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Renuncias en cadena en el PSPV de Gata tras desautorizar el partido una moción de censura con el PP

Imagen del pleno de Gata en marzo tras el que dimitió la edil socialista

Sergi García

Dénia —

El PSPV-PSOE ha desautorizado a sus concejales de Gata de Gorgos tras conocer que pretendían firmar una moción de censura en alianza con el Partido Popular para desalojar del gobierno del municipio a Compromís y JuGa.

El runrún de una posible moción de censura entre PP y PSPV viene de lejos en Gata. Tanto es así que, a principios de febrero, el secretario comarcal de los socialistas, Toni Vaquer, y el alcalde de Xàbia y portavoz del partido en la diputación, José Chulvi, se entrevistaron con los dos concejales que entonces tenía el partido. Y, según explican fuentes del PSPV, en esa reunión los ediles trasladaron a los cargos socialistas que “tenían pensado” presentar una moción de censura. Vaquer y Chulvi se lo quitaron de la cabeza, transmitiéndoles que no tienen el beneplácito del partido. A día de hoy, en el PSPV mantienen la misma postura: una moción de censura está “desautorizada”, insisten las fuentes consultadas.

La posición del PSPV-PSOE es más que relevante en este asunto. Clave, de hecho, para que pueda prosperar o no un intento de moción de censura. Tiene la sartén por el mango y, llegado el caso, puede impedirla. Desde los cambios introducidos el año 2011 en la Ley de Bases de Régimen Local no es posible una moción de censura con tránsfugas. Si los socialistas de Gata la plantearan, bastaría para abortarla una simple comunicación del partido al ayuntamiento confirmqndo que sus ediles han sido expulsados PSPV.

El caso es que, tras aquella reunión de principios de febrero, los acontecimientos se han precipitado en el partido socialista de Gata. El pasado 29 de marzo, al día siguiente del último pleno celebrado en el ayuntamiento, la concejala Maria Elena Rodríguez presentó su dimisión. En la siguiente sesión, prevista para este mes, debe tomarse en consideración la renuncia e iniciar el procedimiento para nombrar sustituto. Y ahora viene lo inaudito: todos los miembros de la lista socialista, incluidos los suplentes, han renunciado a acceder al puesto de concejal que va a quedar vacante. En esos casos, la ley contempla que el partido en cuestión pueda presentar a cualquier otro ciudadano para el puesto de concejal. El único requisito es que sean “mayores de edad no incursos en causa de inelegibilidad”, y el PSPV de Gata ya ha encontrado a esa persona.

Ayer se presentó en el Ayuntamiento, según fuentes del gobierno local, un viejo conocido de Compromís para interesarse por el protocolo a seguir para convertirse en concejal por el PSPV, ya que es la persona elegida. Se trata de Joanvi Vallés, que fue concejal por Compromís en la pasada legislatura, aunque acabó mal con el colectivo local. No entró en la lista municipal pero, curiosamente, sí que iba, en el número 30, en la candidatura de la coalición valencianista a les Corts Valencianes por la circunscripción de Alicante.

Enfrentamiento histórico

Los últimos acontecimientos son un episodio más de la mala relación entre socialistas y valencianistas en Gata, una situación que se arrastra ya varias legislaturas. Dos décadas. En concreto, desde el año 1997, cuando Vicent Font (PSPV) fue apartado de la Alcaldía por una moción de censura entre el PP y la Unitat del Poble Valencià (UPV), que hizo alcalde al popular Gabriel Feliu.

A principios de la actual legislatura, en 2015, pareció abrirse una vía para reconducir esas relaciones. No sin dificultades, PSPV y Compromís se pusieron de acuerdo con JuGa para formar gobierno, pero fue sólo por unos pocos meses. En diciembre de ese mismo año, los ediles socialistas abandonaron el ejecutivo y optaron por pasar a la oposición, en lo que supuso el primer pacto roto en la comarca en este mandato.

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