Cotino y la agonía económica de las Corts Valencianes
Juan Cotino ha reconocido con resignación cristiana las penurias económicas de las Corts Valencianes, que ya no tienen crédito ni siquiera frente a su proveedor de los DVD necesarios –unas cintas especiales- para grabar las sesiones parlamentarias
“Como cualquier familia o empresa se están pasando momentos económicos difíciles”, “aunque ”habitualmente se cubren las necesidades“ del parlamento. Las declaraciones de Cotino no son baladíes. El miércoles la cámara vivió una situación propia de Berlanga.
A 40 minutos de quedarse sin el material especial requerido para grabar las sesiones, los funcionarios del parlamento tuvieron que pagar en efectivo al mensajero que transportó los DVD. El proveedor, harto de la morosidad de la cámara, se plantó: sin dinero por delante, no hay material.
“La administración autonómica tiene que administrar el dinero porque tiene que pagar a farmacias, a las residencias de discapacitados, a los hospitales, y a las Corts. Por tanto, hay reajustes pero, habitualmente, se cubren las necesidades”, dice Cotino, que niega que el parlamento no pueda funcionar con normalidad por la falta de dinero.
Las Corts disfrutaban de una economía holgada hasta que la Generalitat, que está casi en quiebra, maniobró legalmente para hacerse con los fondos que atesoraba el parlamento, casi 50 millones de euros. Desde entonces, Cotino, que debe dinero a, por ejemplo, las constructoras que reforman el recinto, hace malabarismos.