El Consell insta a Ecoembes a integrarse en el sistema de retorno de envases
Tensa reunión la que ha mantenido este martes la consellera de Medio Ambiente, Elena Cebrián, con responsables de Ecoembes, la organización que gestiona en exclusiva el reciclaje de papel, cartón, plástico y latas a través de puntos verdes (contenedores) y que agrupa a diferentes empresas envasadoras y distribuidoras.
Ambas partes se encontraron tras la polémica surgida al anunciar la administración su intención de implantar en la Comunitat Valenciana de cara al año 2018 el llamado sistema de depósito, devolución y retorno de envases (SDDR), que básicamente consiste en incrementar 10 céntimos el precio de los refrescos y bebidas en botellas de plástico y vidrio, que después son reembolsados a los consumidores una vez devuelto el envase en buen estado en cualquier punto de venta.
El anuncio no sentó nada bien en el seno de Ecoembes, hasta el punto que consejero delegado, Óscar Martín, lo calificó de “engaño”.
En este contexto se ha producido el encuentro, en el que los representantes de Ecoembes han ofrecido una serie de mejoras en el actual sistema de reciclaje basadas en una nueva línea de gestión de los envases, pero a cambio de que se descarte el SDDR.
Sin embargo, Cebrián ha asegurado que su puesta en marcha “es innegociable” y ha instado a la organización a que aplique las mejoras propuestas y a que se integre y participe en el SDDR.
Al respecto, la consellera ha reconocido la labor de Ecoembes estos últimos años a nivel de concienciación ciudadana a la hora de reciclar, lo que ha permitido un aumento continuo en el uso de los contenedores de vidrio, cartón y envases, pero ha añadido que hay que salir “de esta zona de confort y seguir dando pasos para fomentar aún más la cantidad y calidad del reciclaje”.
En este sentido, ha insistido en que el SDDR es un sistema complenetario al actual de contenedores, que se mantendrá, y que solo restará “un 20% de lo que actualmente se recoge en los contenedores”.
En este sentido, ha explicado que de los 7 millones de envases que se tiran al año, 5 van al contenedor de orgánicos o acaban tirados en calles, playas o montañas, algo que se quiere evitar mediante el SDDR.
Cebrián no tiene miedo de que el incremento de 10 céntimos en los productos susceptibles de ser retornables vaya a crear rechazo entre los valencianos, puesto que justamente es una manera de incentivar su devolución en buen estado, y por tanto de recuperar esos 10 céntimos: “Hay que mentalizarse de que debemos ser ejemplares en la reutilización puesto que eso repercutirá en la limpieza de nuestros barrios, calles y del ecosistema en general”.
