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Las universidades catalanas justifican cambiar las evaluaciones durante la huelga estudiantil para evitar piquetes

Miles de estudiantes se manifiestan en Barcelona contra la sentencia del procés

Pau Rodríguez

Los estudiantes universitarios catalanes están llamados este martes a la huelga, la primera con carácter indefinido en muchos años, y en una decisión también sin precedentes, algunos campus les van a poner facilidades de cara a la evaluación. Al menos cuatro de las siete universidades públicas de Catalunya están tramitando modificaciones exprés en sus sistemas de evaluación para introducir alternativas y no perjudicar a quienes secunden la protesta por la sentencia del procés. Su intención, aseguran, es disuadir a los sindicatos de bloquear la actividad académica –los temidos piquetes– y permitir así que quien quiera pueda ir a clase.

El paro indefinido está convocado por dos de los principales sindicatos estudiantiles, el independentista Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC) y la Associació d’Estudiants Progressistes (AEP). A ellos se les sumará el Sindicato de Estudiantes (SE) con una huelga el miércoles y el jueves en los institutos. Las entidades estudiantiles han optado por este paro para exigir la libertad de los presos soberanistas tras dos semanas de protestas irregulares en los campus, con el bloqueo de la actividad en algunas facultades y multitudinarias marchas en Barcelona.

Si durante la semana de la sentencia consiguieron que algunas universidades cerrasen por seguridad y otras suspendiesen exámenes, esta vez han logrado que algunas de ellas acepten la demanda de los sindicatos de hacer sus evaluaciones más flexibles. Es el caso de la Universitat de Girona (UdG), que lo aprobó en el claustro y ahora está pendiente del visto bueno del Consejo de Gobierno; la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), que lo votará este miércoles en este mismo organismo, y la Universitat de Barcelona (UB) y la Politècnica de Catalunya (UPC), que lo han dejado en manos de cada una de sus facultades.

A grandes rasgos, lo que hacen los campus –cada uno con su normativa propia– es abrir una vía excepcional y alternativa a la evaluación continuada, que de entrada obliga a los estudiantes a presentar trabajos y realizar exámenes a lo largo de todo el semestre. Una de ellas sería que puedan acudir sólo a una evaluación final, aunque la fórmula concreta quedará en manos de las facultades y los profesores.

En la mayoría de casos esta medida se ha trasladado desde el Consejo del Estudiantado de las universidades, que ya integra distintas sensibilidades. Con todo, en algunos campus la idea no ha prosperado. Es el caso de la Universidad Pompeu Fabra (UPF), donde el claustro votó en contra. En la Universitat de Lleida (UdL) y la Rovira i Virgili (URV), de Tarragona, no se ha puesto todavía sobre la mesa.

Acomodar las evaluaciones a las reivindicaciones estudiantiles es, según defienden las universidades, la forma menos costosa de ahorrarse los temidos piquetes, que dejan a una parte de los estudiantes y el profesorado sin poder acudir a clase. Más aún cuando la huelga es indefinida. El caso más claro es el de la Universitat de Girona (UdG), cuyo consejo de dirección ha puesto por escrito un acuerdo con los alumnos según el cual se les da libertad para ir sólo a un examen final, pero a cambio de no bloquear la actividad académica. En la UB y la UAB, aunque no está negro sobre blanco, aseguran que esta es la razón última de la medida.

“Hemos llegado a un pacto para preservar los derechos de todos sin que suponga un perjuicio a los miembros de la comunidad”, expone el rector de la UdG, Quim Salvi. Para unos, el derecho a la protesta, y para otros, a la educación. El documento se aprobó por unanimidad y entre aplausos en el claustro de profesores, y todo parece indicar que se aprobará el jueves en el Consejo de Gobierno de la universidad.

El sindicato SEPC no promete nada

Pese a la concesión de las universidades en materia de evaluación ante la petición de los consejos de estudiantes, sindicatos como el SEPC no prometen nada. Sobre los piquetes, el SEPC defiende que será cada asamblea de facultad la que decida si llevarlos a cabo. “No solo pedimos la evaluación única, entendemos que nuestro deber como estudiantes es romper con la normalidad en la universidad”, expone la portavoz, Bel Oliver, en una afirmación que da a entender que en muchos campus sí puede haber bloqueos.

Los sindicatos estudiantiles quieren alargar en los campus la protesta contra la sentencia del procés que ya desde el día en que se conoció el fallo tuvo una importante incidencia en las universidades. “Las instituciones universitarias han de aceptar que no podemos seguir yendo a clase con normalidad con estudiantes detenidas y hospitalizadas por la brutalidad policial”, reivindica Oliver.

Por parte del AEP, celebran que se les haya concedido la evaluación única de forma excepcional cuando hasta ahora desde las universidades siempre respondían con una negativa a su reclamación. Miguel Morilla, portavoz del sindicato, defiende que esta huelga ha de servir también, más allá del procés, para llenarla de contenido social y recuperar reivindicaciones “históricas” de los universitarios como la rebaja del precio de las matrículas.

La adaptación de las evaluaciones a las movilizaciones es una petición relativamente reciente de los estudiantes, puesto que antes de la implantación del Plan Bolonia, en 2010, todos los alumnos podían acudir sólo a los exámenes finales. De hecho, los sindicatos siguen exigiendo todavía hoy, aunque sin mucho éxito, que se recupere esta vía, la de la evaluación única, para todos aquellos que lo necesiten, pensando sobre todo en los que compaginan los estudios con un trabajo.

La UPC y la UB dan libertad a las facultades

La UPC y la UB han dado libertad a sus facultades para que los decanos negocien las alternativas con los estudiantes. En la primera, lo abordarán a lo largo de la semana, mientras que en la segunda ya han asumido formas diversas de flexibilización en las facultades de Educación, Filosofía, Psicología, Química, Medicina y Ciencias de la Salud, Matemáticas e Informática, Física, Geografía e Historia, Ciencias de la Tierra y Economía y Empresa y Farmacia. Once de dieciséis facultades.

Como en la UB ya existe de hecho la posibilidad de acogerse a la evaluación única, pero hay que solicitarlo al inicio del semestre, lo que han aprobado estas facultades es ampliar el plazo para pedir esta opción hasta finales de noviembre.

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