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La Generalitat asume la deuda de Feria Valencia para privatizar su gestión

El pleno del Consell reunido en Feria Valencia con motivo del centenario de la institución

Voro Maroto

El gobierno valenciano asumirá la deuda de Feria Valencia -1000 millones, gastos financieros incluidos, tras 20 años de gestión bajo la influencia del PP- y promoverá una sociedad con capital público pero de gestión privada bajo control de la Generalitat para reflotar la institucion, que acaba de cumplir 100 años.

El primer paso en ese proyecto en el principio de acuerdo entre la Generalitat, el Ayuntamiento de Valencia -propietaria de los terrenos y el edificio de la Feria- y la institución. Éste, a falta de la firma, está plasmado en un protocolo de intenciones que ha sido estudiado este viernes por el gobierno valenciano en pleno, reunido, precisamente, en Feria Valencia.

Ese protocolo tiene tres certezas. Primera: La Generalitat asumirá la deuda. Actualmente ya la paga -15 millones anuales, que seguirán abonándose, al ritmo actual, hasta 2029- pero con el cambio dejara de cargarla al presupuesto anual de la Conselleria de Economía.

Segundo, esta conselleria redactará una normativa ad hoc para las ferias que sirva de paraguas a la nueva actividad de éste y otros recintos valencianos, por ejemplo, la Institución Ferial de Alicante (IFA). El decreto permitirá la gestión privada de los recintos, la principal diferencia entre las consellerias (Economía, en manos de Compromís, y Hacienda, del PSPV-PSOE) que lidian con el futuro de Feria Valencia.

Tercera: el Ayuntamiento cederá los terrenos y edificios a la Generalitat por 75 años. Tras la certeza, viene la incertidumbre. ¿Cuanto capital público (o privado) tendrá la sociedad que gestionará el recinto? Ahora mismo, pese a meses de discusiones, no se sabe.

Economía insiste en que Feria Valencia debe ser pública. Más exactamente, “estar bajo control público”, ha dicho este mismo viernes el conseller. Rafael Climent abre la puerta a operadores y capital privado, pero insiste en que la Generalitat pilote la operación “para evitar que se generen otra vez 1.000 millones de euros de deuda”.

En Hacienda, por contra, creen que Feria Valencia necesita empresas que aporten capital, experiencia en el sector y agilidad en la gestión para tirar de la sociedad,que pese a su ingente deuda solo facturó 18 millones de euros en 2016. Y ese operador privado, sin control sobre la gestión, no querrá arriesgar su dinero. La nueva sociedad, creen, debería tener un 51%, al menos, de capital privado.

En esa línea parece estar el presidente de la Generalitat, Ximo Puig. El alcalde de Valencia no se ha definido. “El sector privado tiene que aportar el conocimiento del negocio ferial, nuevos certámenes y capacidad de inversión, al tiempo que desde el sector público hemos de aportar estas magníficas instalaciones y el apoyo institucional para reforzar la actividad ferial”, dijo Joan Ribó el miércoles en el centenario de Feria Valencia.

Climent busca una tercera vía para mantener el control, aún de manera parcial, sobre Feria Valencia. Que el Consell trabaje con empresas valencianas para controlar “el 51%” del nuevo ente. El plan pasa por tejer alianzas con empresas o sectores con certámenes consolidados -el azulejero, con Cevisama, por ejemplo- para retener el control sobre la institución.

Ésta posibilidad es vista con recelo en partes del Consell. Creen que frustraría la entrada de empresas del sector. En cualquier caso, firmado el protocolo de intenciones, la refundación de Feria Valencia avanza. En breve se iniciará la búsqueda del socio privado mediante la fórmula del diálogo competitivo. Una comisión conversará con empresas interesadas en formar parte del proyecto para, una vez conocidas sus demandas, buscar la forma ideal para todas las partes de articular la colaboración público-privada. El porcentaje de participación de cada parte en el nuevo proyecto ya se definirá.

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