“El cambio climático va a reducir el rendimiento de los cultivos en todo el Mediterráneo”
Profesor emérito en Montpellier SupAgro, Jean-Louis Rastoin es el fundador y director de la Cátedra UNESCO 'Power of the World', además de uno de los principales actores que lograron que la dieta mediterránea se declarara en 2011 Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Junto a otros 400 expertos y alcaldes de 50 países, está este viernes en València en el marco de la cumbre que, desde este viernes, acoge el Palacio de Congresos de la ciudad dentro de su condición de Capital Mundial de la Alimentación Sostenible.
¿Por qué es Patrimonio de la Humanidad la dieta mediterránea?
Porque es una concepción ideal de alimentación. La declaración de la Unesco es muy importante ya que promociona una alimentación diversificada y de alta calidad.
¿Cuáles son los principales elementos de la dieta mediterránea?
En primer lugar, las frutas y hortalizas que hoy en día la población no come lo suficiente y son muy buenas para la salud. También las legumbres y el trigo duro y en tercer lugar, el aceite de oliva, muy importante también junto al queso. También es saludable un par de copas de vino al día.
¿Qué problemas presenta la bollería industrial, tan consumida sobre todo entre los menores?
La alimentación industrial presenta una importante carga en azúcares, grasas y sal. Son componentes que pueden causar patologías. Son productos demasiado procesados y con elementos químicos, no son naturales, sino artificiales.
¿Qué puede aportar València como Capital Mundial de la Alimentación?
Es muy importante porque ahora domina la comida industrial y tenemos que luchar por un modelo alternativo basado en la territorialización, en la agricultura local y de proximidad. En València se habla mucho de esta alimentación que es más buena para la salud y tiene también beneficios socioculturales. En ese sentido, València puede aportar mucha experiencia.
¿Cree que la agricultura ecológica está suficientemente implantada y desarrollada?
Creo que se debe potenciar, hay que mejorar la oferta de alimentos orgánicos producidos en el campo, de proximidad, pero también la cría de animales y el medio ambiente en general, esta combinación es lo que llamamos agroecología. La producción de materia prima agrícola y su procesamiento debe hacerse en pequeñas y medianas empresas, más que en multinacionales, porque la calidad del producto depende de la distancia entre la materia prima y el lugar de procesamiento.
¿En qué posición está la Comunitat Valenciana con respecto al resto de territorios del Mediterráneo en cuanto a agricultura ecológica?
Está en muy buena posición porque hay producción diversificada, no solo de agricultura, sino también de ganado. La Comunitat Valenciana tiene capacidad de abastecer a sus ciudades. Otro de los objetivos importantes debe ser sustituir la importanción de productos que se pueden producir a nivel local. Será una sistitución parcial puesto que siempre habrá productos como el café o el cacao que aquí no se puedan cultivar, pero se trata de que puedan convivir las exportaciones actuales de productos de alta calidad con el autoabastecimiento. Es el modelo del futuro.
Siempre se vincula la agricultura ecológica con el cambio climático, ¿por qué?
Por la industria agroquímica, es un problema por la contaminación que genera en el medio ambiente, pero también para salud, ya que el carbón fósil puede generar problemas de cáncer o resistencia a los antibióticos. El cambio climático va a reducir el rendimiento de los cultivos en todo el Mediterráneo, por eso, hay que cuidar el agua y la biodiversidad para frenar las alteraciones de las temperaturas.
¿Qué le parece el Mercado Central de València como ejemplo de centro de venta de proximidad?
Me parece una experiencia muy interesante por el éxito que supone. En Francia, el consumidor está cambiando la costumbre y está tendiendo más a los hipermercados, por eso son importantes ejemplos como el del Mercado Central.