quedara pendiente su tramitación parlamentaria y no viera la luz.

Ahora bien, ¿por qué es necesaria esta norma? La asociación LGTBI ALEGA de Cantabria explica en conversación con eldiario.es que la ley “da seguridad” a este colectivo vulnerable frente a infinidad de casos de desprotección que sufre. Para ello, pone como ejemplo cinco casos de discriminación que ha recibido en los dos últimos años y que una norma de estas características podría haber evitado. Si bien cabe destacar que no son los únicos, porque, en palabras de su portavoz, Kiara Brambilla, “tristemente hay muchos más”, son variados y “representan a todas las siglas”.

Terapias para homosexuales

El caso de un chico menor de edad, de entre 16 y 17 años, que por problemas con su familia en relación a su orientación sexual acabó en diferentes lugares en los que le aplicaron terapias de aversión por ser gay, incluido el Convento de Las Carmelitas de Ruiloba, una de las distintas sedes vinculadas a la Iglesia católica que realiza terapias para 'curar' la homosexualidad, tal y como desveló este medio. No obstante, con la ley LGTBI, este tipo de terapias estarían prohibidas.

Heteronormatividad

La situación de una familia homomarental que cuando fue a inscribir a su hijo en el colegio le pusieron “un montón de problemas a la hora de rellenar papeles”. Y es que en todos los formularios aparecen 'madre' y 'padre', de forma que no se respeta el lenguaje inclusivo con el término 'progenitor/a 1' y 'progenitor/a 2'. Al mismo tiempo, la norma contempla ampliar los referentes para el alumnado, puesto que, tal y como apunta Brambilla, “todos los cuentos y canciones presentan un enfoque heteronormativo en el que no se ven representadas las familias diversas”.

Trabas a menores trans

El caso de una menor trans que, tras conseguir que su familia la escuchara cuando aseguraba que es una niña y no un niño como pensaban, en el colegio le pusieron “muchas trabas y no quisieron adecuarse a su identidad de género”. Seguir manteniendo su nombre biológico, no permitirle llevar la ropa que ella elige o no dejarle utilizar el baño para chicas son algunos de esos obstáculos impuestos por el centro educativo.

Brambilla subraya que la situación de los y las menores trans es especialmente delicada puesto que “se trata del colectivo más vulnerable dentro del colectivo vulnerable”. “No tienen sus derechos recogidos y dependen de la voluntariedad de los docentes con los que se encuentren en el colegio”, explica, de manera que “si quieren respetar su identidad bien, y si no, nos toca luchar”, recalca.

En este sentido, reconoce que en la asociación tienen constancia de que la mayoría de casos que se dan en los centros educativos “tienen buena acogida” y que el profesorado, “aunque no tiene conocimiento sobre el tema, pone todo su empeño en hacerlo lo mejor posible”. “Pero en los casos en los que no es así vemos que no tenemos de dónde tirar, y ayudar al o a la menor trans nos supone un camino muy difícil”, remarca.

Sin embargo, según recalca la activista, con la ley será bien distinto. “Simplemente con enseñársela al docente valdría para decirle que lo que está haciendo es ilegal y que tiene que tratar a este niño o a esta niña con su identidad”, afirma. “Nos ahorarría mucho sufrimiento”, incide.

Rechazo familiar

El caso de un chico transexual menor de edad de 15 años que acudió a la asociación a hacer una consulta sobre cómo abordar y comenzar el tránsito, y que cuando desde el colectivo le preguntaron por su familia dijo que “si lo contaba en casa su familia lo mataba”. Se trata de una situación de desprotección y discriminación extrema para la que la ley LGTBI ofrece amparo.

Tratamientos de fertilidad

La situación de dos chicas que quisieron acceder a las terapias de fertilidad de la Seguridad Social y que por culpa de la ley aprobada por el Gobierno de Rajoy (PP) en 2013 no pudieron, porque en ella se excluía a las mujeres solteras y lesbianas de ese tipo de tratamientos para ser madre. Brambilla recuerda que ALEGA se reunió con el Ejecutivo autonómico y consiguió revertir este impedimento en Cantabria meses antes de que el Gobierno de Sánchez lo hiciera a nivel estatal. No obstante, uno de los artículos de la ley LGTBI lo contempla específicamente.

Cautela y celebrar cada paso

El anteproyecto de esta ley fue presentado por el bipartito PRC-PSOE en mayo de 2017 y permaneció en el cajón casi dos años hasta que se aprobó en Consejo de Gobierno en octubre de 2018 para su posterior tramitación parlamentaria a pocos meses de que terminara la legislatura. La petición de ALEGA a los diferentes grupos para que no pidieran comparecencias no surtió efecto y PRC, Cs y PP aprobaron una veintena de ellas, haciendo imposible que saliera adelante por falta de tiempo.

Brambilla asegura que cuando comenzaron a trabajar en la ley hace más de tres años lo hicieron con “mucha ilusión y esperanza”, pero que “después de todos los batacazos y todas las piedras que nos hemos encontrado en el camino somos un poco más cuidadosas”. Y es que esta asociación manifestó públicamente su enfado después de que la norma no se aprobara en la Cámara autonómica cuando pensaban que se haría “sin problema”. “Ahora mismo vamos con cautela, poco a poco, celebrando cada paso”, sostiene, recalcando que cuando se apruebe “daremos un gran paso”, pero que “mientras tanto seguimos a la cola”.

Finalmente, sobre el auge de la extrema derecha en España, que ha duplicado su representación en el Congreso el 10N y que cuenta con dos diputados en el Parlamento de Cantabria -irrelevantes en la futura votación de la norma puesto que el bipartito cuenta con mayoría absoluta-, la activista LGTBI subraya que “si ya era urgente antes aprobar la ley, ahora mucho más”, lamentando el aumento reciente de las agresiones racistas y LGTBIfóbicas.

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