César Sánchez (PP) propone medidas contra la Xylella que provocaron la muerte de millones de olivos en Italia
La propagación de la Xylella fastidiosa -el ébola de los olivos- es el peligro más grande que acecha a la agricultura valenciana en los últimos años. La respuesta tibia de Italia provocó que la bacteria arrasara millones de olivos y provocara pérdidas millonarias. En la Comunitat Valenciana la Conselleria de Medio Ambiente ha detectado cuatro focos, en las comarcas de la Marina Alta, la Marina Baixa y el Comtat, e intenta combatirlos destruyendo los almendros infectados y los árboles cercanos en una radio de 100 metros.
Estas medidas de la Conselleria de Medio Ambiente que se realizan para erradicar la propagación de la bacteria están marcadas por el Ministerio de Agricultura y la Unión Europea tras el desastre de Italia y la infección descontrolada en las Illes Balears. Pero la actuación de la Generalitat está teniendo muchas resistencias, sobre todo en el Ayuntamiento de Castell de Guadalest (PP) -que llegó a paralizar la actuación en los juzgados- y en los propietarios de los campos, que ven con impotencia cómo se arrasan sus cultivos. Pero esta semana ha entrado en el debate el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, quien como pasara en el decreto de Plurilingüismo, ha vuelto a politizar un problema pese a carecer de competencia.
Sánchez ha mostrado su oposición a la actuación de la Conselleria de Medio Ambiente pese a que está siguiendo el protocolo del Ministerio, del mismo color político que el presidente de la Diputación de Alicante. El político ha solicitado que se deje de destruir los árboles infectados y las parcelas limítrofes y se ponga en marcha “un plan de contención, como se ha hecho en Baleares y en Italia, y que abandone el plan de devastación”.
Cabe recordar que en Italia ya se ha dado por perdida la lucha contra la bacteria y esta contención ha permitido la muerte de millones de árboles. De momento en la Comunitat Valenciana no llega a tres centeneras de árboles infectados con Xyleya fastidiosa y se intenta su erradicación para evitar que mute, por ejemplo a cítricos, y acabe arrasando la agricultura valenciana, sector estratégico de la autonomía.