El tribunal militar fallará este jueves contra el teniente acusado de masturbarse delante de una soldado

Este jueves el Tribunal Militar Territorial Primero con sede en Madrid emitirá un veredicto sobre el fallo del juicio que arrancó este martes contra un teniente acusado de acosar sexualmente a una soldado que denunció en la Comisaría de Elche a finales de marzo de 2016 que estaba los dos últimos años sufriendo abusos sexuales de su superior en la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada, en Sangonera la Seca (Murcia).

Tras el fallo llegará la sentencia en un plazo máximo de 15 días, han asegurado fuentes jurídicas a este medio. Antes, numerosos compañeros de la militar y del acusado han comparecido en calidad de testigos este miércoles. El caso de esta mujer natural de Elche y de 38 años de edad se dio a conocer a principios de este año cuando el Ministerio de Defensa publicó a través del Boletín Oficial su despido tras once años de servicio al estar de baja psicológica por la pesadilla que aseguraba que había pasado. 

Así con todo Defensa alegó en un primer momento que su baja de las fuerzas armadas se debía a que no reunía las condiciones psicológicas necesarias, aunque tres semanas después rectificó ante el recurso de reposición elevado por el abogado de la soldado y la ministra Margarita Robles anunció que dejaba sin efecto la suspensión de la soldado que además en la práctica le dejaba sin derecho a pensión, paga o seguro médico, recordó su letrado.

Ahora dicho abogado ha reclamado 14 años de cárcel para el teniente, más 17 años in poder acercarse ni comunicarse con la víctima y una indemnización de 73.000 euros por lesiones, secuelas y daños morales. A esta petición hay que sumar la del Ministerio Fiscal, que ha rebajado hasta seis los años de cárcel –además de siete años con la prohibición de acercarse a ella- y 30.000 euros la indemnización económica.

El escrito de acusación del fiscal se mantiene en la misma línea que la defensa, relatando toda una serie de abusos y vejaciones que habría estado sufriendo la paracaidista entre octubre de 2014 y marzo de 2016, aprovechando las ocasiones en las que se encontraba a solas con ella para “a situaciones verbales y físicas que atentaban contra su libertad e indemnidad sexual gravemente intimidatorias y humillantes por su reiteración e intensidad”, ha recogido la agencia EFE.

El acusado, como ha venido esgrimiendo ella y señalando también el fiscal, llegó a masturbarse delante de la soldado y a realizarla tocamientos, con una frecuencia, según la víctima de 15 días al mes. Fue en una de esas situaciones vejatorias cuando ella se armó de valor y logró hacerle una fotografía con su móvil. Con esa prueba gráfica realizada en marzo de 2016 volvió a presentarse ante su comandante al que tiempo atrás había informado del acoso que estaba sufriendo, “pero no le hicieron caso, sabían de su situación y le ponían a cubrir servicios con este señor que en ningún momento se apartaba de ella”, afirma el abogado Antonio Suárez-Valdés.

Sin embargo, las evidencias de la instantánea sí llevaron al comandante a activar el protocolo contra el acoso sexual que al parecer no sirvió de mucho, lo que motivó su denuncia ante la Policía Nacional. Ahora, sin embargo, el acusado ha defendido durante el juicio su inocencia al alegar que la fotografía “es un montaje” y que las acusaciones de acoso sexual no son ciertas.

Lo cierto es que la Junta Médico Militar que la examinó en 2016 le reconoció la baja psicológica fruto de “un trastorno de estrés postraumático” aunque no lo vinculó en ningún momento con el supuesto acoso sexual.