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La militar que denunció acoso sexual de su superior, “destrozada” por no comprender su despido

Dos cazabombarderos F-18 del Ejército del Aire despegando de una base aérea.

Emilio J. Salazar

Alicante —

“Destrozada”, así es como se siente la militar de Elche que denunció acoso sexual de manera continuada por parte de su superior tras conocer que había sido despedida por el Ministerio de Defensa. Su abogado, Antonio Suárez-Valdés, asegura que Laura -nombre ficticio- no llega a comprender el motivo de su baja de las fuerzas armadas, pese a que el contrato con el Ejército del Aire no concluía hasta 2024.

El resultado es que se ha quedados sin empleo, según figura en la relación de despidos del Boletín Oficial del Ministerio de Defensa de hace una semana, por no reunir las condiciones psicológicas necesarias, cuestión que la defensa de Laura atribuye al acoso sexual que ha venido sufriendo de un superior.

Lo cierto es que la Junta Médico Militar que la examinó en 2016 le reconoció la baja psicológica fruto de “un trastorno de estrés postraumático” aunque no lo vinculó en ningún momento con el supuesto acoso sexual.

Esto significa que el despido de Laura, de 38 años de edad y tras once de servicio, es por un motivo “ajeno al acto de servicio”, lo que conlleva en palabras de su abogado que “no tiene derecho a pensión, se queda sin paga y sin seguro médico”. “Lo más grave es que se va a la calle y enferma como está”, dice este especialista en derecho militar.

Preguntada por su estado actual, Suárez-Valdés explica que Laura “sigue bajo medicación y ahora le dejan sin médico con total crueldad” porque al darla de baja en el Isfas (Instituto Social de las Fuerzas Armada) no puede acudir al facultativo que tenía asignado y ahora tiene que regularizar su situación, darse de alta de seguridad social, que le asigne médico de cabecera y éste le derive al psicólogo. “Con suerte tardará dos meses”, se lamenta.

Denuncia

Laura ingresó en la Escuela Militar de Paracaidismo de Alcantarilla (Murcia) en 2008. “Pronto”, según su defensa, empezó a sufrir acoso sexual de su superior, un subcomandante. En el coche se sacaba el pene delante de ella “y le pedía que le hiciera una felación”, relata El País. Este medio también detalla que su jefe la retenía en la oficina y cuando estaban solos, cerraba con llave y se masturbaba delante de ella.

El abogado recuerda que Laura intentó seguir el cauce habitual y por ello, se dirigió al comandante para informarle del acoso que estaba sufriendo, “pero no le hicieron caso, sabían de su situación y le ponían a cubrir servicios con este señor que en ningún momento se apartaba de ella”, afirma Antonio Suárez-Valdés.

Finalmente, a principios de marzo de 2016, Laura logró hacer unas fotos con su móvil al supuesto acosador en el momento en el que se estaba masturbando delante de ella. Esa prueba gráfica sí que le sirvió a su comandante para activar el protocolo contra el acoso sexual. A finales de ese mes y desoyendo los consejos de sus superiores, harta del sufrimiento que estaba pasando, presentó denuncia en la Comisaría de Elche.

Posteriormente, el juzgado de Instrucción número 4 de la ciudad alicantina decretó orden de alejamiento de 500 metros para el oficial y el caso pasó a manos de la justicia militar, donde sigue sin avances.

Respuesta del Ministerio

Con la información avanzada por El País ha llegado la respuesta de Defensa en un comunicado en el que ha aconsejado a la denunciante “la posibilidad de presentar dos recursos: uno de reposición y otro de alzada que la ministra de Defensa resolverá”, en alusión a la titular Margarita Robles. “Tras esto se dictará la resolución definitiva en vía administrativa por parte de Defensa. Hasta que no se resuelvan los recursos, si se presentan, no hay una decisión definitiva”, concluye el Ministerio.

“Es ridículo el comunicado”, prosigue el abogado de la militar. “Claro que vamos a recurrir el despido, pero nos invitan a recurrir una resolución que ni siquiera nos han notificado por la cual se acuerda declarar la insuficiencia por pérdida de condiciones psicofísicas”, añade en alusión a la queja por haberse enterado de la baja a través del Boletín Oficial.

“Creemos que lo que puede haber pasado es que se han pasado de frenada, no han debido de revisar el expediente de esta mujer y han hecho lo mismo que han hecho con el resto de mortales que también sufren acoso y que no lo pueden acreditar porque no han aportado pruebas gráficas” como Laura, esgrime este abogado.

Otros casos

Antonio Suárez-Valdés considera que “lo que se oculta en este caso es algo habitual y que ocurre con el 95% o incluso más de los casos de acoso laboral –que no de acoso sexual- entre los miembros del ejército con contrato temporal”. El letrado considera que Laura ha seguido el cauce habitual que ocurre en las fuerzas armadas cuando se denuncia este tipo de abuso en el trabajo.

“Los mandan al médico pericial, de manera sistemática les dan un coeficiente de discapacidad entre un 5-25% y los echan a la calle con una mano delante y otra detrás sin paga, sin pensión y sin seguro médico”, advierte.

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