¿Quién paga los platos rotos de la falta de Gobierno? Brecha en el Ejecutivo valenciano por los recortes tras el bloqueo de la financiación

El bloqueo de la financiación autonómica por la falta de Gobierno en España ha abierto un conflicto entre algunas comunidades autónomas y el Ejecutivo de Pedro Sánchez. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha esgrimido un informe de la Abogacía del Estado para defender que le es imposible desbloquear fondos para las autonomías. Esta suspensión del envío de fondos ha provocado que en comunidades como la valenciana tengan ya cifrados recortes por un montante de 438 millones que podrían incrementarse si la parálisis continúa o se acaban convocando elecciones.

Esos ajustes sobre los presupuestos ya aprobados han abierto una brecha entre los dos principales socios de gobierno en la Generalitat Valenciana -el mayor bastión socialista-, el PSPV-PSOE y Compromís. Mientras, los otros socios, Podemos y Esquerra Unida, se mantienen al margen por distintos motivos. La coalición que lidera Mónica Oltra se ha desmarcado de los recortes y quiere que Ximo Puig sea más duro con el Ejecutivo de su compañero Pedro Sáncez. Entienden que, al menos, los 2.500 millones que retiene el Estado del IVA por un cambio contable podrían haber sido transferidos ya a las autonomías vía decreto aunque el Ejecutivo se encuentre en funciones. Esto supondría a la Comunitat Valenciana más de 250 millones de liquidez.

Aunque desde la Conselleria de Hacienda (PSPV) quieren quitarle hierro al asunto y hablan de “retenciones de crédito” sobre iniciativas que no se iban a realizar antes de que finalizara el año, en los departamentos más afectados por la tijera, todos de Compromís, aseguran que el reparto de los recortes debe negociarse. La Conselleria de Educación y Cultura es la que más ajustes debería hacer con 95 millones de euros, seguida de Agricultura y Emergencia Climática con 58 y Economía con 44 millones de recortes.

Por su parte, dos partidas sociales como Sanidad y Servicios Sociales serán de las que menos recortes sufran con alrededor de 30 millones cada una. En el Gobierno valenciano se negaron en un primer momento a reconocer los ajustes este año, aunque finalmente han cambiado el discurso para defender que no afectarán a servicios básicos.

Desde Compromís exigen a sus socios que sean más duros con el Gobierno de España y que introduzcan el debate de la financiación en el seno del Ejecutivo. De momento, no solo no se ha avanzado en un nuevo modelo que equilibre a las autonomías, entre las que resulta que la valenciana es la peor financiada en términos relativos, sino que con la congelación de las entregas a cuenta la palabra recortes vuelve al imaginario colectivo de los valencianos, ahora con un gobierno progresista.

El más duro con el bloqueo de la financiación ha sido el senador de Compromís Carles Mulet, quien votó a favor de la comparecencia en el Senado de la ministra de Hacienda que la mayoría del PSOE tumbó. “El bloqueo del PSOE a que Montero comparezca en el Senado para dar la cara ante esta situación demuestra una vez más que el PSOE está instalado en generar un relato irreal para intentar partidistamente salir lo menos mal parado posible, que no para gobernar de acuerdo a la voluntad electoral manifestada por la ciudadanía”.

Mulet ha criticado que “no se vayan a producir las entregas a cuenta y el IVA pendiente va a generar serios problemas de liquidez que amenazan con tener que provocar serios recortes en los presupuestos autonómicos, un gobierno que ya ha de hacer malabarismos ante un sistema de financiación injusto y que se cifran ahora en 438 millones en el plan de ajuste necesario ante la falta de Gobierno en Madrid”.

Mulet ha lamentado que los senadores valencianos del PSOE hayan actuado “de nuevo a espaldas de la Comunitat Valenciana” y hayan optado por votar en contra de la comparecencia: “Era algo más simbólico que práctico, que comparezca Montero no va a desbloquear la situación dramática, pero por lo menos nuestro Gobierno y consellers podría haber explicado de primera mano ante todos sus homólogos qué está pasando aquí, a ver si a alguien se le ablanda el corazón o tiene un poco de vergüenza”.