La vicealcaldía que exige el PSPV a Compromís mantiene atascado el pacto de Gobierno en València
Un mes después de las elecciones municipales del 26 de mayo que otorgaron a Compromís (10 concejales) y al PSPV (7 ediles) la posibilidad de reeditar un gobierno de izquierdas en el Ayuntamiento de València, el pacto entre ambos partidos para posibilitarlo sigue lejano, si bien es cierto que el reglamento municipal ofrece un mes de margen desde la investidura del alcalde, el pasado día 15.
La reunión celebrada este martes entre valencianistas y socialistas, aunque ha servido al menos para desatascar las negociaciones, suspendidas desde la pasada semana, no ha logrado acercar en exceso las posturas.
Las desavenencias venían principalmente por dos motivos. En primer lugar, la exigencia del PSPV de crear la figura de la viceacaldía para su portavoz, Sandra Gómez, a imagen y semejanza del cargo de vicepresidenta del Consell que los socialistas han cedido por segundo mandato a Mónica Oltra en la Generalitat Valenciana.
El propio alcalde de València, Joan Ribó, descartó esta opción la semana pasada al considerar que es inviable con el actual reglamento de funcionamiento del Ayuntamiento. Además, comentó que puede generar “más disfunciones que ayudas”.
Otras fuentes cercanas a la negociación aseguraron que el primer edil no está dispuesto a dar más visibilidad a una de sus principales rivales políticas en el mandato en el que cederá la candidatura a la alcaldía a otro compañero de la coalición valencianista.
El otro aspecto que motivó que las negociaciones se estancaran es la intención de Compromís de crear la figura de los coordinadores gerenciales de área que, según el PSPV, estarían nombrados por el alcalde y por encima de los concejales, motivo por el que rechazaron de plano este modelo.
Así, en la reunión de este martes Compromís dio un paso atrás y se mostró dispuesto a renunciar al modelo gerencial, y pasar a un modelo de coordinaciones de área. Incluso, abrieron la posibilidad de que no hubiera ningún coordinador de área o, en caso de que los hubiera, que siempre estuvieran supeditados al concejal/a de área.
De esta manera, los representantes de Compromís en la comisión negociadora expresaron a los del PSPV la renuncia a un modelo gerencial para establecer un modelo de coordinación administrativa. Y, si en todo caso, el PSPV tampoco asumiera la existencia de coordinaciones administrativas, Compromís estaría dispuesto a renunciar también a ellas.
El objetivo de las coordinaciones administrativas de área es que el concejal o concejala pueda centrarse en establecer el modelo de políticas públicas a desarrollar (tarea política) y que los coordinadores sean los encargados de su desarrollo administrativo, siempre bajo el mandato del concejal o concejala.
Eso sí, a cambio pidió al PSPV que reconsiderara su exigencia de una vicealcaldía como condición para conformar gobierno.
Y fue en este punto donde volvió a surgir el bloqueo. Los socialistas consideran que la renuncia de Compromís a los coordinadores gerenciales no es ninguna concesión puesto que era algo imposible de aplicar con el actual reglamento y que se trata de una estrategia para lograr que el PSPV renuncie a la vicealcaldía, porque “su única intención” es que su portavoz, Sandra Gómez, no tenga “ninguna visibilidad”.
Por este motivo, el PSPV exigió a Compromís que “levante el veto al modelo Botánic”, en alusión a las vicepresidencias que Puig a otorgado a Oltra y al líder de Unides-Podem-Esquerra Unida, Rubén Martínez Dalmau.
Asimismo, los socialistas celebraron que desde Compromís se haya desistido de “una propuesta que no tenía un encaje legal e incluso que quedaba al margen de los cánones democráticos de cualquier estructura de gobierno”, en referencia los coordinadores gerenciales.
En opinión de los socialistas, la propuesta de planteada por Compromís era “una ocurrencia o incluso globo sonda para evitar asumir una propuesta razonable y sincera de conformar un gobierno de conjunto”.
En este sentido, desde el PSPV-PSOE aseguran que siguen apostando “por un modelo Botànic defendido por la propia coalición de Compromís en la Generalitat Valenciana y por el Partido Socialista”.
De esta manera, los socialistas defendieron que “lo razonable” es “llegar a un acuerdo como se ha hecho en la Generalitat, donde el PSPV-PSOE ha esgrimido una posición de responsabilidad porque así lo quieren los ciudadanos y ciudadanas progresistas”.
“No podemos perder el tiempo con propuestas irrealizables y pedimos que se levante el veto al modelo del Botànic”, concluyeron. Ambas formaciones se emplazaron para seguir con las negociaciones este jueves.
