Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Valdenazar, un bosque astronómico para ‘oxigenar’ la Guadalajara industrial

FOTO: Raquel Gamo

Raquel Gamo

Un canto a la naturaleza virgen, al silencio, al fluir de los arroyos, a la música de las aves. Estos son algunas de las sensaciones que despierta caminar plácidamente por los senderos del Bosque de Valdenazar, uno de los pulmones verdes de la Alcarria. Si hay una virtud que caracteriza a este singular espacio es haber sobrevivido prácticamente incólume al paso del tiempo conservando su valor ecológico de la acción del hombre y la industrialización que domina en su entorno urbano.

El Bosque de Valdenazar se emplaza en la localidad de Yebes, conocida por su estación del AVE y situada a escasos 10 kilómetros de Guadalajara capital y del Corredor del Henares, el área industrial y más poblada de la provincia. Rodeado de la estación de tren de alta velocidad de Yebes – que forma parte de la línea que une Madrid y Barcelona- y de un campo de golf, las inmediaciones de Valdenazar dejaron de ser campos agrícolas tradicionales para convertirse en uno de los epicentros del boom inmobiliario que experimentó la provincia alcarreña a principios de 2000.

El producto de este vertiginoso crecimiento fue Ciudad de Valdeluz (Yebes), un macroproyecto urbanístico ubicado a 70 kilómetros de Madrid, que contempló la construcción de más de 8.000 viviendas y preveía acoger a cerca de 30.000 vecinos. Pero la irrupción de la crisis del ladrillo, a finales de 2007, acabó con este modelo rápido de desarrollo. La mayoría de promotoras inmobiliarias quebraron y las previsiones se vinieron abajo mientras las lanzaderas AVE desde Madrid siguen siendo una quimera.

Una década después, Valdeluz recupera sus constantes vitales y suman una población cercana a los 3.700 habitantes. Es una ciudad moderna y sostenible, flanqueada de grandes avenidas, comercios, una biblioteca, un colegio, un polideportivo, áreas verdes, lagos y hasta un observatorio astronómico. En esta realidad se inscribe el parque forestal de ocio Valdenazar, un área antaño agrícola y privada que pasó a ser propiedad del Ayuntamiento de Yebes en 2005, después de que la promotora de Ciudad de Valdeluz cediera su uso.

Desde 2011, la Concejalía de Medio Ambiente se concentró en recuperar este espacio natural de 43 hectáreas con el objetivo de transformarlo en un paraje visitable y en un referente de educación ambiental y de turismo ecológico de la provincia guadalajareña. “La vida en Valdeluz se asocia a la naturaleza y a la calma, por eso es una satisfacción haber recobrado este bosque que ya forma parte de la identidad de los vecinos y ver cómo cada vez más visitantes lo disfrutan como espacio de ocio y salud”, asegura Vidal Gaitán, concejal de Urbanismo y Medio Ambiente del Ayuntamiento de Yebes, a eldiarioclm.es. 

El Consistorio invirtió cerca de 100.000 euros para dotar de un uso ecológico y turístico al bosque de Valdenazar. Los trabajos sirvieron para acondicionar el lugar mediante varias sendas, 70 metros de pasarelas, dos miradores, 30 balizas de señalización y 11 paneles que informan al visitante de la flora y fauna autóctonas. También se diseñaron una guía y un vídeo para promocionar turísticamente este capricho de la naturaleza. Como resultado de ello, Valdenazar es hoy un espacio en constante evolución, catalogado como ‘zona verde natural’ dentro del Plan de Ordenación Municipal de Yebes. “Es un sueño hecho realidad que cada vez conoce más gente y ha de seguir avanzando para llegar a ser un centro de educación ambiental de nuestra riqueza natural”, puntualiza Gaitán.

Precisamente, su destacado valor ecológico fue reconocido mediante una mención especial que el Gobierno de Castilla-La Mancha le otorgó con motivo de la celebración del I Premio regional de Medioambiente, en 2017. Entre los retos de futuro de esta área natural se encuentran lograr una mayor protección regional como espacio natural, una figura que lo preservaría, en mayor medida, de las malas prácticas y usos. Además, según comenta el edil, “nos marcamos como objetivo crear un centro de Interpretación con un aula ambiental en la que se ponga en valor y se dé a conocer la riqueza medioambiental de Valdenazar”.

En la actualidad, este hábitat protegido acoge multitud de actividades ecológicas como el Día del Árbol, la plantación de árboles amenazados como el olmo ibérico, visitas escolares, acciones de Responsabilidad Social Corporativa de empresas, así como área de investigación botánica.

La astronomía es otra de las iniciativas desarrolladas en Valdenazar que cosecha una mayor acogida de público. Durante primavera y verano, el aula astronómica del Observatorio de Yebes, localizado a escasa distancia del bosque, planifica una jornada mensual de observación astronómica, guiada por profesionales. “Las jornadas astronómicas son un éxito y he llegado a ver hasta 500 aficionados tumbados aquí para disfrutar de las perseidas”, concluye Vidal Gaitán. Esta actividad se celebra en una plataforma situada en el mirador principal del bosque, que está acondicionada especialmente para la práctica de la astrología con paneles que orientan al público sobre cómo visualizar las constelaciones.  

Aula ambiental

El bosque de Valdenazar, que se ubica en la superficie habitada hasta el siglo XIV por el extinto municipio de Alcohete, representa uno de los paisajes mediterráneos mejor conservados de la provincia de Guadalajara, a pesar de la explotación humana que ha sufrido su entorno a lo largo del tiempo. La diversidad paisajística, de flora y fauna que coexiste en este espacio limitado supone otro de sus mayores atractivos para fomentar el turismo ecológico.

De este modo, en una extensión de algo más de 40 hectáreas se concentran en perfecta armonía una familia de quejigos, robles, encinas centenarias en las partas más altas del bosque con un despliegue aromático de tomillo, orégano mejorana y chopos en la zona baja de ribera. Por su parte, los corzos, los jabalíes, los zorros, tejos y diversas aves son los protagonistas de la fauna de este plácido ecosistema, donde encuentran su refugio para la caza, la reproducción o el descanso migratorio.

La asociación ambiental Micorriza es la entidad que se encarga de la custodia y la investigación de la vegetación del lugar, además de asesorar al Ayuntamiento de Yebes sobre cómo potenciar y repoblar la flora de este bosque. Para Rafael Marco, técnico de medio ambiente de Micorriza, “Valdenazar es una aula ambiental al aire libre, excepcional por la diversidad de árboles, plantas y fauna que alberga en un espacio tan reducido”.

Esta diversidad se descubre al visitante a lo largo de la ruta de ecoturismo que se abrió dentro del bosque de Valdenazar en 2015. Se trata de un itinerario circular de algo más de 2 kilómetros y de baja dificultad que se realiza a pie durante 45 minutos desde el mirador central de este espacio natural. El itinerario discurre por los dos caminos históricos del bosque que se recuperaron. El de los carboneros, que empleó la próxima población de Alcohete para transportar la producción de carbón y la senda que iba desde esta misma localidad hasta el arroyo de Valdarachas. Según explica Marco, “estos caminos que estaban antes ocultos, los abrimos y señalamos para que se pudieran recorrer, sin alterar el origen del entorno”.

El itinerario comienza con un desnivel desde el que se ven las escombreras que se ubicaron dentro del bosque durante décadas para continuar por una senda llana y uniforme. Pero, una vez se supera el punto señalizado de los carboneros, la ruta no deja de sorprender al caminante. Constantes desniveles de terreno, pendientes, caminos estrechos y anchos, jalonados de una frondosa vegetación y de un arroyo por el que siempre ha fluido agua, son algunos de las sorpresas que deleitarán al caminante. Pasado el arroyo de Valdarachas con la Fuente del Valle de Alcohete, el itinerario prosigue hasta concluir en el mismo punto de partida.

Preservar el equilibrio y el estado de este ecosistema es la máxima que rige la conservación de este monte. “Al margen de estas sendas, la vegetación permanece prácticamente igual que hace siglos. Queremos aumentar la biodiversidad vegetal, pero respetando su autenticidad”, afirma el técnico de Micorriza.

La ordenación del bosque de Valdenazar es un proyecto medioambiental que Micorriza creó, entre 2012 y 2014, en colaboración con el Ayuntamiento de Yebes. Ahora que la ruta se ha consolidado y cada vez recibe más visitas, la asociación trabaja actualmente en la redacción del Plan de Gestión de este monte, que incluye un inventario de la botánica singular de este espacio. Este documento servirá para aumentar su protección ambiental y pautar las acciones sostenibles que se lleven a cabo en el futuro. “Es muy satisfactorio haber ayudado a recuperar Valdenazar, un rico espacio que da muchas posibilidades como centro para la divulgación ambiental”, concluye Marco.

Etiquetas
stats