Dignos maestros
Esta semana se ha entregado en Alicante el primer premio Ramiro Muñoz al sindicalista y profesor Manuel Parra por su defensa de la enseñanza pública. Escuchando hablar al presidente de la Plataforma de Iniciativas Ciudadanas (promotora del galardón junto a CC.OO), José María Perea, y al premiado, un día después de la Gala de entrega de los Goya, me viene a la cabeza la importancia de los maestros. Fue hace unos meses cuando en una de mis opiniones semanales cité la película de David Trueba, Vivir es fácil con los ojos cerrados. Esa película que ha conseguido el, en mi opinión, justo reconocimiento del cine español con seis Goyas. Dice Trueba que el amor a los maestros y la necesidad que tenemos últimamente de defenderlos fue una de las motivaciones de la película.
En ella, la búsqueda de nuevos métodos de enseñanza que motiven a los chavales lleva a un profesor de inglés a emprender un particular viaje hasta Almería para conocer a John Lennon.
Pero éste no fue el único reconocimiento para los maestros en los premios Goya. También las maestras de la República, reflejadas en el documental de la alicantina Pilar Pérez Solano fueron las protagonistas indiscutibles de otro galardón en la gala del pasado domingo. Mujeres que “consiguieron mucho en muy poco periodo de tiempo” y de las que tenemos muchísimo que aprender.
Hoy, quería rendir mi particular reconocimiento a los profesores, a los maestros,…. a esas personas a las que encomendamos parte de la educación de lo que más nos importa, nuestros hijos y que en ocasiones son menospreciados y, últimamente, ignorados por la Administración (como tantos otros profesionales).
Y he de acordarme de los profesores interinos. Esos ‘profes’ sin plaza, cuya experiencia y conocimientos la Conselleria se ha empeñado este año en devaluar al último escalón con sus siempre caprichosos criterios de baremación. Cuando escucho la palabra interino me acuerdo de José Luis, un profesor de más de 50 años, interino el año pasado en el cole de mi hijo del que este año no sé nada. Si tiene un colegio donde impartir clase, si tiene niños a los que conquistar como hizo el curso anterior con mi hijo y sus compañeros… No sé si con las condiciones actuales tendrá trabajo. Él también tenía un particular método para ‘enganchar’ a escolares de 6, 7, 8 años… como Juan Carrión, ese profe de Cartagena, que viajó a Almería a finales de los 60 a pedirle un favor a su admirado John Lennon.
Maestros, unos y otros, comprometidos con la educación, con la justicia, con la igualdad…con los valores que tan poco parecen importar ahora mismo a los políticos que se encargan de inventarse nuevas leyes más pendientes de agradar a influyentes organizaciones que pueden movilizar el voto y a poderoso sectores conservadores que todavía pueden financiar partidos, a pesar de la crisis.
Mi enhorabuena a Manolo Parra, y a Juan Carrión y a las maestras plasmadas en el documental de Pilar Pérez Solano y a José Luis… Mi enhorabuena por vencer el miedo que a veces nos paraliza y por creerse capaces de “algo tan simple como la dignidad”.
